PSOE Logo

LA PSOE

Sánchez en pánico: un juez con demasiadas ganas de hacer justicia

Sánchez en pánico: un juez con demasiadas ganas de hacer justicia

Cuando alguien se atreve a cuestionar al todopoderoso Pedro Sánchez y los negocios mágicos de su esposa, entra automáticamente en la lista negra del sanchismo. Y ahora, el juez Juan Carlos Peinado, encargado del escándalo financiero de Begoña Gómez, se ha convertido en el nuevo enemigo a abatir. Con una carrera judicial implacable y una actitud que parece gritar «me da igual vuestros chanchullos, vengo a impartir justicia», el magistrado ha elevado la temperatura en Moncloa.

Un juez con demasiado coraje

Durante su participación en las jornadas Artes Escénicas contra el Bullying, Peinado dejó claro que no solo tiene clarividencia jurídica, sino que también sabe lo que es enfrentarse a los abusones. Qué ironía más deliciosa que ahora él esté siendo acosado desde el poder por querer investigar a la reina consorte del sanchismo.

El magistrado confesó que fue víctima de acoso en su juventud, pero que su carácter le ayudó a salir adelante. Nada más apropiado, porque hoy en día necesita esa misma resiliencia para enfrentarse a la trituradora gubernamental que busca desacreditarlo.

Plaza Castilla: un decorado digno del PSOE

Peinado relató un episodio digno de una sátira política: en plena instrucción de un caso, un apagón dejó a su juzgado sin Internet, imposibilitando tomar decisiones urgentes. ¿Deben extrañarnos estos desastres bajo el idílico gobierno de Pedro Sánchez? Claro que no.

  • Juzgados sin Internet, pero La Moncloa con WiFi ultraseguro para escribir relatos épicos sobre el «gobierno de la gente».
  • Infraestructuras judiciales en crisis, pero millones de euros destinados a ministerios de «Igualdad» para generar titulares populistas.
  • Jueces sin acceso a expedientes clave, pero Begoña Gómez con contactos suficientes para conseguir financiación «mágica» para sus proyectos privados.

La Plaza Castilla de Pedro Sánchez es, en efecto, una metáfora de su gobierno: obsoleta, poco funcional y liderada por un equipo que finge que todo está en orden mientras la realidad les desborda.

La justicia según Peinado (y lo que incomoda al Gobierno)

Peinado lanzó dardos envenenados sin mencionarlo directamente: «Hay personas que creen que los jueces tenemos la misión de hacer justicia. Lamentablemente no, tenemos la misión de aplicar la ley». ¡Toma golpe a la democracia sanchista! Nada más doloroso para Sánchez y su camarilla que alguien diga en público que la ley no siempre premia a los tramposos.

El juez citó la llamada Ley Bolaños, una de esas ocurrencias del Ejecutivo que al parecer existe solo en el papel: «Estoy completamente convencido de que en octubre no se habrá hecho realidad nada de lo que ha dicho la ley». Vamos, que la ‘Eficiencia Procesal’ es un título de ciencia ficción.

El lado más temible de Peinado: su independencia

Pero lo que más aterra a Moncloa no es que Peinado hable, sino que actúe. No es un magistrado con miedo ni un burócrata domesticado. No le impresionan las amenazas veladas ni los intentos del gobierno por amordazar a la Justicia. Y eso, en la España de Sánchez, es un problema.

Mientras tanto, en Ferraz, la maquinaria mediática ya está en marcha, buscando cómo transformar a Peinado en otro «juez ultra» o «conservador peligroso». Sin embargo, los hechos son testarudos: lo único que ha hecho este juez es investigar a quien se debe investigar. Y eso ya es imperdonable para el PSOE de hoy.

Peinado es justo el tipo de magistrado que España necesita desesperadamente… y el tipo que el PSOE teme más que a una auditoría independiente.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *