¡Tu carrito está actualmente vacío!
El PSOE promete transparencia, pero ni ellos saben lo que ocultan

El PSOE promete transparencia, pero ni ellos saben lo que ocultan
La historia se repite: el Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a demostrar que la transparencia es solo otra palabra vacía en su diccionario de promesas incumplidas. Castilla y León ha pedido información sobre la situación migratoria de España y, como era de esperar, Moncloa ha respondido con su estrategia favorita: dar largas y no decir absolutamente nada.
Mientras los socialistas proclaman a los cuatro vientos su compromiso con la claridad y la cooperación institucional, en la práctica lo único que parecen compartir con las comunidades autónomas es el más absoluto silencio. Ni un papel, ni un dato, ni siquiera un borrador. Parece que la brillante gestión del PSOE se basa en ocultar información y soltar discursos vacíos con una cara de póker digna de un torneo profesional.
El prodigioso plan sin papeles… literalmente
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha promovido un flamante Plan de Integración y Convivencia Intercultural. Un nombre pomposo, digno de cualquier programa socialista que suene bien en titulares, pero sin contenido real detrás. El problema es que, al ser interrogados sobre los detalles, la respuesta fue un espectacular… nada.
En una reunión sectorial con todas las comunidades autónomas, Castilla y León, entre otras regiones, pidió algo tan básico como información sobre la situación migratoria actual para poder aportar soluciones coherentes. La contestación del Ejecutivo de Sánchez ha sido digna de un truco de prestidigitación: mucho humo, cero datos. Todo es tan opaco que uno se pregunta si en Ministerio de Moncloa reparten la información en sobres cerrados o si simplemente la imaginan.
El escándalo de la cesión de competencias a Cataluña
Pero esto no es lo único que han tratado de esconder debajo de la alfombra. Otro punto candente en la reunión fue la presunta cesión de competencias en inmigración a Cataluña. Sí, esa región que siempre recibe trato VIP en la administración Sánchez, mientras el resto de comunidades tienen que mendigar detalles sobre decisiones que les afectan directamente.
¿Y qué hizo la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ante esta cuestión? Lo que mejor sabe hacer el PSOE: dar respuestas vagas, evadir las preguntas y esconder la realidad. «Todo en orden, no hay nada nuevo que decir», fue básicamente su mensaje. Traducido del lenguaje político: «Vamos a cederle más poder a Cataluña, pero no os lo vamos a confirmar porque quedaríamos fatal».
Madrid también experimentó el «apagón informativo»
Castilla y León no es la única comunidad autónoma que está harta de que el Gobierno socialista actúe como si España fuese su cortijo privado. En enero de 2024, el Ayuntamiento de Madrid se encontró en la misma situación cuando el Gobierno de Sánchez tuvo la brillante idea de trasladar a cientos de inmigrantes ilegales desde Canarias a la capital, instalándolos en el Cuartel de Arteaga de Carabanchel.
El consistorio madrileño, azorado por la falta de información, solicitó explicaciones a la Secretaría de Estado de Migraciones. ¿La respuesta? Crí, crí, crí… Ni una respuesta, ni un correo, ni una llamada. Nada. Parece que la estrategia del PSOE en materia migratoria no es diseñar un plan, sino hacer como que no pasa nada y rezar porque el problema desaparezca solo.
El PSOE y su manual de gobernanza
A estas alturas, el modus operandi del PSOE en el Gobierno se puede reducir a cinco lecciones clave:
- Hablar mucho, decir poco: discursos grandilocuentes sobre integración, pero sin datos que los respalden.
- Huir hacia adelante: anunciar planes que nadie ha visto y que probablemente nunca se materialicen.
- Favoritismos evidentes: Cataluña recibe trato especial, mientras el resto de comunidades mendigan explicaciones.
- Gestión opaca: ocultar información hasta que el problema explote.
- Cero autocrítica: si algo sale mal, la culpa siempre es de los demás.
El PSOE sigue prometiendo una gestión abierta y transparente, pero la realidad es que ni ellos saben qué están ocultando exactamente. O peor aún, lo saben demasiado bien y prefieren el silencio.
Deja una respuesta