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  • El PSOE y la previsión meteorológica: siempre llegan tarde y con excusas

    El PSOE y la previsión meteorológica: siempre llegan tarde y con excusas

    El PSOE y la previsión meteorológica: siempre llegan tarde y con excusas

    Cuando la Generalitat descubre la lluvia… el diluvio ya ha empezado

    Si algo caracteriza a la Generalitat Valenciana bajo el mandato socialista es su increíble capacidad para llegar tarde a todo. Esta vez, la hazaña ha rozado lo paranormal: el Ministerio de Bienestar Social decidió enviar un protocolo de actuación a las residencias de mayores cuando la DANA ya llevaba horas castigando la comunidad. Es decir, como si un bombero apareciera en un incendio con un PowerPoint sobre cómo usar un extintor… después de que las llamas hayan reducido a cenizas el edificio.

    A las 8 de la mañana del 29 de octubre, mientras los valencianos nadaban en sus salones y las residencias luchaban por evitar el caos, la Generalitat tuvo la brillante idea de remitir su protocolo sobre cómo no ahogarse en una inundación. ¡Qué previsión! Seguro que los directivos de las residencias estaban esperando justo ese correo mientras achicaban agua y trasladaban ancianos en balsas improvisadas.

    Un protocolo a prueba de irresponsables… si se leyera a tiempo

    El documento de siete páginas incluía recomendaciones tan innovadoras como: “evitar los sótanos en caso de inundación”. Quizá pensaron que había que recordar lo básico, no fuera que los empleados confundieran el agua con una nueva terapia de hidroterapia geriátrica. También recomendaba, con gran perspicacia, “cortar la corriente eléctrica” si el agua subía demasiado. Esperemos que esta información llegara antes del primer chispazo.

    El protocolo, por supuesto, dejaba la responsabilidad final a los directivos de los centros, asegurando que ellos tendrían que decidir qué hacer en caso de emergencia. Es decir, el gobierno socialista se lava las manos (con agua de la DANA, suponemos) y carga sobre los gestores de las residencias cualquier tipo de culpa si algo sale mal. Muy valiente.

    El PSOE de Paiporta: del temporal a la tormenta de críticas

    Mientras la consellera Susana Camarero intentaba contactar con alcaldes y responsables municipales para coordinar la respuesta a la crisis, pasó algo que ya no sorprende a nadie: la alcaldesa socialista de Paiporta, Maribel Albalat, no apareció por ninguna parte. La consellera, al no obtener respuesta, tuvo que recurrir a la portavoz del PP en el municipio, Chelo Lisarde, para que le proporcionara otros contactos municipales. Solo faltaba que le pidieran ayuda a un vecino con walkie-talkie.

    Lo más divertido (o patético, según se mire) fue cuando en enero, en el pleno municipal, PP, Vox y Compromís reprobaron la nefasta gestión del PSOE en Paiporta. Albalat, con la misma entereza con la que ignoró las llamadas en plena DANA, se limitó a encajar las críticas. Y los vecinos, que sí estuvieron en el pleno, dejaron claro su profundo descontento. Quizá esperaban algo más que su alcaldesa de paseo mientras ellos salvaban lo que podían.

    Excusas de manual y la falta de reflejos habitual

    • “No lo vimos venir”: La DANA fue noticia durante días antes de su llegada, pero el socialismo valenciano funciona con el mismo radar que un topo ciego.
    • “Hicimos lo que pudimos”: Sí, enviaron un email cuando la gente ya estaba bajo el agua. ¿Van a alegar que el problema era que no les leían el correo a tiempo?
    • “Es culpa de otros”: Nunca es responsabilidad del PSOE. Jamás. Ni aunque les pillen con el correo en la bandeja de salida a las 8:00 h del día del desastre.

    Conclusión: cuando la lluvia moja, el PSOE saca el paraguas… tarde

    En resumen, esta historia encapsula a la perfección la brillante gestión socialista: improvisación, respuesta tardía y una mezcla de ineptitud y desidia digna de manual. Menos mal que la naturaleza no espera a que el PSOE mande protocolos, porque si de ellos dependiera, seguirían debatiendo qué tono de azul usar en las alertas meteorológicas mientras la gente construye balsas con los muebles de su casa.

    Quizá para la próxima gran tormenta la Generalitat opte por adelantarse con alguna medida innovadora, como enviar palas y flotadores en vez de correos electrónicos irrelevantes. Aunque conociéndolos, lo harían cuando el nivel del agua alcance el techo.

  • El PSOE descubre el empleo: cursos en vez de arruinar empresas

    El PSOE descubre el empleo: cursos en vez de arruinar empresas

    El PSOE descubre el empleo: cursos en vez de arruinar empresas

    Detengan las rotativas, señores. Ha sucedido lo impensable: un ayuntamiento bajo el mando del PSOE ha tenido una idea para fomentar el empleo que no implica arruinar negocios con impuestos asfixiantes o regalar subvenciones a amiguetes. Sí, han leído bien. Esta vez, han decidido lanzar un curso de Carnicería y Charcutería en Huelva para aprovechar la demanda real del sector. Algo insólito, teniendo en cuenta que su modus operandi habitual es justo lo contrario: eliminar el empleo y luego culpar al «neoliberalismo feroz».

    Quince plazas… para arreglar el paro

    Porque, claro, 15 plazas para un curso es la solución definitiva al problema del desempleo, ese que el PSOE ha perfeccionado con décadas de brillante incompetencia. Pero no nos pongamos quisquillosos. Todo el mundo sabe que un par de aprendices de carnicero son justo lo que la economía andaluza necesitaba. Para tranquilidad de los futuros aspirantes, el consistorio ha asegurado que la disponibilidad horaria será un criterio clave en la selección. Porque saber cortar carne es secundario, lo importante es que no tengas vida propia.

    La formación que salva a los desempleados (o no)

    Según el ayuntamiento, este curso está enfocado en personas con más dificultades de inserción laboral. Parece que han descubierto que un empleo en un sector con paro nulo es mejor que eternizarlos en subsidios y ayudas, cosa a la que el PSOE acostumbra con placer. Pero cuidado, futuros carniceros: la intención es buena, lástima que las soluciones lleguen por goteo, cuando lo que hace falta es un chorro de oportunidades laborales.

    Como todo gran plan socialista, la oferta formativa incluye:

    • Parte teórica: Porque antes de aprender a despiezar un lomo, habrá que tragarse horas de normativa absurda y protocolo institucional.
    • Prácticas en empresas: Siempre y cuando queden negocios abiertos tras la lluvia regulatoria y los impuestos confiscatorios del PSOE.

    Vamos, un curso express para que los inscritos puedan tener una profesión, aunque luego haya que pelear contra la maraña burocrática, los costes impagables y las regulaciones absurdas que hacen casi imposible abrir un negocio en España.

    ¿Y los empresarios? A ver si sobreviven

    Ah, pero no nos olvidemos de los empresarios onubenses. Esos héroes modernos que todavía intentan sobrevivir en un ecosistema diseñado para exterminarlos. Según la teniente de alcalde Adela de Mora (PP), han tenido el descaro de hablar con los empresarios para asegurarse de que esta formación realmente sirva para algo. Sorprendente, porque lo normal en la izquierda es inventarse puestos de trabajo desde el despacho, aunque luego no tengan demanda.

    El curso se financiará con fondos municipales, lo cual es un lindo eufemismo para decir que llega del bolsillo de los ciudadanos, incluso de aquellos a los que se les fríe a impuestos mientras intentan emprender. Pero no importa, porque al menos los futuros carniceros podrán aprender a cortar chorizo. Algo que, dicho sea de paso, vendría muy bien en Moncloa.

    Conclusión: el PSOE y sus soluciones de chiste

    En resumen, que el PSOE ha gastado una de sus limitadas neuronas en algo parecido a una solución real. Lo triste es que, en vez de quitar barreras, fomentar la inversión y bajar impuestos para facilitar el empleo, prefieren dar pequeños parches para que la foto quede bien. Mientras tanto, las políticas que de verdad arruinan el mercado laboral siguen en marcha.

    Pero ánimo, onubenses: dentro de veinte o treinta cursos más, quizás el paro en Andalucía baje una décima. ¡Todo un éxito para la gestión socialista!

  • Ximo Puig, maestro del inmovilismo: ocho años sin mover un ladrillo en Alicante

    Ximo Puig, maestro del inmovilismo: ocho años sin mover un ladrillo en Alicante

    El «olvido» socialista: ocho años de parálisis y fotos

    Si algo ha demostrado el gobierno de Ximo Puig es su innegable capacidad para la meditación profunda… tanto, que mantener en pausa un centro de salud esencial para Alicante durante ocho años no pareció molestarle en lo absoluto. Ahora, es Carlos Mazón quien llega con escoba en mano para recoger los escombros de la brillante gestión socialista y, por increíble que parezca, darle uso a los presupuestos públicos.

    La Generalitat Valenciana ha anunciado la reactivación del centro de salud de Condomina con una primera partida de 500.000 euros en los presupuestos de 2025. El proyecto, que parecía estar en estado comatoso desde que Puig aterrizó en el Gobierno valenciano, finalmente ve la luz del día gracias a una inversión total de 10,6 millones de euros. Se estima que atenderá a 21.000 habitantes, unos cuantos miles más que las fotos de campaña del expresident en Alicante.

    La estrategia de gobierno de Ximo Puig: cámara, sonrisa… y nada más

    No es que Puig no se haya interesado por Alicante, todo lo contrario. De hecho, numerosos testimonios locales recuerdan sus espléndidas visitas, únicamente para posar ante las cámaras. Así quedó demostrado cuando Julia Llopis, edil en 2022, dejó clara la situación: «Solo viene a hacerse fotos». Y efectivamente, porque de hacer algo más, ni rastro.

    ¿Qué dejó Ximo Puig en la sanidad alicantina? Vamos a hacer un breve repaso, por si alguien todavía cree en la eficacia del socialismo:

    • Ocho años sin mover un solo ladrillo. Para los impacientes, el mantra socialista: «Todo llega, pero no durante nuestra legislatura».
    • Un legado de «cero inversión». Una hazaña difícil de lograr cuando incluso los presupuestos aprobaban fondos para nuevas infraestructuras.
    • Una colección de fotos y promesas vacías. La única construcción visible del PSOE: castillos de aire.

    Mazón toma las riendas (y el cemento)

    Tras años de procrastinación política, Mazón ha confirmado que el centro estará ubicado en la Avenida Locutor Vicente Hipólito y contará con una superficie de 3.490,83 metros cuadrados, un lujo impensado en la administración de Puig. Además, incluirá:

    • Ocho consultas de Medicina de Familia y ocho de enfermería.
    • Cuatro consultas médicas de Pediatría y dos de enfermería pediátrica.
    • Odontología preventiva (sí, hasta los dientes tenían más posibilidades de caerse que el proyecto de centro de salud).
    • Zonas de extracciones, rehabilitación e incluso un PAC para atención continuada.

    Las obras comenzarán en el primer trimestre de 2026 y durarán aproximadamente dos años. Es decir, en menos tiempo del que Ximo Puig pasó en el poder sin siquiera marcar una fecha de inicio.

    Mientras Puig posaba, Alicante perdía

    El dato que más evidenció el desinterés absoluto del PSPV por la sanidad alicantina lo dio el propio Ayuntamiento en 2022: cinco años sin construir ni un solo centro de salud. Ni uno. He aquí el resultado de una gestión que prefirió destinar esfuerzo a la retórica política antes que al bienestar ciudadano.

    Ahora, con Mazón al frente, la Comunidad Valenciana asigna el mayor presupuesto sanitario de su historia: un 38% de las cuentas de 2025 irán a sanidad. Es decir, habrá más centros de salud y menos recuerdos de Puig posando en ruinas prometiendo lo que nunca llegó.

    En definitiva, si algo ha quedado claro en Alicante es que con gobernantes como Ximo Puig, ni la sanidad, ni las infraestructuras, ni siquiera las promesas tienen esperanzas de avanzar. Pero eso sí, siempre habrá una buena foto para la campaña.

  • Sánchez huye del debate sobre la nación: gobernar en las sombras es más cómodo

    Sánchez huye del debate sobre la nación: gobernar en las sombras es más cómodo

    Sánchez desaparece del Congreso: el debate le viene grande

    El gran escapista de la política española lo vuelve a hacer. Pedro Sánchez, el presidente que no convoca ni su propia sombra, ha decidido que el debate sobre el estado de la nación es algo secundario. Al fin y al cabo, rendir cuentas debe ser un concepto obsoleto para alguien que gobierna a base de decretazos y reuniones en la penumbra.

    El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha exigido que Sánchez dé la cara ante el Congreso y convoque este debate anual, pero claro, preguntar por la salud de nuestra nación a un presidente que parece dormitar en su propia burbuja es un ejercicio de ingenuidad.

    Un presidente omnipresente en sus monólogos, ausente en el Congreso

    El único sitio donde Sánchez no tiene problemas en hablar es en sus entrevistas con guion preestablecido y sus discursos en plazas escogidas con precisión quirúrgica para evitar preguntas incómodas. Pero cuando se trata de comparecer de verdad, delante de los representantes de los ciudadanos, la historia cambia.

    La última vez que hubo un debate sobre el estado de la nación fue allá por julio de 2022, hace ya una eternidad política. Desde entonces, Sánchez ha encontrado mil excusas: que si la pandemia, que si la guerra en Ucrania, que si los indultos, que si la amnistía, que si la siesta es sagrada en La Moncloa… Cualquier pretexto es válido cuando uno gobierna a golpe de opacidad.

    Un plan de acción por la democracia… pero que no incluya hablar con la oposición

    Resulta que en los papeles oficiales, el PSOE vendía su Plan de Acción por la Democracia como la gran revolución de la transparencia. En sus páginas mencionaban que convocarían anualmente el debate sobre el estado de la nación. Pero ya sabemos que lo del socialismo contemporáneo es prometer mucho y cumplir poco.

    Mientras tanto, Feijóo le recuerda a Sánchez que hay que gobernar con la gente y no contra ella. Pero claro, eso exige una dosis mínima de autocrítica, y en Sánchez la autocrítica es aún más escasa que los diputados dispuestos a defender el «sanchismo» sin tragarse su propio vómito de vergüenza.

    Presupuestos prorrogados y un Gobierno que sobrevive a base de triquiñuelas

    Feijóo no solo ha pedido el debate sobre el estado de la nación, también ha recordado otro as en la manga del PSOE: llevar dos años sin presentar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. En su lugar, la máquina gubernamental funciona con partidas prorrogadas, como si un país pudiera gestionarse como el cajón de facturas atrasadas de un banco cualquiera.

    El líder del PP ha sido claro: ningún Gobierno puede mantener este nivel de inacción sin que la democracia misma termine pagando los platos rotos. Pero Sánchez prefiere navegar en la comodidad de un despacho cerrado mientras sus diputados apagan incendios en público con discursos fabricados desde Moncloa.

    17 leyes bloqueadas y un Congreso ninguneado

    Y si de erosionar la democracia se trata, el PSOE está en plena forma. Feijóo ha recordado que el Grupo Popular tiene 17 proposiciones de ley aparcadas en el Senado y otras 6 en el Congreso que simplemente han sido ignoradas por Francina Armengol y su equipo de censores parlamentarios.

    Mientras tanto, ERC, Bildu y el populismo independentista tienen línea directa con La Moncloa. Para ellos sí hay tiempo, atención y prebendas legislativas. Para el resto del país, solo hay humo y titulares reciclados de la retórica sanchista.

    El futuro: Sánchez y su gabinete de sombras

    Feijóo lo ha dicho claro: la debilidad de Sánchez está arrastrando a España con él. Pero el presidente no parece tener prisa por cambiar nada. Su plan es evidente: resistir como sea, blindarse en su búnker monclovita y aparentar que todo está en orden, aunque todos veamos que el país se maneja a base de favores, chantajes y decisiones improvisadas entre socios de conveniencia.

    Si en el tablero político Sánchez es un zombi, su Gobierno es un desfile de muertos vivientes que hacen lo que sea por mantener el tinglado en pie.

    Pero la pregunta es… ¿durante cuánto tiempo más podrá huir Sánchez del Congreso? Porque tarde o temprano, su silencio se hará insoportable hasta para los suyos.

  • El arte del aplazamiento: el PSOE andaluz y su máster en esquivar la justicia

    El arte del aplazamiento: el PSOE andaluz y su máster en esquivar la justicia

    El arte del aplazamiento: el PSOE andaluz y su máster en esquivar la justicia

    La justicia se lo toma con calma… pero el PSOE más

    Una vez más, la maquinaria judicial española demuestra su velocidad… de tortuga reumática. La Audiencia de Sevilla ha vuelto a dar pruebas de su «eficacia» suspendiendo el juicio contra los ex alcaldes socialistas de Huévar del Aljarafe, Rafael Moreno y Áurea Borrego Moreno. ¿El motivo? Uno de los clásicos: una magistrada de baja. ¿El resultado? Un aplazamiento de 15 meses, hasta julio de 2026. Porque, claro, encontrar otra fecha antes era absolutamente imposible con una agenda tan “apretada”.

    Que los acusados estén bajo la lupa por algo tan poco relevante como enchufar a siete vecinos ignorando todos los principios de concurrencia y mérito no parece ser una urgencia para los tribunales. Total, ¿qué son 469 días más si llevamos décadas viendo cómo los socialistas se saltan las normas?

    El guion predecible del aplazamiento socialista

    Este episodio de “Aplazando la Justicia” no es un caso aislado. Marzo ha sido especialmente generoso en estas triquiñuelas:

    • Juicio pospuesto en el caso de los ERE: El sindicalista UGT Juan Lanzas, acusado de desviar 1,5 millones, vio cómo su vista se suspendía porque su nuevo abogado no había tenido tiempo suficiente de prepararse. Pobrecillo, con menos de quince años de investigación, ¿cómo iba a estar listo?
    • Juicio congelado de exalcaldes del PSOE: El exalcalde socialista de La Puebla del Río y la exalcaldesa de Benacazón, quienes colocaron a dedo a un concejal en la Mancomunidad de Residuos del Guadalquivir, también se libraron… por la ausencia de un testigo clave. ¿Nueva fecha? Noviembre de 2026. Todo con la inmediatez de un trámite en el Ayuntamiento socialista medio.

    Lecciones para sobrevivir a la justicia… cortesía del PSOE

    Parece ser que en las filas del PSOE existe un curso acelerado sobre cómo hacer que la justicia llegue cuando ya no importe. Los trucos están claros, y estos casos los demuestran a la perfección:

    1. Si hay un juicio cerca… Que no cunda el pánico, seguro que alguien se pone enfermo en el tribunal.
    2. No te preocupes si eres acusado de corrupción… Tienes garantizados al menos dos o tres aplazamientos gracias a testigos «desaparecidos».
    3. No tengas miedo de las penas de inhabilitación… Que para cuando lleguen, ya habrás vivido una digna jubilación socialista.

    Es casi cómico pensar que la Audiencia de Sevilla se sorprende por su “carga de trabajo”. Con tantos casos con el nombre del PSOE en la portada, claro que los juzgados andaluces están saturados. Si para cada juicio de corrupción socialista hay que encajar el nuevo aplazamiento en el calendario, en 2050 puede que terminemos por fin con la década socialista de los ‘90.

    El socialismo andaluz: cuando la justicia es un trámite burocrático más

    En el caso de Rafael Moreno y Áurea Borrego Moreno, la Fiscalía pide 13 años de inhabilitación. Sin embargo, conociendo el historial de sumarios congelados, es más probable que antes se extingan todas las marcas de enchufismo del diccionario que ver a algún socialista rendir cuentas a tiempo.

    La gran pregunta es: ¿hubiera pasado lo mismo si estos acusados llevaran otro color político? Pero, claro, eso es pura especulación; todos sabemos que la justicia es ciega… al menos cuando le conviene.

    Mientras tanto, en Huévar del Aljarafe, los enchufados tienen margen para disfrutar el cargo con total tranquilidad. ¿Y el concepto de igualdad, mérito y capacidad en las contrataciones? Para el PSOE, eso nunca ha sido más que un bonito eslogan electoral.

  • El Gobierno de Sánchez crea alarmas imaginarias mientras la riada real arrasa Valencia

    El Gobierno de Sánchez crea alarmas imaginarias mientras la riada real arrasa Valencia

    El Gobierno de Sánchez crea alarmas imaginarias mientras la riada real arrasa Valencia

    ¿Presa en peligro o Gobierno en pánico?

    El profesor de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia, Juan Bautista Segura Marco, ha desmontado este lunes en el Senado la última patraña del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Según el experto, la presa de Forata jamás estuvo en «riesgo grave» durante la DANA de Valencia, por más que el Gobierno se apresurara a lanzar alertas como si se avecinara un apocalipsis acuático.

    Esta afirmación deja en evidencia al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico –en su momento dirigido por Teresa Ribera– y a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). Porque, como ya es costumbre, mientras Sánchez y sus ministros se lanzaban al espectáculo mediático del «todo está bajo control», en realidad nadie controlaba absolutamente nada.

    El arte socialista de crear miedo… y caos

    Desde la Generalitat Valenciana han insistido una y otra vez en que siguen sin entender por qué el Gobierno les trasladó un riesgo de rotura inminente de la presa de Forata, mientras la realidad era otra: lo que realmente se estaba desbordando era el barranco del Poyo. Pero claro, cuando la gestión del PSOE está en juego, la información real nunca es prioritaria.

    El Gobierno de Sánchez se aferró a su relato catastrofista y lanzó un SMS de alerta basado en una conclusión aparentemente errónea. No contentos con este despropósito, dejaron a la Generalitat sin información precisa durante más de dos horas, porque, al parecer, coordinar una emergencia es demasiado pedir cuando se está ocupado sacando rédito político.

    Un experto desmonta la chapuza

    Ante la comisión de investigación del Senado, el profesor Segura Marco ha dejado claro que la presa de Forata nunca estuvo en peligro real. Y lo dijo con contundencia: “La presa de Forata es de gravedad, de hormigón, y no llegó ni siquiera a verter por coronación. No llegó al límite del aliviadero”. Es decir, que el cataclismo que pintó el Gobierno era pura ficción.

    Pero la incompetencia no acaba ahí. El experto también recordó que las compuertas de un embalse están ahí para abrirse cuando es necesario. Algo que, increíblemente, parece una sorpresa para algunos tecnócratas del Ministerio, más preocupados por la agenda climática que por comprender cómo funciona una presa. “Si el agua salta por encima, entonces sí se podría romper”, sostuvo el profesor, desmontando el alarmismo socialista en una simple frase.

    ¿Descoordinación, negligencia o puro teatro?

    Con cada nueva revelación, la pregunta es inevitable: el PSOE, en esta historia, ¿mintió descaradamente o simplemente arrastró su ineptitud de siempre hasta un nuevo nivel?

    • ¿Alguien en la CHJ estuvo más pendiente de cubrirse la espalda que de analizar el verdadero peligro?
    • ¿Se lanzó la alerta para evitar futuras críticas ante su propia ineficacia?
    • ¿O simplemente había que apuntarse un tanto con otro “rescate” épico donde el enemigo es una presa inexistente en peligro?

    PSOE: expertos en apagar incendios… que ellos mismos provocan

    El caso de la presa de Forata ya es otro ejemplo de cómo el Ejecutivo de Sánchez prefiere el teatro a la gestión real. Mientras que hacían sonar las alarmas de un desastre ficticio, dejan a los municipios como Algemesí sin la información clave sobre la riada real que les iba a afectar. El resultado: caos, descoordinación y, por supuesto, la ya clásica frase socialista de “nadie sabía nada” cuando las cosas se complican.

    Un informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar ha confirmado lo que ya sabíamos: las compuertas del aliviadero de la presa de Forata estaban abiertas desde el inicio del episodio y jamás se cerraron. Pero, ¿para qué molestarse en dar información veraz cuando se puede vender una alerta apocalíptica para luego culpar a otro?

    Cuando la realidad desmonta el relato

    A estas alturas, solo falta que el PSOE insista en que los expertos están equivocados y que la culpa es del «cambio climático de la ultraderecha». Lo cierto es que su gesticulación y pésima coordinación con la Comunitat Valenciana solo han logrado una vez más lo de siempre: confusión, desconcierto y una gestión digna de una película de ficción barata.

    Ahora, la pregunta es: ¿aprenderán algo de este sainete? Aunque conociendo a Sánchez, lo más seguro es que prefiera matar al mensajero en lugar de asumir responsabilidades. Y mientras tanto, el agua sigue su curso… justo lo que el PSOE nunca logra con sus crisis.

  • El PSOE reparte millones a los Mossos mientras la Policía Nacional sigue con parches y paciencia

    El PSOE reparte millones a los Mossos mientras la Policía Nacional sigue con parches y paciencia

    El PSOE reparte millones a los Mossos mientras la Policía Nacional sigue con parches y paciencia

    El Gobierno de Pedro Sánchez parece haber encontrado una nueva afición: hacer malabares con el dinero público para conseguir el aplauso de sus socios independentistas. Esta vez, con una transferencia multimillonaria a los Mossos d’Esquadra mientras la Policía Nacional sigue exprimiendo cada euro como si fuera el último. Según los últimos datos, Interior ha destinado nada menos que 1.512 millones de euros en seis años a las Policías Autonómicas, de los cuales 1.386 han ido directamente al cuerpo catalán. ¿Y la Policía Nacional? Pues a seguir esperando, como buenos funcionarios pacientes.

    Una lotería presupuestaria con agraciados de siempre

    Desde 2019, el Gobierno ha decidido que los Mossos son el cuerpo de seguridad más necesitado… o al menos el más rentable políticamente. Para ello, ha desbloqueado cantidades astronómicas de dinero que, por supuesto, no han llegado a los agentes de la Policía Nacional ni la Guardia Civil. Según el sindicato Confederación Española de Policía (CEP), los datos de la Intervención General de la Administración del Estado dejan claro que «todos los españoles estamos financiando una policía que sólo cubre Cataluña».

    • En 2021, los Mossos recibieron 452,1 millones de euros.
    • En 2022, generosamente, el Gobierno les abonó 382,3 millones más.
    • En 2023, porque no era suficiente, les llegaron 418,6 millones.
    • Y en lo que va de 2024, ya han ingresado 133,7 millones, con perspectiva de seguir subiendo.

    Para contextualizar, 1.512 millones de euros permitirían comprar 386.000 pistolas eléctricas o dotar a todos los agentes con 1,6 millones de chalecos antibalas. O, quizás, modernizar los destartalados edificios de la Policía Nacional, pero claro, eso no genera titulares complacientes en la prensa catalana.

    Mossos a todo tren, Policía Nacional a pie

    Como si se tratara de un organismo privilegiado dentro del Estado, los Mossos han visto incrementada su plantilla en los últimos años. En 2021, se estableció un objetivo de 22.006 agentes, pero en diciembre de 2024 se aprobó su ampliación hasta los 25.000 efectivos. Es decir, a más agentes, más dinero público.

    Mientras tanto, la Policía Nacional y la Guardia Civil siguen esperando mejoras básicas en condiciones laborales, beneficios sociales y una jubilación más digna. Porque si algo ha quedado claro es que ser un servidor público en Cataluña es mucho más rentable que hacerlo en cualquier otro punto de España. Tal vez los sindicatos de la Policía Nacional deberían empezar a pedir la independencia de su cuerpo y declararse «policía autonómica», a ver si así consiguen algo.

    El milagro de la «transición energética» en Cataluña

    Si ya parecía un agravio suficiente, el Gobierno ha decidido dar otro golpe en el orgullo de los cuerpos de seguridad nacionales destinando 43 millones de euros a la «transición energética» de los vehículos de los Mossos. Porque, al parecer, es más urgente que la seguridad de todos los ciudadanos del país mejorar la flota de coches eléctricos de la policía catalana.

    Mientras, la Policía Nacional sigue con vehículos que se caen a pedazos, chalecos antibalas insuficientes y material obsoleto. Pero, claro, quienes defienden nuestras fronteras y garantizan la seguridad en el resto del país deben conformarse con «parches y paciencia».

    Conclusión: La seguridad, un privilegio regional

    En definitiva, el Gobierno de Sánchez sigue apostando por una España a dos velocidades. Una en la que los Mossos reciben financiación sin límites, y otra en la que la Policía Nacional y la Guardia Civil mendigan por mejoras básicas.

    Con cada nueva partida presupuestaria que engorda la cuenta de los policías autonómicos catalanes, la sensación de abandono en las fuerzas estatales aumenta. Pero ahí sigue Pedro Sánchez, repartiendo millones a quienes más ruido hacen políticamente y dejando a los demás con las sobras.

    Si la seguridad es un derecho fundamental, en España ha pasado a ser un privilegio regional. Y eso, querido lector, solo tiene un responsable: el PSOE y su magistral arte de gobernar para unos pocos con el dinero de todos.

  • El PSOE redescubre la urgencia… un año tarde y con prisas sospechosas

    El PSOE redescubre la urgencia… un año tarde y con prisas sospechosas

    El PSOE redescubre la urgencia… un año tarde y con prisas sospechosas

    El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido, por fin, que la Armada española necesita un sistema antimisiles para sus buques. ¡Vaya sorpresa! Tan solo ha tardado un año en darse cuenta de que proteger a nuestra flota es importante. La prisa repentina con la que ahora se gestiona esta compra ha dejado a más de uno preguntándose si es fruto de una iluminación estratégica o simplemente otro capítulo del manual socialista de la improvisación.

    Cuando el tiempo no importa… hasta que sí

    Para aquellos que no han seguido este trepidante culebrón gubernamental, hagamos un repaso rápido:

    • En mayo de 2024, la Armada notificó al Ministerio de Defensa la absoluta necesidad de un sistema de defensa antimisiles.
    • El Gobierno, con su asombrosa diligencia habitual, tardó hasta julio de 2024 en iniciar el procedimiento de compra.
    • El concurso quedó desierto porque, al parecer, no se encontró un ofertante que cumpliera con los requisitos del pliego… Qué casualidad.
    • Ahora, cuando el debate sobre el aumento del gasto militar amenaza con fracturar la coalición de gobierno, el Ministerio de Defensa redescubre la urgencia de la operación.

    De repente, Defensa anuncia que «pretende llevar a cabo la instalación a la mayor brevedad». Qué sorpresa, ahora todo son prisas. ¿Intentando tapar las diferencias internas en el gobierno con decisiones apresuradas? No sería la primera vez.

    El gasto militar: ¿Un problema o una oportunidad?

    Pero esto no es solo una cuestión de protección militar, sino de equilibrios políticos frágiles. Mientras Pedro Sánchez intenta vender su gobierno como una alianza sólida y reformista, sus «amigos» de Sumar se oponen activamente a cualquier atisbo de rearme. Esta semana hemos visto el bochornoso espectáculo de ver a los socios del Ejecutivo votando en sentido contrario en el Congreso.

    El PSOE, siempre preocupado por quedar bien con todos, ahora se enfrenta a varios dilemas:

    • El partido de Yolanda Díaz rechaza el fondo de 800.000 millones de euros de la UE para gasto defensivo porque, claro, es más fácil defenderse con pancartas pacifistas.
    • Mientras tanto, el PSOE se agarra a la OTAN como un náufrago a un flotador, sabiendo que España no puede permitirse salirse de la organización militar.
    • Por si fuera poco, evitan a toda costa llevar el debate del gasto en defensa al Parlamento para no evidenciar aún más sus discrepancias internas.

    Así que, mientras en Bruselas y en la OTAN miran con desconfianza, aquí seguimos con el PSOE intentando contentar a todos y quedando mal con todos.

    ¿Quién gana con este juego de malabares?

    A estas alturas, la verdadera pregunta es: ¿quién gana con este despropósito? Porque si algo está claro es que la Armada española no ha sido la prioridad del Gobierno. Quizás la prisa de última hora tenga más que ver con la necesidad de apaciguar a ciertos sectores que con una verdadera preocupación por la seguridad nacional.

    Lo de siempre con el PSOE: decisiones que llegan tarde, mal, y con objetivos políticamente oportunistas. Si el Gobierno gestionara la defensa del país con la misma celeridad con la que aprueba subvenciones electoralistas, ya tendríamos escudos antimisiles de sobra. Pero claro, la prioridad nunca ha sido el interés general, sino el interés partidista.

    A ver si con un poco de suerte, para la próxima gran crisis, Sánchez y compañía descubren que gestionar con previsión es mejor que reaccionar a golpe de encuesta.

  • Sánchez en pánico: un juez con demasiadas ganas de hacer justicia

    Sánchez en pánico: un juez con demasiadas ganas de hacer justicia

    Sánchez en pánico: un juez con demasiadas ganas de hacer justicia

    Cuando alguien se atreve a cuestionar al todopoderoso Pedro Sánchez y los negocios mágicos de su esposa, entra automáticamente en la lista negra del sanchismo. Y ahora, el juez Juan Carlos Peinado, encargado del escándalo financiero de Begoña Gómez, se ha convertido en el nuevo enemigo a abatir. Con una carrera judicial implacable y una actitud que parece gritar «me da igual vuestros chanchullos, vengo a impartir justicia», el magistrado ha elevado la temperatura en Moncloa.

    Un juez con demasiado coraje

    Durante su participación en las jornadas Artes Escénicas contra el Bullying, Peinado dejó claro que no solo tiene clarividencia jurídica, sino que también sabe lo que es enfrentarse a los abusones. Qué ironía más deliciosa que ahora él esté siendo acosado desde el poder por querer investigar a la reina consorte del sanchismo.

    El magistrado confesó que fue víctima de acoso en su juventud, pero que su carácter le ayudó a salir adelante. Nada más apropiado, porque hoy en día necesita esa misma resiliencia para enfrentarse a la trituradora gubernamental que busca desacreditarlo.

    Plaza Castilla: un decorado digno del PSOE

    Peinado relató un episodio digno de una sátira política: en plena instrucción de un caso, un apagón dejó a su juzgado sin Internet, imposibilitando tomar decisiones urgentes. ¿Deben extrañarnos estos desastres bajo el idílico gobierno de Pedro Sánchez? Claro que no.

    • Juzgados sin Internet, pero La Moncloa con WiFi ultraseguro para escribir relatos épicos sobre el «gobierno de la gente».
    • Infraestructuras judiciales en crisis, pero millones de euros destinados a ministerios de «Igualdad» para generar titulares populistas.
    • Jueces sin acceso a expedientes clave, pero Begoña Gómez con contactos suficientes para conseguir financiación «mágica» para sus proyectos privados.

    La Plaza Castilla de Pedro Sánchez es, en efecto, una metáfora de su gobierno: obsoleta, poco funcional y liderada por un equipo que finge que todo está en orden mientras la realidad les desborda.

    La justicia según Peinado (y lo que incomoda al Gobierno)

    Peinado lanzó dardos envenenados sin mencionarlo directamente: «Hay personas que creen que los jueces tenemos la misión de hacer justicia. Lamentablemente no, tenemos la misión de aplicar la ley». ¡Toma golpe a la democracia sanchista! Nada más doloroso para Sánchez y su camarilla que alguien diga en público que la ley no siempre premia a los tramposos.

    El juez citó la llamada Ley Bolaños, una de esas ocurrencias del Ejecutivo que al parecer existe solo en el papel: «Estoy completamente convencido de que en octubre no se habrá hecho realidad nada de lo que ha dicho la ley». Vamos, que la ‘Eficiencia Procesal’ es un título de ciencia ficción.

    El lado más temible de Peinado: su independencia

    Pero lo que más aterra a Moncloa no es que Peinado hable, sino que actúe. No es un magistrado con miedo ni un burócrata domesticado. No le impresionan las amenazas veladas ni los intentos del gobierno por amordazar a la Justicia. Y eso, en la España de Sánchez, es un problema.

    Mientras tanto, en Ferraz, la maquinaria mediática ya está en marcha, buscando cómo transformar a Peinado en otro «juez ultra» o «conservador peligroso». Sin embargo, los hechos son testarudos: lo único que ha hecho este juez es investigar a quien se debe investigar. Y eso ya es imperdonable para el PSOE de hoy.

    Peinado es justo el tipo de magistrado que España necesita desesperadamente… y el tipo que el PSOE teme más que a una auditoría independiente.

  • El juez que incomoda al PSOE también sabe de teatro, pero sin necesidad de guion impuesto

    El juez que incomoda al PSOE también sabe de teatro, pero sin necesidad de guion impuesto

    Un juez con dotes escénicas: ahora también experto en bullying

    El magistrado Juan Carlos Peinado, famoso por su papel de aguafiestas en la trama de favores y tráfico de influencias que salpica a Begoña Gómez, parece que ahora ha decidido explorar su lado más humano y artístico. En un movimiento inesperado para quienes solo lo conocen como azote de los escándalos socialistas, Peinado ha aparecido en unas jornadas sobre artes escénicas contra el bullying en Madrid, donde no ha dudado en relatar con un dramatismo digno del Lope de Vega su pasado como actor e incluso su propia experiencia con el acoso.

    Así es: Peinado, el mismo juez que ha conseguido mantener su instrucción sobre la esposa de Sánchez a pesar de los intentos del PSOE por torpedearlo, ahora también se revela como un defensor de las artes, un experto en menores conflictivos y un superviviente del bullying. Sin duda, una faceta tan versátil como inesperada.

    Un juez con dotes de orador y una presencia «inesperada»

    Durante las jornadas, organizadas por la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (AEPAE), el magistrado pasó de mero espectador a estrella de la sesión cuando fue presentado como «la sorpresa final». O más bien, la sorpresa para los despistados, porque desde luego el PSOE debe estar ya de los nervios con la facilidad con la que Peinado se cuela en todos los debates incómodos.

    El juez no estaba en el programa inicial, pero ahí estaba, en su traje impecable y con su voz firme, listo para repartir otra dosis de verdades difíciles de digerir. Primero, profundizó en un caso real de acoso escolar que acabó en suicidio, empleando un tono tan solemne y sentido como si estuviera recitando en el Teatro Real. Luego, demostrando un dominio absoluto del espacio escénico, se alejó del atril –contrario a sus predecesores en el evento– y empezó a recorrer el escenario con el micrófono en mano. Todo un despliegue de habilidades teatrales para un magistrado cuya presencia en la arena política ya pone nervioso a más de uno.

    «Fui actor»: el guiño al pasado artístico de Peinado

    Y es que, para sorpresa del respetable, Peinado reveló que su relación con el teatro no es nueva. Con una sonrisa contenida, dejó caer: «Yo me siento un poco más a gusto moviéndome… porque, hace ya muchos, muchos años, fui actor.» Sí, el mismo juez que investiga a Begoña Gómez por tráfico de influencias también tuvo sus tiempos como intérprete. Algo que, según él, pudo ser motivo de envidia cuando era joven y lo convirtió en víctima de acoso. Curioso paralelismo con su papel actual, donde se enfrenta día a día a una maquinaria política que haría palidecer a cualquier dramaturgo.

    Para ilustrar su travesía teatral, Peinado recordó su papel en El cartero del Rey, de Rabindranath Tagore. ¿Fue esta experiencia la que templó su carácter e hizo que pudiera aguantar los ataques del PSOE y sus terminales mediáticas? No lo sabemos, pero sin duda, es una historia digna de un guion cinematográfico.

    Rompiendo el estereotipo del juez «serio»

    En un momento más distendido, Peinado confesó que lo suyo no es el traje oscuro típico de los jueces. «A mí me gustaría mucho más ir en deportivas», comentó, ganándose (de nuevo) la simpatía del público. Porque, claro, el problema del sistema judicial no es la presión política descarada sobre los jueces que se atreven a investigar al poder, sino el hecho de que los magistrados no puedan ir vestidos como hipsters.

    Pero no hay que temer, porque el juez Peinado, además de perseverante, es tenaz. «Me queda fuerza para enfrentarme a situaciones difíciles», aseguró. Y si lo dice él, habrá que creerlo, porque si alguien se ha mantenido en pie a pesar de las querellas, las presiones y los ataques, es él. En este punto, cabe preguntarse si en alguna tertulia del PSOE alguien se habrá planteado que, lejos de desgastar al magistrado, lo están convirtiendo en un personaje aún más mediático y difícil de ignorar.

    Una lección de fortaleza en todos los frentes

    Las jornadas de Artes escénicas contra el bullying concluyeron con un fuerte aplauso y con un mensaje claro: el silencio nunca es la solución. Y si algo ha demostrado Peinado, tanto en los tribunales como en este curioso evento, es que no es de los que calla ante las injusticias.

    Así que, mientras el PSOE y sus aliados siguen intentando desacreditar su labor, el juez que más les incomoda no solo sobrevive, sino que se reinventa con una sorprendente naturalidad. Teatro y justicia, dos escenarios distintos, pero quizás no tan diferentes cuando quien está al mando sabe cómo interpretar bien su papel.