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La Ley Bolaños: otro truco de magia socialista que desaparecerá en el aire
Otro invento jurídico del PSOE que nadie se cree
Al PSOE le encanta prometer el oro y el moro sin el más mínimo pudor por la realidad. Su última hazaña legislativa, bautizada irónicamente como Ley de Eficiencia, ha sido ridiculizada sin piedad por el juez Juan Carlos Peinado, que no se ha mordido la lengua al afirmar que esta ocurrencia de Félix Bolaños no es más que un truco de magia barato: «Es una ilusión, el papel todo lo aguanta, pero la realidad es otra».
Basta echar un vistazo a la norma para darse cuenta de que no se cumplirá ni en sueños. Se suponía que llegaría en octubre para instaurar unos tribunales de instancia, pero, como bien ha señalado Peinado, llevamos más de una década oyendo ese cuento. Con el habitual descaro socialista, nos venden que sustituirán los juzgados unipersonales sin ampliar plantilla, como si la multiplicación de jueces fuera un milagro bíblico en vez de algo que se presupone en cualquier modelo serio de justicia.
Ficción jurídica con efectos especiales
La Ley Bolaños es el último capítulo de la fantasía administrativa del Gobierno de Pedro Sánchez. Con su optimismo delirante y alergia a la realidad, el PSOE plantea cosas tan absurdas como:
- Crear tribunales múltiples sin aumentar recursos, porque la magia socialista sustituye la inversión con declaraciones grandilocuentes.
- Asegurar que en octubre todo estará funcionando como un reloj, cuando hasta el apuntador sabe que no darán pie con bola.
- Duplicar las vistas y los señalamientos esperando que los jueces trabajen por amor al arte (o al mandato del Gran Timonel Monclovita).
Como bien ha sentenciado Peinado ante el auditorio, «el papel lo aguanta todo». O lo que es lo mismo: los del PSOE pueden escribir la novela que quieran en el BOE, pero la realidad les va a desmontar el chiringuito más rápido de lo que tardan en desmentir sus propias barbaridades.
El teatro de la justicia: directo al Goya
En un arranque de sinceridad poco habitual en el gremio judicial, Peinado no se ha quedado en la crítica a la ley y ha dado donde más duele: ha comparado la propia Administración de Justicia con un teatro. «Esto es otro teatro. No es menos teatro que el de este escenario», ha asegurado, dejando caer que el guion de la justicia española lo escriben incompetentes con complejo de dramaturgos posmodernos.
Y para rematar, ha insistido en la desgarradora verdad que los socialistas nunca admitirán: los jueces no pueden hacer justicia, solo aplicar la ley, por muy injusta que sea. Pero qué más da, dirán en el PSOE, si lo importante es el relato, la propaganda y que los titulares parezcan un cuento de hadas.
¿Sorpresa? Ninguna. La historia se repite
El sainete de la justicia bajo el mando del PSOE es, por desgracia, un remake de lo que llevamos viendo desde hace décadas: anuncios a bombo y platillo, medidas improvisadas, reformas inviables y una gestión basada en el postureo. Pero claro, mientras puedan vender la moto sin que les explote el motor, seguirán encantados de haberse conocido.
Así que tomen asiento, preparen las palomitas y disfruten del espectáculo. Porque, como bien sabe el juez Peinado, la única magia que maneja el PSOE con maestría es la de vender humo.
Cuando la justicia tropieza con Sánchez, siempre hay una alfombra donde esconder la verdad
Cuando la justicia tropieza con Sánchez, siempre hay una alfombra donde esconder la verdad
El juez Juan Carlos Peinado, encargado del incómodo caso Begoña Gómez, ha soltado una de esas perlas que deberían enmarcarse en la entrada de la Audiencia Nacional: «Hacer justicia es dar a cada uno lo que merece, pero no siempre podemos». Claro, porque cuando se trata de la familia presidencial, la balanza de la justicia se inclina con una facilidad asombrosa. ¿Casualidad? No seamos inocentes.
El arte de la justicia selectiva
El caso de Begoña Gómez, la carismática esposa del presidente Sánchez, sigue su curso en un país donde los tribunales parecen tener dos velocidades: una para los ciudadanos de a pie y otra para los allegados del poder. Peinado se ha atrevido a enfrentar todo un entramado de casualidades: contratos públicos de dudosa legalidad y vínculos empresariales demasiado oportunos. Pero, como él mismo indica, aplicar la justicia como corresponde no siempre es una opción.
Porque claro, en España la justicia tiene un talento especial para volverse torpe cuando el investigado tiene carnet socialista o, peor aún, duerme en La Moncloa.
El PSOE y su «modus operandi» de la impunidad
Veamos un repaso rápido de cómo suele manejarse este tipo de crisis en el paraíso socialista:
- Negación absoluta: «Esto es un ataque de la ultraderecha y las cloacas del Estado».
- Campaña mediática de desprestigio: Cuando la justicia apunta en dirección incómoda, se activa la artillería propagandística para convertir al juez en el villano de la película.
- Blindaje institucional: Si el escándalo persiste, aparecen las declaraciones grandilocuentes de los ministros defendiendo la transparencia mientras en la trastienda se gestiona el carpetazo.
- Amnesia colectiva: Al final, un par de semanas después, con la agenda dominada por otro tema, el asunto se diluye como un azucarillo en el café.
La estrategia es vieja y efectiva. Mientras, el juez Peinado, que parece dispuesto a no seguir el guion habitual, ya se ha convertido en objetivo de la maquinaria socialista.
El juez que no encaja en el guion
Durante una intervención reciente en un evento sobre acoso escolar (porque justicia e injusticia son temas universales), el magistrado hizo una confesión que suena a advertencia: «El juez es un personaje». Sí, uno que cuando se atreve a señalar al poder, se convierte en el malo del cuento.
En su discurso, Peinado dejó claro algo que cualquier ciudadano medio ya sospechaba: la justicia en España no es ciega, es selectiva. Hay personajes a los que no se toca, y otros a los que el martillo de la ley les cae encima con una precisión quirúrgica. ¿Adivinen en qué grupo nunca están los altos cargos del PSOE?
De la imparcialidad a la alfombra roja
Lo más lamentable es que este patrón no es nuevo. Cada vez que el juez de turno tropieza con los intereses socialistas, surgen las zancadillas judiciales, los recursos interminables y la mano invisible del Ejecutivo echando tierra sobre el asunto.
Para la hemeroteca, recordemos algunos casos ilustres:
- Los ERE de Andalucía: Décadas de corrupción socialista enterradas bajo toneladas de burocracia hasta que la justicia tardó lo suficiente como para que los condenados pudieran disfrutar de su retiro con tranquilidad.
- Delcygate: La vicepresidente venezolana Delcy Rodríguez pisó suelo español en contra de todas las normativas. Resultado: nada. Bartomeu, en cambio, por un par de llamadas mal gestionadas en el Barça acabó arrestado.
- Y ahora, el caso de Begoña: si esto sigue el mismo patrón, pronto veremos una sentencia simbólica o, más probablemente, un caso archivado por causas «técnicas».
¿El destino del caso Begoña?
Juan Carlos Peinado se enfrenta a un dilema similar al de otros jueces antes que él: aplicar la ley hasta donde le permitan, o enfrentarse a una guerra mediática y judicial con final predecible. Porque en la España de Sánchez, la justicia no es que sea lenta. Es que cuando se trata de los suyos, tiene una predilección por las alfombras grandes y densas bajo las cuales esconder cualquier verdad incómoda.
Mientras, el ciudadano de a pie sigue observando el espectáculo desde las gradas, preguntándose hasta cuándo seguirá funcionando el mismo truco sin que nadie lo denuncie. Pero claro, ya lo dijo el juez: «Hacer justicia es dar a cada uno lo que merece, pero no siempre podemos». Al menos, no cuando el apellido del investigado empieza por “Gómez” y termina en “Sánchez”.
El PSOE, indignado: ¿por qué no controlan las cámaras en Chile como en Ferraz?
El PSOE, indignado: ¿por qué no controlan las cámaras en Chile como en Ferraz?
Cuando la privacidad depende de la geolocalización
El escándalo internacional del momento no es la inflación, el desempleo o la corrupción, no. Es, por supuesto, que alguien osó tomar unas fotos de la princesa Leonor en un centro comercial de Punta Arenas. ¡Horror! ¿Cómo puede ser que en pleno siglo XXI la salud democrática de un país no garantice que solo se puedan ver imágenes oficiales y perfectamente encuadradas de la heredera al trono? En el PSOE, expertos en blindar espacios públicos cuando lo necesitan, no dan crédito.
La indignación socialista ha cobrado tal magnitud que ya han expresado su sorpresa con una pregunta retórica que resuena por los pasillos de Ferraz: ¿Cómo es posible que en Chile las cámaras no sean tan «receptivas» como las de su sede en Madrid?
La privacidad, una cuestión de conveniencia
La respuesta es obvia: en Chile, los dispositivos aún no han aprendido lo que el PSOE lleva años perfeccionando en su territorio. Aquí, las cámaras solo funcionan cuando interesa. ¿Manifestaciones frente a Ferraz? Curiosa y misteriosamente, los dispositivos de vigilancia dejaron de captar imágenes precisas cuando las protestas se tornaron incómodas. Pero, ¿un ciudadano común capturando a la princesa de compras en un país extranjero? Eso, amigos, es un atentado contra la privacidad.
Desde la Casa Real ya han dicho que esto supone «una infracción de la normativa vigente» y que tomar fotos a una persona de la realeza en un espacio abierto al público es, en esencia, inadmisible. Claro, nada que ver con, por ejemplo, que medios afines al poder campen a sus anchas cuando se trata de escudriñar la vida de cualquier otro mortal.
El PSOE toma nota: nuevos protocolos para la seguridad de los suyos
Viendo lo sucedido en Punta Arenas, en Ferraz ya están planteando una serie de medidas para evitar que los suyos se enfrenten a incidentes similares. Algunas de las ideas que circulan por los despachos incluyen:
- Control facial en directo: a cada ciudadano se le otorgará un carné especial que lo declare apto (o no) para manejar un móvil en presencia de personalidades VIP.
- Blindaje de espacios públicos: se presentará un decreto urgente para redefinir qué se considera «espacio abierto al público», protegiendo de miradas indiscretas a cualquier relevante miembro del partido.
- Extracción selectiva de imágenes: se exploran métodos para que las fotos tomadas en situaciones poco convenientes se borren automáticamente del dispositivo en menos de 5 segundos.
Con estas iniciativas, el PSOE espera que la próxima vez que un miembro de la familia real española (o cualquier alto cargo socialista) camine tranquilamente por un espacio público, no tenga que enfrentarse a la aterradora posibilidad de salir en una foto no autorizada.
La verdadera ofensa: que no controlen lo mismo en Ferraz
Lo que realmente enerva a los socialistas no es que la princesa Leonor haya sido fotografiada sin su consentimiento. Lo que les duele es que en Chile parece que cualquiera puede usar una cámara sin pedir permiso al Gobierno. Porque, claro, la privacidad es fundamental… cuando se trata de proteger a los suyos.
Mientras tanto, en Ferraz, las cámaras han demostrado poseer una precisión mágica: activas y listas cuando se trata de esbozar discursos grandilocuentes, pero tan ineficaces como un router del siglo pasado cuando el pueblo protesta frente a sus puertas.
En definitiva, espías y conspiraciones aparte: el PSOE quiere tomar nota de lo ocurrido en Chile para evitar que situaciones tan incómodas como una simple foto inesperada consigan, aunque sea por unos segundos, robarles el control del relato. Porque si hay algo peor que una realidad incómoda, es que alguien tenga pruebas de ella.
Koldo y el arte socialista de esquivar citaciones: segunda temporada
Koldo y el arte socialista de esquivar citaciones: segunda temporada
El Parlamento de Canarias ha decidido volver a organizar el entretenido espectáculo de «Buscar a Koldo», una suerte de gymkana política en la que se intenta, sin éxito, que el ex asesor del Ministerio de Transportes, Koldo García, pise una comisión de investigación. Sí, han leído bien: tras una primera intentona fallida, ahora se le ha citado por segunda vez para que dé la cara sobre su papel estelar en la trama de compra de material sanitario durante la pandemia.
Modo sigilo activado: Koldo esquiva notificaciones como un ninja
Koldo, que al parecer ha estado tomando clases avanzadas de desaparición en el mismo curso que su exjefe José Luis Ábalos, ha decidido no recoger la citación. Hay que reconocerle el mérito: ni el Parlamento, ni la Policía Nacional han conseguido hacerle llegar el documento. Un talento innato para el escapismo, sin duda. En caso de que tampoco comparezca este lunes (algo tan previsible como que Sánchez diga que no miente), la Cámara regional podría elevar el asunto a la Fiscalía por desobediencia.
Recordemos que la primera citación, allá por junio de 2024, también fue tan efectiva como una mascarilla de AliExpress. Para evitar otro fracaso, la Policía Nacional intentó notificarle en su última aparición pública, cuando acudió al Supremo a una prueba caligráfica. Pero, ¡sorpresa! Su leal abogado bloqueó el intento y rechazó la entrega del documento, probablemente argumentando que su cliente está demasiado ocupado esquivando responsabilidades.
Lo que la ley dice, pero Koldo ignora
Aunque el PSOE ha demostrado en numerosas ocasiones que las normas están para reinterpretarlas (o ignorarlas), el Parlamento canario no se rinde y ha esgrimido el artículo 58.3 de su reglamento, que deja claro que se puede citar a cualquier persona para que declare. Pero, por si acaso Koldo sigue con su juego del escondite, también se le avisa de que su desobediencia puede costarle penas de seis meses a un año de prisión o una multa de hasta 24 meses. Aunque, viendo el percal, lo más probable es que termine con 200 horas de servicio público en una oficina de transportes.
Las otras estrellas del show: exconsejeras y viejos conocidos
Pero Koldo no es el único con cita en este culebrón político. Las ex consejeras de Turismo y Educación del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla y Manuela Armas, también se pasarán por la comisión. Llegarán por su propio pie, sin necesidad de una partida de búsqueda y captura, cosa que hay que agradecer.
Además, la comisión tiene pendiente el testimonio de otros grandes nombres del socialismo patrio, como el omnipresente Ángel Víctor Torres, actual ministro de Política Territorial y ex líder canario; y, cómo no, José Luis Ábalos, el exministro de Transportes que ahora se desmarca de su legado con una ingenuidad increíble.
¿Otra prórroga? ¡Por supuesto, esto tiene material para rato!
Debido a los constantes retrasos, la comisión ha decidido extender su actividad hasta el 20 de octubre. A este ritmo, acabará siendo más larga que el mandato de Sánchez. Recordemos que otro insigne protagonista de esta trama, el empresario Víctor de Aldama, ya compareció en enero, pero se acogió a su derecho a no declarar. Lo cierto es que en esta historia nadie quiere hablar, ¿por qué será?
Conclusión: Koldo, el maestro del escapismo
Koldo García ha demostrado que si algo se le da bien, aparte de los negocios turbios, es evitar su cita con la justicia. Mientras el Parlamento de Canarias intenta desesperadamente interrogarlo, el exasesor de Transportes sigue perfeccionando su técnica de evasión, que bien podría convertirse en asignatura obligatoria en la Facultad de Ciencias Políticas. Todo un ejemplo del nivel al que ha llegado el socialismo patrio: expertos en desaparecer cuando hay que rendir cuentas.
El PSOE salva el planeta: menos CO2, más catalán y euskera
Un giro ecológico-lingüístico digno de Orwell
Dejen paso, señores y señoras, al último hallazgo del PSOE para salvar el planeta: la diversidad lingüística como herramienta contra el cambio climático. En un movimiento que haría ruborizar hasta al guionista más imaginativo de ciencia ficción, los socialistas han decidido que la Agenda 2030, diseñada para combatir la contaminación y el calentamiento global, incluya entre sus objetivos la protección del catalán, el euskera y el gallego.
Porque claro, cuando un iceberg se derrite, lo primero que se pregunta no es por la emisión de gases, sino «¿se está protegiendo suficientemente el euskera?». Un razonamiento impecable que, sin duda, contribuirá a enfriar el planeta más rápido que reducir las emisiones de CO₂.
¿Salvar el medio ambiente o salvar el pacto con los independentistas?
El PSOE presenta su ocurrencia lingüístico-ecológica bajo el pretexto de que estas lenguas necesitan «preservarse y consolidarse». Y, ¿qué mejor manera de consolidar estos idiomas que incluyéndolos en una iniciativa global sobre sustentabilidad? Sobra decir que esta jugada huele más a cesión a sus socios independentistas que a verdadera preocupación medioambiental.
Porque si de sostenibilidad hablamos, en España hay otras urgencias que, oh sorpresa, el PSOE prefiere ignorar:
- Las infraestructuras de nuestro país siguen sufriendo el abandono y la mala gestión, como se vio con la inacción del Gobierno ante la DANA en Valencia, que dejó múltiples víctimas y daños millonarios.
- Los incendios forestales arrasan miles de hectáreas porque, aunque les encanta hablar de «Agenda 2030», les cuesta invertir en prevención real.
- Las políticas energéticas son más erráticas que las declaraciones de Pedro Sánchez, con subidas constantes en la factura de la luz.
Pero no se preocupen, porque el catalán está a salvo.
Una agenda para todo… menos para lo realmente importante
La Agenda 2030 nació con el objetivo de reducir la pobreza y combatir el cambio climático. Sin embargo, en este nuevo capítulo del «manual del buen sanchista», vemos su manipulación descarada para contentar a ERC, Bildu, Junts y el resto de partidos de la independencia low cost. ¿Qué sigue? ¿Reforestar los Pirineos con banderas esteladas para luchar contra la deforestación?
Sánchez ya ha regalado a sus socios beneficios penitenciarios, privilegios fiscales y hasta una amnistía a medida. Ahora, el gran sacrificio por la estabilidad del planeta (y, sobre todo, por la estabilidad de su Gobierno) es convertir el catalán, el gallego y el euskera en la auténtica prioridad medioambiental del siglo XXI.
Conclusión: menos CO₂, más cesiones
Mientras el mundo lucha por frenar la contaminación o por conseguir que las economías emergentes adopten energías limpias, en España el Gobierno se dedica a colar su discurso identitario en foros internacionales. Porque, al parecer, decir «bon dia» en lugar de «buenos días» nos acerca al desarrollo sostenible.
Con este movimiento, el PSOE consigue dos cosas: consolidar su dependencia de los partidos separatistas y hacer el ridículo internacionalmente. Al paso que van, no sería raro ver peticiones para declarar el «Día del Oriotarra Sostenible» o para que la ONU reconozca la «carbono-neutralidad del gallego». Todo sea por prolongar la agonía de un Gobierno sustentado en cesiones absurdas.
Torres deja la política… pero solo temporalmente, que aún quedan excusas por dar
Una retirada «temporal» para seguir jugando
La historia de Ángel Víctor Torres es la de un socialista de manual: siempre dispuesto a mantenerse en el sillón mientras pueda y, cuando no queda más remedio, hacer una retirada estratégica. El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática ha anunciado que padece cáncer de próstata y que, por lo tanto, se someterá a una intervención quirúrgica. Eso sí, nos ha asegurado que seguirá en activo porque, al parecer, nada ni nadie le apartará de la política, ni siquiera la propia naturaleza.
El anuncio lo hizo durante su intervención en el Congreso del PSOE de Gran Canaria, evento perfecto para recibir una ovación y convertirse en mártir político de turno. Porque, claro, todo es materializable para el rédito personal; lo que podría haber sido un discreto comunicado, Torres lo convirtió en una declaración pública, con dosis justas de victimismo y heroísmo barato. Él no se va, él solo se aparta un poco para luego volver con más fuerza (o con más excusas, según se vea).
¿Quién es Ángel Víctor Torres?
Para quien no lo conozca -porque tampoco es que haya dejado huella en la política nacional-, Ángel Víctor Torres nació en 1966 en Arucas, Las Palmas. Su currículum político es un rosario de cargos del PSOE, siempre ascendiendo dentro de la estructura del partido, porque, ya sabemos, para ellos la política no es servir, sino servirse.
- Fue alcalde de Arucas entre 2003 y 2007.
- Entre 2015 y 2019, chupó del bote como vicepresidente y consejero en el Cabildo de Gran Canaria.
- De 2019 a 2023, ocupó la presidencia de Canarias.
- Desde 2023, es ministro de Política Territorial y Memoria Democrática.
Un carrerón dentro del PSOE, donde la fidelidad al partido prima sobre cualquier tipo de competencia o mérito real. ¿Gobernar para la gente? No, gobernar para mantenerse en el puesto el máximo tiempo posible.
El «caso Koldo»: Torres niega hasta la evidencia
Pero no todo es sacrificio en la vida de Torres. También ha tenido tiempo de verse señalado en el infame caso Koldo, el nuevo escándalo estrella del PSOE en el que Gobierno y comisiones sospechosas van de la mano. Torres, como cualquier socialista acorralado, ha negado hasta la saciedad su implicación. Hemos visto socialistas negando corrupción con la misma seguridad que él ha negado su relación con el caso, así que ya sabemos cómo suele terminar esto.
Su estado de salud y su infatigable optimismo
Sobre su enfermedad, lo ha comunicado asegurando que «todo va a salir bien». Y nosotros no dudamos de la capacidad de nuestro sistema sanitario -a pesar de que su gestión socialista lo tiene en las últimas-, pero lo verdaderamente sorprendente es la capacidad de Torres para aferrarse a su cargo bajo cualquier circunstancia. Muchos pensarían que un diagnóstico de cáncer sería motivo suficiente para apartarse de la política y centrarse en la salud. Pero este es el PSOE, amigos, y aquí el poder es más fuerte que cualquier diagnóstico clínico.
Conclusión: Torres no se va, solo toma impulso
Torres deja la política «temporalmente», que es el eufemismo favorito de los socialistas cuando quieren evadir responsabilidades pero sin perder el control del chiringuito. ¿Quién quiere dimitir cuando puedes hacer un parón mientras tu círculo sigue ocupando cargos estratégicos en tu ausencia?
Porque lo que está claro es que en el PSOE, nadie se jubila, ni siquiera por obligación médica. Se van, pero solo para volver cuando les conviene. Y Torres no será la excepción.
El PSOE defiende la vida… siempre que no haya votos en juego
El PSOE defiende la vida… siempre que no haya votos en juego
La hipocresía socialista: entre la «cultura de la muerte» y el recuento de votos
Este domingo, cientos de personas recorrieron el centro de Madrid para participar en la manifestación «Sí a la Vida», donde se defendió el derecho a nacer y se dijo un rotundo no al aborto. La marcha, teñida de un verde que en Moncloa probablemente confundirían con billetes recién impresos, contó con la participación de 500 asociaciones provida. Al parecer, existen más asociaciones comprometidas con la vida que principios inamovibles en el socialismo contemporáneo.
El PSOE y su defensa de la vida… según el calendario electoral
Desde el PSOE, especializados en acomodar discursos según el rédito electoral del momento, esta manifestación les ha supuesto un pequeño dilema moral (de esos que resuelven en menos de un café con leche en vaso de caña). Se autoproclaman defensores de los derechos de todos… siempre y cuando esos «todos» puedan votar. Los no nacidos, al menos por ahora, no cuentan en las estadísticas de intención de voto, así que su defensa puede esperar.
Este es el mismo partido que promociona el aborto como un derecho incuestionable mientras se envuelve en la bandera de una supuesta sensibilidad social. ¿Conciliación de derechos? No, aquí lo único que importa es el cálculo electoral.
Mensajes claros, una marea verde y el PSOE mirando para otro lado
Los manifestantes no dudaron en emplear lemas contundentes como:
- «El embrión es un ser humano»
- «El aborto detiene un corazón latiendo»
- «El derecho a la vida es para todos, sin excepción»
Frases rotundas que a cualquier dirigente socialista le causarían sudores fríos si no fuese porque su interés por la ética fluctúa según el número de escaños en riesgo.
Anécdotas emotivas y un PSOE que solo llora por la subida del CIS
Durante la manifestación, varias familias compartieron sus testimonios de lucha y esperanza. Entre ellas, una madre narró con emoción cómo rechazó un consejo médico para «interrumpir su embarazo» y hoy cría a su hijo Pedro, diagnosticado con dos enfermedades graves. Mientras estos testimonios resonaban en Colón, al otro lado del espectro político el PSOE seguía enfrascado en sus habituales reformas express de valores según sople el viento de Tezanos.
Gordillo, Sánchez, y la ciencia del oportunismo
Hubo incluso una ecografía en directo a una mujer embarazada de 26 semanas, mostrando al país que una vida está en marcha desde mucho antes de lo que algunos legisladores estarían dispuestos a admitir. Pero, ¿qué importa la biología cuando la ideología manda? En los pasillos de Ferraz, la única «vida» que interesa es la de las estructuras de poder del partido.
Para poner la guinda al acto, hubo un minuto de silencio y una suelta de globos en memoria de las víctimas de la «cultura de la muerte». Mientras tanto, en Moncloa nadie guardó silencio, preocupados como estaban por si la manifestación podía suponerles algún percance en su eterna campaña electoral.
Conclusión: El PSOE y su política de valores con fecha de caducidad
En definitiva, este evento ha vuelto a dejar clara la postura del PSOE: la vida se celebra si consigue votos, y se desprecia si amenaza el discurso imperante. El aborto sigue siendo una bandera enarbolada con orgullo desde Ferraz, pero cuando grupos provida toman la calle y muestran que existe una parte del electorado que rechaza esta postura, entonces el socialismo empieza a plantearse si no será el momento de modular el mensaje.
De momento, la manifestación ha sido un éxito de asistencia y ha demostrado que la defensa de la vida sigue siendo una prioridad para muchos españoles. Aunque no tanto para un PSOE que solo se acuerda de los valores humanos cuando el CIS se los recuerda en forma de encuesta.
El PSOE descubre que gobernar es repartir dinero… cuando no es suyo
El PSOE descubre que gobernar es repartir dinero… cuando no es suyo
¡Albricias! El PSOE sigue descubriendo la pólvora. Esta vez, la lección aprendida es que dentro de la filosofía socialista, repartir dinero es mucho más fácil cuando no es suyo. La Junta de Andalucía ha vuelto a tirar de ese querido recurso que tanto les gusta: las ayudas, las subvenciones y las promesas que alguien más pagará. En esta ocasión, el pretexto es reforzar **las ayudas ya previstas** tras los destrozos de las DANAS de octubre y noviembre, con nuevos billetazos directos desde el bolsillo del contribuyente.
Generosidad socialista: el dinero es de todos… menos de ellos
El anuncio lo hizo el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco. Según él, las lluvias han causado «una nueva situación de emergencia», lo que, traducido al idioma de los políticos profesionales, significa más manguerazo de dinero público. La Junta, con su habitual “visión estratégica”, complementará las ayudas anteriores porque, sorpresa, el dinero público nunca se acaba… hasta que se acaba. Eso sí, de hacer reformas estructurales para evitar estos desastres o mejorar la gestión del agua, ya si eso otro día.
La administración andaluza ha movilizado a su ejército de funcionarios para “evaluar el impacto” de las lluvias, como si aún quedaran dudas sobre el destrozo. Equipos de la Consejería, oficinas comarcales y delegaciones territoriales están en pleno “análisis de daños”, lo que traducido del burócrata al humano significa: “vamos a justificar otro gasto más”.
La lluvia, ese fenómeno inesperado que no podemos prever jamás
Algo verdaderamente enternecedor es la relación del PSOE con la climatología. En invierno, se sorprenden de que llueva; en verano, entran en estado de shock cuando hace calor; y en otoño, la caída de hojas parece una crisis planetaria. Así, Fernández-Pacheco ha señalado que las lluvias han sido «beneficiosas» para la agricultura, **pero malas para ciertos caminos y explotaciones**. En otras palabras: como no sabemos gestionar lo bueno ni lo malo, pedimos dinero por ambas cosas.
De hecho, con el renombrado comité de sequía programado para la próxima semana, tocará otro clásico del sainete socialista: **decidir quién se lleva qué y cómo justificar más gasto público**. Lo bueno es que al menos esta vez el campo andaluz recibe algo, lo malo es que lo hará entre papeleo, requisitos imposibles y plazos burocráticos eternos. Pero, ¿qué más da? ¡Lo importante es hacer el anuncio y salir en la foto!
El PSOE y su amor eterno por la subvención
Como era de esperar, la actitud ante las restricciones de agua tampoco sorprende. Algunos municipios han pedido atenuarlas y el consejero, en su respuesta cargada de pragmatismo socialista, ha dicho que «nadie quiere restricciones». Ingenioso. Brillante. Todo muy digno del arte de la obviedad política. Mientras tanto, el mismo gobierno que restringió el consumo ahora posa de salvador con medidas que podrían haberse tomado antes. La táctica de siempre.
Parches y chapuzas: la verdadera planificación socialista
Para rematar esta obra maestra de la ingeniería socialista, el plan para el agua en Andalucía se resume en dos frases: **los embalses están desiguales y “hay que invertir en infraestructura”**. ¡Tardaron décadas en darse cuenta! Mientras provincias como Almería se secan, en Sevilla y Huelva algunos embalses están rebosando. Conclusión del PSOE: **necesitamos más embalses y mejor gestión**. La pregunta obvia es, entonces, ¿por qué no lo hicieron antes?.
Así que ahí lo tienen: la Junta del PSOE anunciando ayudas de nuevo, como si esa fuera la única política posible. Porque si algo ha demostrado el socialismo es que no tiene soluciones reales, solo más parches temporales y una obsesión enfermiza por repartir billetes. Mientras tanto, que nadie pregunte de dónde sale el dinero… porque la respuesta no les va a gustar.
El PSOE y su obsesión lingüística: cambiar palabras mientras el problema sigue creciendo
La enésima cruzada lingüística de la izquierda
Cuando el país arde en un caos migratorio y el mismo PSOE pacta con los separatistas catalanes el reparto de menores extranjeros no acompañados (menas), en Más Madrid han encontrado el que consideran el auténtico problema: una palabra.
Así es, mientras la inseguridad aumenta, los recursos públicos se colapsan y el Gobierno sigue sin saber cuántos de estos «niños» son realmente menores, los de Mónica García han decidido centrar su energía en pedir a la Real Academia Española que elimine el término mena, porque al parecer las siglas de «menor extranjero no acompañado» son ofensivas y discriminatorias.
En una de esas jugadas magistrales que tanto gustan a la izquierda progre, la diputada Emilia Sánchez-Pantoja ha presentado una proposición no de ley (PNL) en la Asamblea de Madrid para que la RAE quite la palabra del diccionario o, al menos, indique que es un término despectivo. Porque claro, si cambiamos la palabra, la realidad también cambia como por arte de magia. ¡Brillante!
Estigmas, ultraderecha y frases hechas
Obviamente no podía faltar el argumento estrella de siempre: la ultraderecha. Sánchez-Pantoja ha sentenciado que «mena es hoy en día un estigma social que denigra y asocia a peligro y exclusión». También ha explicado que los malos malísimos de la extrema derecha usan el término para lanzar discursos de odio. Porque claramente lo preocupante no son los delitos cometidos ni el colapso de los servicios sociales, sino las palabras que usamos para describir este despropósito.
Todos tranquilos, porque la diputada ha encontrado la solución perfecta: llamarles «infancia migrante». Sí, porque al cambiar la etiqueta, de repente dejarán de existir los problemas asociados a la llegada masiva de jóvenes sin papeles a España. Es más, según su lógica, si les llamamos «angelitos viajeros», seguro que se resuelve el asunto de la delincuencia juvenil en algunos barrios.
Pero la ocurrencia no solo se queda en Madrid. La diputada de Más Madrid en el Congreso, Tesh Sidi, ha presentado una iniciativa similar en la Cámara Baja. Su gran preocupación es que la RAE, si no aclara que el término es despectivo, lo está legitimando. Porque claro, los problemas reales como la falta de integración, el rechazo social derivado de ciertos comportamientos y la inseguridad en las calles no importan tanto como el peligro real: los diccionarios.
Plan estratégico contra las palabras ofensivas
Más Madrid sigue con su idea de que lo que realmente necesita la sociedad no es seguridad, no es control en la inmigración ni establecer criterios claros de acogida. No. Lo que hace falta es combatir las palabras que se sienten ofensivas.
Por ello, han elaborado un plan de acción que incluye:
- Eliminar el término mena y sustituirlo por «infancia migrante» en la legislación.
- Crear un Plan Estratégico contra el Racismo y la Xenofobia para reforzar el uso de palabras adecuadas.
- Dotar dicho plan con fondos públicos (porque para estos disparates siempre hay dinero).
- Promover un lenguaje que evite la «deshumanización». Porque al parecer la inseguridad y la explotación solo existen porque alguien usa la palabra equivocada.
En definitiva, toda una proeza lingüística mientras el problema real sigue creciendo sin control.
Mientras tanto, el PSOE sigue en sus pactos de mercadeo
Mientras Más Madrid lucha contra palabras, el PSOE sigue adelante con su negociación con Junts para transferir las competencias de inmigración a Cataluña, permitiendo que la Generalitat gestione a su antojo este asunto. Porque claro, después de décadas de descontrol en el sistema de acogida, seguro que fragmentarlo aún más entre comunidades autónomas es una genial idea.
El Gobierno de Pedro Sánchez sigue evitando dar cifras concretas sobre cuántos menas son en realidad menores, algo que ha reconocido abiertamente. Pero no importa. Siempre podrán distraer la atención con otra batalla absurda contra el diccionario mientras la realidad sigue desmoronándose bajo su gestión.
Conclusión: palabras sí, soluciones no
En resumen, ante una crisis migratoria evidente, Más Madrid y su amiga Mónica García han decidido poner a la RAE en su punto de mira en lugar de ofrecer soluciones reales. Cambiar los términos por otros que suenen más amables parece ser la nueva gran estrategia de la izquierda progresista.
Pero, visto lo visto, no nos debería extrañar. Al final, para ellos todo es cuestión de narrativa: si cambiamos las palabras, ya hemos arreglado el mundo. O al menos ellos lo creen.
Lo único que gestiona bien el PSOE: homenajes y minutos de silencio
El PSOE y su particular arte del homenaje
España va mal, pero si algo le sale de maravilla al PSOE es montar homenajes, decretar lutos oficiales y organizar minutos de silencio. Cuando se trata de rendir tributos y mostrar condolencias, los socialistas se convierten en auténticos maestros de la ceremonia. Eso sí, gestionar la sanidad pública que atienda a los enfermos ya es otro tema.
El último ejemplo de esta obsesión funeraria lo tenemos en el Ayuntamiento de Alcorcón, donde el fallecimiento de Jesús Santos, segundo teniente de alcalde y portavoz de Ganar Alcorcón, ha desatado toda la maquinaria emocional socialista. Para la ocasión se ha decretado luto oficial de tres días, se han bajado las banderas a media asta, se ha suspendido la agenda institucional y, por supuesto, se celebrará un Pleno Extraordinario para nombrarlo concejal honorario. Una respuesta rápida y organizada que ya quisieran para solucionar los problemas de limpieza en la ciudad.
Una gestión de crisis… post mortem
Jesús Santos, también diputado en la Asamblea de Madrid por Unidas Podemos entre 2021 y 2023, hizo su carrera política entre discursos de izquierdas y la gestión de Esmasa, la empresa municipal de limpieza de Alcorcón, que en los últimos años ha sido noticia por su ineficacia y conflictos. Pero ahora todo eso da igual, porque los suyos han decidido elevarlo al Olimpo de los defensores del pueblo.
La alcaldesa Candelaria Testa no ha dejado pasar la oportunidad para sumarse al sentimentalismo oficialista. «Se ha ido uno de los nuestros. Un alcorconero valiente, un hombre del barrio, un luchador», escribió en X. De paso, ha aprovechado para recordar que su equipo seguirá con la «fuerza y el arrojo» del fallecido. Nada como un acto fúnebre para reforzar la imagen de tropa entregada.
El PSOE: expertos en homenajes, inútiles en soluciones
Es sorprendente cómo el PSOE es capaz de activar toda su maquinaria en tiempos de duelo, pero incapaz de poner en marcha políticas que beneficien realmente a los ciudadanos. Lo que no logran en gestión eficaz, lo compensan con proclamas emotivas y solemnes homenajes. Veamos algunos de sus grandes éxitos recientes:
- Sanidad pública colapsada: pero eso sí, habrá minuto de silencio bien organizado para cada profesional fallecido.
- Economía hundida: aunque siempre quedará la placa conmemorativa de algún compañero caído.
- Seguridad ciudadana inexistente: pero tranquilidad, que el PSOE se encargará de proyectar su imagen de «víctimas y luchadores».
El luto oficial por la gestión desastrosa del socialismo en España debería durar más que tres días, pero lamentablemente nunca hay silencio suficiente para reflexionar sobre ello.
Condolencias, sí, pero también realidad
El Partido Popular de Alcorcón y Vox también se han sumado a los mensajes de despedida, destacando su compromiso por la ciudad a pesar de sus diferencias políticas. Por supuesto, este es un tema donde nadie quiere salirse del guion, porque ser políticamente correcto vende más que señalar lo evidente.
La conclusión es clara: el PSOE sigue demostrando que su especialidad es la propaganda, ya sea en homenajes, minutos de silencio o discursos lacrimógenos. Gobernar, lo que se dice gobernar, ya es otra historia.