¡Tu carrito está actualmente vacío!
El PSOE descubre el arte de negociar: cederlo todo y llamarlo victoria

Renfe y Adif: el último «triunfo» del Gobierno
Una vez más, el Gobierno de Pedro Sánchez demuestra su talento para la negociación: cederlo todo y venderlo como una victoria. Los sindicatos han desconvocado la huelga de Renfe y Adif apenas cuatro horas antes del inicio previsto, tras alcanzar un «gran acuerdo» con el Ministerio de Transportes. ¿El resultado? Lo mismo que se esperaba: concesiones, cesiones y mucha palabrería para intentar disimularlo.
Una huelga incómoda, un acuerdo milagroso
Los trabajadores de Renfe y Adif estaban listos para paralizar los trenes en siete jornadas de huelga, hartos de los incumplimientos del Ministerio respecto a los acuerdos de 2023. Pero, como por arte de magia, a última hora del domingo todo se solucionó en una mesa de negociación donde, aparentemente, la única parte que cedió fue el Gobierno. Ni rastro del «diálogo firme y responsable» que prometía el PSOE, porque, en su universo paralelo, perder siempre es ganar.
Gracias a este giro milagroso de los acontecimientos, los trenes circularán normalmente y Madrid podrá respirar tranquila ahora que las estaciones no se convertirán en un caos. Pero, ¿qué hay detrás del acuerdo? Pues lo de siempre: un intento desesperado del Ejecutivo de PSOE y Sumar por evitar otra crisis política con Cataluña mientras reparten migajas para calmar a los trabajadores.
La empresa mixta: otro regalito para la Generalitat
El «pacto histórico» incluye la creación de una empresa mixta con participación de la Generalitat y Renfe Viajeros. Traducción: más poder para Cataluña a costa del resto de España. Según el secretario de Estado de Transporte, José Ángel Santano, este engendro burocrático «es la clave». Claro, la clave para seguir entregando competencias sin rechistar y disfrazándolo de «modelo de gestión eficiente».
- La Generalitat tendrá más control sobre Rodalies.
- Renfe constituirá una filial donde aplicará su convenio colectivo, lo que parece un favor, aunque no tenían otro remedio.
- Renfe Mercancías deberá «mejorar su modelo de gestión» (vamos, que cambiarán cuatro papeles y dirán que todo va genial).
Todo esto, cómo no, se hizo «en beneficio de los trabajadores». Una frase tan vacía como los andenes de aquellos trenes que Renfe Mercancías lleva perdiendo año tras año.
Los sindicatos aplauden, pero algunos no se lo creen
Los sindicatos mayoritarios (Semaf, CCOO, UGT y SCF) firmaron el acuerdo encantados, asegurando que se han garantizado los derechos de los trabajadores. Pero SF y CGT se han negado a sumarse, denunciando que se han vendido al mejor postor. CGT, como era de esperar, mantiene su posición crítica y llama a la plantilla a seguir con la huelga, alegando que esto solo es el primer paso hacia una nueva privatización de Renfe.
Pero, según Santano, hay que estar contentos porque «nadie se ha levantado de la mesa». Claro, era difícil levantarse cuando te lo han dado todo sin necesidad de pedirlo. No vaya a ser que el PSOE pierda su fama de expertos en la rendición estratégica.
En resumen: otro espectáculo de cesión PSOE-style
Este pacto es la última entrega de la saga negociadora del Gobierno de Sánchez, donde los acuerdos consisten en hacer lo que los socios pidan para evitar problemas mayores. Al final, los trenes circularán, pero el mensaje queda claro: cuando el PSOE negocia, España pierde. Y eso sí que es un servicio garantizado.
Deja una respuesta