El PSOE dando lecciones de moral mientras esquiva sus propios lodazales inmobiliarios

El PSOE dando lecciones de moral mientras esquiva sus propios lodazales inmobiliarios

Cuando parecía que el PSOE no podía hilar un discurso con más contradicciones, llega Mar Espinar y nos sorprende. En su cruzada desesperada por intentar desgastar a Isabel Díaz Ayuso, la portavoz socialista en la Comunidad de Madrid decide sacar a relucir el comodín del «ático»… como si sus propias filas fueran un ejemplo de transparencia inmobiliaria. Pero Ayuso, que no se anda con rodeos, ha respondido con una joya de la ironía política: «Me hablan de áticos cuando la familia Sánchez-Gómez tiene un local para saunas». Golpe directo al mentón del PSOE.

Lecciones de moral desde el PSOE: hipocresía en estado puro

La estrategia socialista es la de siempre: cuando no tienen argumentos sólidos, recurren a insinuaciones y a la manipulación mediática. Espinar creyó que hacer una alusión a la vivienda de Ayuso sería su golpe maestro, pero claro, se olvidó de que el PSOE tiene más esqueletos inmobiliarios en el armario que una agencia de bienes raíces.

Ayuso, con su estilo afilado, no dejó pasar la oportunidad de recordarles a los socialistas que, mientras acusan a los demás de dudosas adquisiciones, ellos llevan años esquivando explicaciones sobre:

• El hermanísimo de Pedro Sánchez, cuyo negocio ha sido financiado con dinero público y que, curiosamente, elude inspecciones fiscales.
• El exministro José Luis Ábalos, al que le han encontrado 265 cuentas bancarias supuestamente vinculadas a chanchullos del partido.
• El escandaloso local para saunas vinculado a la familia del presidente del Gobierno. Sin duda, un referente moral.

¿Y Ábalos? Mejor no hablemos de eso…

Si alguien creía que el PSOE iba a desmarcarse completamente de José Luis Ábalos, es que no ha entendido su manual de hipocresía política. Mientras se esconden detrás de cortinas de humo con ataques a Ayuso, continúan evitando la gran cuestión: ¿cómo es posible que nada de lo que hizo Ábalos sea ajeno a Pedro Sánchez? La respuesta es evidente, pero en Ferraz prefieren mirar hacia otro lado.

Escándalo tras escándalo, lo que queda claro es que el PSOE no tiene ningún control de daños. Lo de Ábalos es solo la punta del iceberg, un iceberg que amenaza con hundir del todo la credibilidad del Gobierno. Pero ¡tranquilos! Siempre pueden volver a hablar de áticos para distraer a la opinión pública.

Ayuso, sin pelos en la lengua

Con una claridad que el PSOE jamás podrá igualar, Ayuso dejó claro en el Pleno regional por qué los socialistas están hundidos: porque nadie les cree. Su único recurso es emplear los medios del Estado para ocultar la incompetencia y los escándalos de su propio partido, mientras intentan dirigir la atención hacia los rivales políticos.

Respondiendo sin titubeos, Ayuso recordó que en Madrid se cumple con la ley y que ella, a diferencia de Sánchez, no persigue empresas ni chantajea a los medios de comunicación, en referencia a las presiones que se han denunciado desde La Moncloa.

Para culminar su intervención, Ayuso desmontó el último ataque socialista sobre su entorno personal, dejando caer que el PSOE no tiene problema en utilizar los negocios personales de terceros como arma política. Y claro, lo hacen con máxima hipocresía, mientras intentan que nadie recuerde los chanchullos financieros y familiares que rodean a la Moncloa.

Conclusión: el PSOE, maestro en el cinismo

La sesión en la Asamblea de Madrid ha dejado en evidencia una vez más la estrategia del PSOE: apuntar con el dedo mientras esconden la mano llena de irregularidades. Ayuso ha respondido con datos, con firmeza y con la ironía necesaria para desarmar a un PSOE cada vez más nervioso.

Lo cierto es que en Ferraz deberían replantearse su estrategia. Si van a hablar de propiedades y ética, lo mínimo sería que antes hicieran limpieza en casa. Pero claro, exigir coherencia al PSOE sería como pedirle a Sánchez que diga una verdad: simplemente no va a ocurrir.