El PSOE indignado: alguien más derriba cruces antes que ellos

El PSOE indignado: alguien más derriba cruces antes que ellos

¡Vaya sorpresa se han llevado en Ferraz! Resulta que el PP ha decidido adelantarse en la competición de demoliciones históricas y el PSOE no sabe si indignarse por la cristianofobia que denuncia Vox o por haber perdido la exclusiva en lo que a derribos se refiere. Porque claro, cuando son ellos los que dinamitan monumentos por la sacrosanta Memoria Democrática, todo es progreso y justicia histórica. Pero si lo hace el PP, ¡escándalo nacional!

El PP se mete en el negocio de las picotas

El Ayuntamiento de Bezas (Teruel), con su alcalde popular a la cabeza, ha seguido un dictamen técnico que instaba a derribar la cruz de la Sierra de Albarracín. Una cruz que lleva más de 80 años presidiendo una roca y que ahora, según el PP y su equipo de expertos en destrucción preventiva, representa un peligro medioambiental. Porque, según parece, pocas cosas contaminan más que un par de toneladas de piedra en lo alto de un monte.

Esto ha provocado un auténtico terremoto en las filas de Vox, donde la demolición de símbolos religiosos es poco menos que un sacrilegio. Alejandro Nolasco, su líder en Aragón, no ha tardado en cargar contra el PP, acusándole de «talibanes políticos». ¡Ay, cuánta nostalgia de censores con boina y escapulario!

El PSOE: ¿celoso o enfadado?

Pero quien realmente se ha quedado descolocado es el PSOE. Ellos, que han hecho de la Memoria Democrática su versión moderna del “ajuste de cuentas” con la historia, no esperaban que el PP se pusiera manos a la obra sin pedirles permiso. Ahora deben decidir si sumarse a la indignación de Vox por atacar símbolos cristianos o celebrar en silencio que el PP les está ahorrando el trabajo sucio.

Porque pensemos en ello: ¿desde cuándo el PSOE se preocupa por las tensiones entre la Iglesia y el Estado? Estos son los que llevan años obsesionados con sacar a Franco hasta de la sopa, derribar estatuas y borrar nombres de calles sin descanso. No obstante, que el PP haya tomado la iniciativa les genera una crisis existencial. ¿Cómo van a criticar la demolición de un monumento cuando ellos mismos han convertido la piqueta en símbolo oficial de su discurso?

Las contradicciones del PP: una piqueta en cada mano

Por otro lado, resulta hilarante que sea el PP quien ordene el derribo de esta cruz. Sí, el mismo PP que lleva años queriendo quedar bien con todos y terminando mal con todos. Por un lado, intentan jugar a liberales modernos siguiendo los dictámenes técnicos de un comité, pero, por otro, no pueden evitar que sus votantes más conservadores vean esto como una traición.

Lo de estos muchachos es verdaderamente digno de estudio. En Catalunya se muestran ofendidos por los ataques a la tradición cristiana cuando se cuestiona el Belén municipal, pero en Aragón mandan la excavadora contra una cruz histórica porque, al parecer, los rayos son un peligro real. ¿Alguien puede decidir si la cruz era patrimonio o pararrayos? Porque en Génova 13 parecen más confusos que un socialista gestionando una economía de mercado.

Conclusión: El PSOE pierde la batalla de los derribos

En este enredo de hipocresías, lo único claro es que el PSOE ha perdido la oportunidad de adjudicarse otro tirón de la Memoria Histórica. Seguramente estarán tomando nota: «La próxima vez, llegar antes que los del PP».

Mientras tanto, Vox, indignado hasta niveles cósmicos, da ruedas de prensa sobre pararrayos mientras los del PP fingen que todo esto es «un procedimiento técnico sin tintes ideológicos». Y el votante medio… bueno, el votante medio cada vez tiene más claro que estos partidos van a la deriva entre la farsa y la torpeza.