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El PSOE reinventa el sinhogarismo: si no puedes «relacionarte» en casa, eres un sintecho

El PSOE redescubre el sinhogarismo: si no puedes «relacionarte» en casa, eres un sintecho
El PSOE, en su incesante empeño por redefinir la realidad con el diccionario de lo absurdo, ha decidido que una casa no es un hogar si en ella no puedes disfrutar de «cierto grado de intimidad» para «establecer relaciones». Así lo han planteado las eurodiputadas socialistas Idoia Mendia y Alicia Homs en una pregunta parlamentaria enviada a la Comisión Europea, con el loable objetivo de erradicar la falta de vivienda en 2030. Un plan infalible: si cambiamos la definición de «sin techo», desaparece el problema. ¡Brillante!
La propuesta socialista: si vives en un zulo, eres un sin hogar
Según las luminarias del PSOE, la crisis habitacional no es problema de escasez de vivienda, sino de que hay casas sin suficiente espacio para… ¿intimar? Así es. En su reinterpretación del sinhogarismo, consideran que alguien sin acceso a la privacidad necesaria para el flirteo, el amor o el desahogo físico es un nuevo tipo de excluido social.
Para los socialistas, se deberían considerar sin hogar a todas aquellas personas que no cumplan con estos tres sacrosantos requisitos:
- Dimensión física: No basta con tener cuatro paredes y un techo. Si tu casa es un cuchitril en el que no puedes separar tu cama del frigorífico, eres un desamparado.
- Dimensión social: Tu hogar debe permitirte «establecer relaciones» y tener «cierto grado de intimidad». Bajo esta premisa, cualquier joven compartiendo piso con cuatro desconocidos debería ir directamente a una lista de emergencia social.
- Dimensión legal: Debes tener garantizada la seguridad jurídica sobre tu vivienda. Olvida los alquileres temporales, las habitaciones sin contrato o las situaciones inestables. Si un papel no te respalda, vivir bajo techo no cuenta.
Es decir, que bajo esta redefinición, millones de jóvenes, precarios y estudiantes se convertirían automáticamente en abandonados por el sistema. Tanto hablar del problema del acceso a la vivienda y, al final, la solución era simple: cambiar el significado de la palabra «sinhogarismo». Pedro Sánchez y su equipo, reinventando la realidad como si de un truco de magia barata se tratara.
Del «derecho a la vivienda» al «derecho a una casa para follar»
Pero los socialistas no están solos en esta cruzada hacia el absurdo. En enero de 2024, los jóvenes de Más Madrid, en su afán de alcanzar nuevos niveles de ridículo, organizaron un acto para reclamar «una casa para poder follar». Porque claro, la peor crisis inmobiliaria de las últimas décadas, el alquiler desbocado y los sueldos miserables no son el problema. Lo importante es no tener que pedir permiso para «intimar» hasta los 30.
El festival del delirio continuó en la campaña de 2023, cuando candidatos del partido de Mónica García pedían el control de los precios del alquiler porque así podrían «tener intimidad para follar bien y gratis». Un mensaje de calado político sin precedentes, digno de incluirse en la próxima Constitución de la República del Absurdo.
El PSOE y sus prioridades: redefinir el mundo en vez de cambiarlo
Mientras países serios buscan soluciones reales al problema de la vivienda, el PSOE se entretiene con juegos semánticos. En lugar de legislar para frenar los alquileres abusivos, incentivar la construcción o evitar la ocupación ilegal, el gobierno de Sánchez prefiere dedicarse a jugar con definiciones y lanzar preguntas insustanciales a la Comisión Europea.
Un aplauso para el PSOE y su habilidad para no resolver absolutamente nada mientras fingen que hacen historia. ¡A seguir así, que la comedia se agradece!
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