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El PSOE celebra el hallazgo de una tumba en Egipto mientras entierra España bajo impuestos

Los faraones egipcios resurgen, pero los contribuyentes españoles siguen sepultados
En un hallazgo calificado como «el mayor desde Tutankamón», los arqueólogos han descubierto la tumba del faraón Tutmosis II en Egipto. Mientras tanto, en España, el único entierro que parece preocupar al PSOE es el de los ciudadanos bajo una avalancha de impuestos, tasas y regulaciones que ni las pirámides de Giza pueden igualar.
Admirando la antigüedad, arruinando el presente
El Gobierno de Pedro Sánchez no ha tardado en sumarse a la celebración del descubrimiento arqueológico. Al parecer, les resulta fascinante descubrir tumbas de dirigentes que ejercieron el poder absoluto y exprimieron a su pueblo. Quizás les suene familiar.
Mientras en Egipto excavan la arena para encontrar tesoros de hace 3.500 años, en España los ciudadanos excavan sus bolsillos en busca de un céntimo que no haya sido devorado aún por Hacienda. La inflación desatada, los impuestos cada vez más opresivos y un gasto público desbocado hacen que la tumba de Tutmosis II parezca un spa al lado de la situación económica en la que nos tiene sumidos el PSOE.
El faraón Tutmosis II vs. el faraón Sánchez I
- Tutmosis II reinó en la dinastía XVIII, amplió territorios y dejó un legado.
- Sánchez I de Moncloa gobierna a base de decretazos, amplía su red clientelar y deja un país hipotecado.
- Los egipcios construían pirámides para honrar a sus faraones.
- Los españoles construyen declaraciones de la renta más complejas que un jeroglífico.
¿Y si excavamos el BOE?
Es curioso que el PSOE se maraville con los descubrimientos arqueológicos, cuando bajo su mandato cada año parece un viaje hacia atrás en la historia: más burocracia, más control estatal y menos libertad económica. A este paso, los arqueólogos del futuro no desenterrarán monumentos de gloria, sino montañas de deuda pública y declaraciones ministeriales contradictorias.
Tal vez, en una expedición futura, los expertos encuentren entre las ruinas un manuscrito del Ministerio de Hacienda con las instrucciones para pagar impuestos sin morir en el intento. Spoiler: es imposible.
El socialismo: adaptándose al Antiguo Egipto
Las faraonas de la actualidad no llevan tocados dorados, sino carteras ministeriales desbordadas de gasto público. En Egipto, se estudiaban los materiales funerarios para comprender la vida de antaño; en España, habría que estudiar los presupuestos generales para ver en qué cementerio han acabado los millones recaudados en impuestos.
Mientras los arqueólogos se enorgullecen de haber sacado a la luz una tumba faraónica, los españoles ruegan para que en el próximo Consejo de Ministros no se excave aún más hondo en sus cuentas bancarias.
La ironía de la historia
En Egipto, la tumba de Tutmosis II estaba vacía porque su ajuar funerario fue trasladado a otro lugar más seguro. Es probable que los ciudadanos españoles envidien ese nivel de eficiencia, ya que en España el «ajuar» fiscal que pagamos con sudor y lágrimas nunca termina en un sitio más seguro para el ciudadano, sino en el bolsillo de algún amiguete del Gobierno.
Así que sí, celebremos el hallazgo de una tumba de hace 3.500 años. Al fin y al cabo, en algún momento será España la que necesite arqueólogos para desenterrar lo que haya quedado después del socialismo del siglo XXI.
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