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Sánchez reparte menores como si fueran peonzas, pero a Cataluña ni tocarla

Sánchez reparte menores como si fueran peonzas, pero a Cataluña ni tocarla
Parece que en la Moncloa han decidido que España se gestione como un patio de colegio: las comunidades autónomas no son más que juguetes que Pedro Sánchez mueve a su antojo dependiendo de cómo le convenga. Eso sí, hay uno con el que no se juega: Cataluña. Y es que mientras se obliga a Madrid a cargar con más de 700 menores extranjeros no acompañados, la Cataluña de Puigemont solo tiene que aceptar una veintena. ¡Qué generoso reparto!
El PSOE y su política de «solidaridad selectiva»
Sánchez y su troupe de defensores del «reparto justo» parecen haberse olvidado de que la Comunidad de Madrid lleva años acogiendo menores sin recibir ni un gracias. Desde 2019, Isabel Díaz Ayuso ha tenido que gestionar la llegada de 10.618 menas por culpa de la desastrosa política migratoria del Gobierno central.
- 2019: 1.219 menores acogidos.
- 2020: 822 menores.
- 2021: 996 menores.
- 2022: 2.842 menores.
- 2023: 1.360 menores.
- 2024: 2.442 menores.
- 2025 (hasta ahora): 937 menores.
Pero eso no es suficiente para el inquilino de la Moncloa, que ahora ha decidido que Madrid todavía tiene margen para ser más «solidaria». Curiosamente, esa palabra nunca se usa cuando se trata de exigirle lo mismo a los separatistas catalanes. Ah, las casualidades de la política socialista.
La sobreactuación de Junts y los lloros de siempre
Junts ha sacado pecho asegurando que Cataluña no tiene que acoger más menores porque ya ha hecho un «gran esfuerzo». Un esfuerzo tan inmenso que, de los miles de menores repartidos por la geografía española, ellos se quedan con 20 o 30. Vamos, que les faltó tiempo para cuadrar las cifras y asegurarse de que Madrid volviera a ser el saco de boxeo del socialismo.
Resulta admirable con qué elegancia el Gobierno define la solidaridad: los demás deben cargar con los problemas, mientras que el territorio protegido del procés sigue manteniendo su burbuja. Mientras tanto, Sánchez aplaude con entusiasmo mientras entrega los menas como premios de feria en el resto de comunidades.
Centros de menas al borde del colapso, pero sigamos sumando
Para añadir insulto a la herida, el Gobierno de Sánchez sigue inflando los centros de menores sin previo aviso. Un ejemplo claro fue la ampliación del centro de Alcalá de Henares, donde de la noche a la mañana se pasó de 1.200 plazas a 1.580. No contentos con esto, en Carabanchel hicieron otro tanto, con un incremento de 108 nuevos menores. De repente, estas instalaciones se convirtieron en auténticos almacenes de jóvenes sin recursos, gestionados con la eficacia habitual del socialismo: es decir, ninguna.
Contrasta, por supuesto, con la indignación con la que el PSOE recibió la apertura de un centro de menores en Fuenlabrada, con apenas 99 plazas. Parece que si la iniciativa la toma Ayuso, entonces los menas se convierten en un problema. Y para rematar la faena, el alcalde socialista del municipio tuvo la genial idea de bautizar el centro con el nombre de la presidenta madrileña. Un claro ejercicio de política infantil, como si con la burla fueran a ocultar que la izquierda local no quería menores en su propio municipio.
Conclusión: Siempre gana Cataluña (y pierde Madrid)
En resumen, el PSOE sigue con su doble vara de medir. Para Madrid, la exigencia continua de asumir más carga sin rechistar. Para Cataluña, privilegios a medida con la excusa del esfuerzo pasado. Y mientras tanto, Pedro Sánchez sigue repartiéndolo todo —menos los problemas, que esos solo van en una dirección.
Pero tranquilo, España, que cuando Pedro decida que toca otra concesión a los independentistas, a lo mejor nos encontramos con que hasta el clima hay que repartirlo de forma «justa». Uno nunca sabe con este Gobierno.
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