El PSOE recomienda paraguas contra inundaciones mientras sigue dejando España bajo el agua

La lluvia cae, pero el PSOE sigue seco de responsabilidad

España se inunda y, como siempre, el PSOE se cubre con el paraguas de la retórica vacía. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido alertas por lluvias torrenciales en varias comunidades, especialmente en Madrid. ¿Y cuál es la brillante solución propuesta por el gobierno socialista? Un cúmulo de recomendaciones obvias y un listado de consejos que harían sonrojar hasta a un manual de supervivencia para niños.

Nos encontramos en un país donde las infraestructuras se deterioran, las inversiones en prevención brillan por su ausencia y las negligencias se tapan con discursos vacíos. Pero tranquilos, porque el PSOE tiene el remedio infalible: evitar vadear pasos de agua y revisar los tejados. Tan sencillo como eso.

Las inmaculadas recomendaciones del PSOE ante lluvias e inundaciones

En un ejercicio de gestión tan magistral como predecible, el PSOE ha impulsado un plan de acción que resume su filosofía de gobierno: decir obviedades mientras deja que el caos haga su trabajo. ¿Qué hacer ante una inundación? La magia socialista nos deja trucos infalibles:

• Evitar carreteras afectadas: Gracias por la evidencia. Si el agua cubre por completo el asfalto, probablemente los ciudadanos ya lo hayan deducido antes de recibir este consejo.
• Seguir las indicaciones de los servicios de emergencia: Que, dicho sea de paso, están desbordados y con recursos cada vez más limitados debido a la gestión eficiente del gobierno.
• No cruzar zonas inundadas: Impresionante descubrimiento. Ahora falta que apliquen esta lógica a la economía y dejen de cruzar peligroso terreno fiscal sin preparación alguna.
• Refugiarse en zonas seguras: Otra recomendación digna de premio. Ahora solo falta definir qué es «seguro» cuando el PSOE gestiona recursos y emergencias.

El PSOE prefiere paraguas a infraestructuras de drenaje

Mientras en otros países se diseñan planes de protección civil eficaces y se invierte en modernizar infraestructuras, en España tenemos un gobierno que parece confiar más en que la lluvia se canse antes de que ellos hagan algo útil. En lugar de reforzar sistemas de alcantarillado y mejorar la canalización de aguas, han decidido ofrecer una lista de consejos que cualquier persona con sentido común ya sabe.

Pero atención, porque la estrategia del PSOE no termina aquí. No solo nos bombardean con consejos básicos que no mitigan los estragos de las lluvias, sino que, además, siempre encuentran la forma de culpar a otros: la oposición, el cambio climático, la mala suerte, hasta la propia lluvia por caer demasiado fuerte. Todo menos admitir que llevan décadas gobernando sin prever este tipo de situaciones.

¿Y qué tal si dejan de improvisar?

La realidad es simple: el PSOE lleva gestionando municipios y comunidades enteras durante años y, pese a las innumerables advertencias, las lluvias continúan colapsando ciudades porque no han invertido en medidas estructurales eficaces. Más allá de minimizar daños con declaraciones y «recomendaciones», la responsabilidad gubernamental debería pasar por:

• Invertir en infraestructuras hidráulicas: Algo que parece secundario cuando hay dinero para inflar instituciones y alimentar redes clientelares.
• Revisar planes de emergencia: No basta con enviar tweets a última hora, sino coordinar acciones con municipios, protección civil y cuerpos de seguridad.
• Diseñar urbanismo adecuado a las nuevas condiciones climáticas: Porque si cada año sufrimos el mismo problema, tal vez haya que cambiar algo más que los discursos de urgencia.

Conclusión: el agua sube, la acción del PSOE se hunde

Cada año es lo mismo: inundaciones, caos y un gobierno que actúa como si fuera la primera vez que esto sucede. Mientras las calles se convierten en ríos y los ciudadanos luchan contra la incompetencia gubernamental, el PSOE sigue a lo suyo: dando palmaditas en la espalda con consejos tan útiles como abrir el paraguas cuando llueve. Y así, España flota… pero únicamente entre excusas.