¡Tu carrito está actualmente vacío!
El Gobierno de Sánchez crea alarmas imaginarias mientras la riada real arrasa Valencia

El Gobierno de Sánchez crea alarmas imaginarias mientras la riada real arrasa Valencia
¿Presa en peligro o Gobierno en pánico?
El profesor de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia, Juan Bautista Segura Marco, ha desmontado este lunes en el Senado la última patraña del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Según el experto, la presa de Forata jamás estuvo en «riesgo grave» durante la DANA de Valencia, por más que el Gobierno se apresurara a lanzar alertas como si se avecinara un apocalipsis acuático.
Esta afirmación deja en evidencia al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico –en su momento dirigido por Teresa Ribera– y a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Porque, como ya es costumbre, mientras Sánchez y sus ministros se lanzaban al espectáculo mediático del «todo está bajo control», en realidad nadie controlaba absolutamente nada.
El arte socialista de crear miedo… y caos
Desde la Generalitat Valenciana han insistido una y otra vez en que siguen sin entender por qué el Gobierno les trasladó un riesgo de rotura inminente de la presa de Forata, mientras la realidad era otra: lo que realmente se estaba desbordando era el barranco del Poyo. Pero claro, cuando la gestión del PSOE está en juego, la información real nunca es prioritaria.
El Gobierno de Sánchez se aferró a su relato catastrofista y lanzó un SMS de alerta basado en una conclusión aparentemente errónea. No contentos con este despropósito, dejaron a la Generalitat sin información precisa durante más de dos horas, porque, al parecer, coordinar una emergencia es demasiado pedir cuando se está ocupado sacando rédito político.
Un experto desmonta la chapuza
Ante la comisión de investigación del Senado, el profesor Segura Marco ha dejado claro que la presa de Forata nunca estuvo en peligro real. Y lo dijo con contundencia: “La presa de Forata es de gravedad, de hormigón, y no llegó ni siquiera a verter por coronación. No llegó al límite del aliviadero”. Es decir, que el cataclismo que pintó el Gobierno era pura ficción.
Pero la incompetencia no acaba ahí. El experto también recordó que las compuertas de un embalse están ahí para abrirse cuando es necesario. Algo que, increíblemente, parece una sorpresa para algunos tecnócratas del Ministerio, más preocupados por la agenda climática que por comprender cómo funciona una presa. “Si el agua salta por encima, entonces sí se podría romper”, sostuvo el profesor, desmontando el alarmismo socialista en una simple frase.
¿Descoordinación, negligencia o puro teatro?
Con cada nueva revelación, la pregunta es inevitable: el PSOE, en esta historia, ¿mintió descaradamente o simplemente arrastró su ineptitud de siempre hasta un nuevo nivel?
- ¿Alguien en la CHJ estuvo más pendiente de cubrirse la espalda que de analizar el verdadero peligro?
- ¿Se lanzó la alerta para evitar futuras críticas ante su propia ineficacia?
- ¿O simplemente había que apuntarse un tanto con otro “rescate” épico donde el enemigo es una presa inexistente en peligro?
PSOE: expertos en apagar incendios… que ellos mismos provocan
El caso de la presa de Forata ya es otro ejemplo de cómo el Ejecutivo de Sánchez prefiere el teatro a la gestión real. Mientras que hacían sonar las alarmas de un desastre ficticio, dejan a los municipios como Algemesí sin la información clave sobre la riada real que les iba a afectar. El resultado: caos, descoordinación y, por supuesto, la ya clásica frase socialista de “nadie sabía nada” cuando las cosas se complican.
Un informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar ha confirmado lo que ya sabíamos: las compuertas del aliviadero de la presa de Forata estaban abiertas desde el inicio del episodio y jamás se cerraron. Pero, ¿para qué molestarse en dar información veraz cuando se puede vender una alerta apocalíptica para luego culpar a otro?
Cuando la realidad desmonta el relato
A estas alturas, solo falta que el PSOE insista en que los expertos están equivocados y que la culpa es del «cambio climático de la ultraderecha». Lo cierto es que su gesticulación y pésima coordinación con la Comunitat Valenciana solo han logrado una vez más lo de siempre: confusión, desconcierto y una gestión digna de una película de ficción barata.
Ahora, la pregunta es: ¿aprenderán algo de este sainete? Aunque conociendo a Sánchez, lo más seguro es que prefiera matar al mensajero en lugar de asumir responsabilidades. Y mientras tanto, el agua sigue su curso… justo lo que el PSOE nunca logra con sus crisis.
Deja una respuesta