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El PSOE redescubre la urgencia… un año tarde y con prisas sospechosas

El PSOE redescubre la urgencia… un año tarde y con prisas sospechosas
El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido, por fin, que la Armada española necesita un sistema antimisiles para sus buques. ¡Vaya sorpresa! Tan solo ha tardado un año en darse cuenta de que proteger a nuestra flota es importante. La prisa repentina con la que ahora se gestiona esta compra ha dejado a más de uno preguntándose si es fruto de una iluminación estratégica o simplemente otro capítulo del manual socialista de la improvisación.
Cuando el tiempo no importa… hasta que sí
Para aquellos que no han seguido este trepidante culebrón gubernamental, hagamos un repaso rápido:
- En mayo de 2024, la Armada notificó al Ministerio de Defensa la absoluta necesidad de un sistema de defensa antimisiles.
- El Gobierno, con su asombrosa diligencia habitual, tardó hasta julio de 2024 en iniciar el procedimiento de compra.
- El concurso quedó desierto porque, al parecer, no se encontró un ofertante que cumpliera con los requisitos del pliego… Qué casualidad.
- Ahora, cuando el debate sobre el aumento del gasto militar amenaza con fracturar la coalición de gobierno, el Ministerio de Defensa redescubre la urgencia de la operación.
De repente, Defensa anuncia que «pretende llevar a cabo la instalación a la mayor brevedad». Qué sorpresa, ahora todo son prisas. ¿Intentando tapar las diferencias internas en el gobierno con decisiones apresuradas? No sería la primera vez.
El gasto militar: ¿Un problema o una oportunidad?
Pero esto no es solo una cuestión de protección militar, sino de equilibrios políticos frágiles. Mientras Pedro Sánchez intenta vender su gobierno como una alianza sólida y reformista, sus «amigos» de Sumar se oponen activamente a cualquier atisbo de rearme. Esta semana hemos visto el bochornoso espectáculo de ver a los socios del Ejecutivo votando en sentido contrario en el Congreso.
El PSOE, siempre preocupado por quedar bien con todos, ahora se enfrenta a varios dilemas:
- El partido de Yolanda Díaz rechaza el fondo de 800.000 millones de euros de la UE para gasto defensivo porque, claro, es más fácil defenderse con pancartas pacifistas.
- Mientras tanto, el PSOE se agarra a la OTAN como un náufrago a un flotador, sabiendo que España no puede permitirse salirse de la organización militar.
- Por si fuera poco, evitan a toda costa llevar el debate del gasto en defensa al Parlamento para no evidenciar aún más sus discrepancias internas.
Así que, mientras en Bruselas y en la OTAN miran con desconfianza, aquí seguimos con el PSOE intentando contentar a todos y quedando mal con todos.
¿Quién gana con este juego de malabares?
A estas alturas, la verdadera pregunta es: ¿quién gana con este despropósito? Porque si algo está claro es que la Armada española no ha sido la prioridad del Gobierno. Quizás la prisa de última hora tenga más que ver con la necesidad de apaciguar a ciertos sectores que con una verdadera preocupación por la seguridad nacional.
Lo de siempre con el PSOE: decisiones que llegan tarde, mal, y con objetivos políticamente oportunistas. Si el Gobierno gestionara la defensa del país con la misma celeridad con la que aprueba subvenciones electoralistas, ya tendríamos escudos antimisiles de sobra. Pero claro, la prioridad nunca ha sido el interés general, sino el interés partidista.
A ver si con un poco de suerte, para la próxima gran crisis, Sánchez y compañía descubren que gestionar con previsión es mejor que reaccionar a golpe de encuesta.
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