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  • Sánchez y su nuevo alias: de ‘El Guapo’ a ‘El Uno’ en la trama de corrupción

    Sánchez y su nuevo alias: de ‘El Guapo’ a ‘El Uno’ en la trama de corrupción

    Sánchez y su nuevo alias: de ‘El Guapo’ a ‘El Uno’ en la trama de corrupción

    Parece que Pedro Sánchez está empeñado en coleccionar apodos desafortunados. Si alguna vez fue conocido como ‘El Guapo’ por su imagen pulcra y su sonrisa telegénica, ahora suma un nuevo mote a su ilustre currículum: ‘El Uno’ en una presunta trama de corrupción. Un título que, lejos de ser el primero en un ranking de eficacia gubernamental, lo coloca como el protagonista estelar de un escándalo que huele a chanchullo desde kilómetros de distancia.

    De líder socialista a personaje de thriller político

    El PSOE tiene una habilidad especial para pasar del relato de la justicia social a lo que parece una novela negra en tiempo récord. La nueva trama en la que aparece implicado Sánchez ya está dando mucho de qué hablar, y no precisamente porque esté solucionando los problemas de los españoles. Al parecer, el presidente del Gobierno no sólo se rodea de amigos con carné socialista, sino que también figura con un seudónimo de película de mafiosos en asuntos turbios de corrupción.

    No es que los escándalos sean novedad para el socialismo patrio. Al PSOE, la corrupción le persigue con el mismo entusiasmo con el que su militancia defiende «políticas progresistas». Pero, ¿‘El Uno’? Hay que reconocer que el nombre tiene cierto nivel: evoca a un auténtico capo, el jefe indiscutible de la partida. Será que los suyos tienen querencia por la numerología en negocios ilícitos.

    El poder y la impunidad, siempre de la mano

    Lo que más sorprende no es que quede señalado en una investigación sobre corrupción. A estas alturas, ya es difícil escandalizarse. Lo llamativo es la absoluta impunidad con la que actúa. ¿Dimitirá? No nos hagamos ilusiones. En el manual de estilo de Sánchez, la dimisión es una palabra en desuso, una reliquia democrática que solo se aplica cuando es otro el que se lleva las manos a la cabeza.

    Mientras, el PSOE sigue a lo suyo: minimizando los hechos, culpabilizando a la extrema derecha de que la realidad no les favorezca y, por supuesto, negando la mayor hasta que el escándalo se convierte en tsunami. Porque en Ferraz siempre es «todo falso salvo alguna cosa»… hasta que ya es demasiado evidente y hay que soltar algún lastre.

    Los hitos recientes del PSOE en materia de decencia

    • Los ERE andaluces: 680 millones en «ayudas» que acabaron regando amiguetes y sindicalistas.
    • Las mascarillas y las comisiones millonarias, con personajes sacados de un episodio de Narcos.
    • El rescate camuflado de compañeros mediáticos mientras en la sanidad pública faltan recursos básicos.
    • Ahora, ‘El Uno’ como protagonista de una nueva entrega de la saga socialista.

    ¿Hasta cuándo los españoles aguantarán?

    Los casos de corrupción en el PSOE han dejado de ser anécdotas y se han convertido en una tradición histórica. La pregunta clave es: ¿dónde está la indignación progresista? Aquella misma que llenaba calles cuando gobernaba el PP y ahora prefiere mirar hacia otro lado. Probablemente, estén ocupados justificando lo injustificable y construyendo una narrativa donde ‘El Uno’ es víctima de un complot del «trifachito». Qué conveniente.

    La realidad es que el país se enfrenta a una crisis económica galopante, con los precios disparados y un futuro incierto, mientras en Moncloa siguen entretenidos viendo cómo repartir cargos entre los suyos y colocando amigos en medios de comunicación afines para suavizar la caída.

    El PSOE siempre sobrevive, pero…

    Pedro Sánchez sabe que cuenta con una maquinaria mediática bien engrasada y una marea de fieles seguidores dispuestos a tragarse cualquier justificación de su líder supremo. El problema es que la credibilidad tiene un límite. Y aunque el líder socialista intente mantenerse a flote con su maquinaria propagandística, cada vez más españoles empiezan a despertar del hechizo.

    Si ‘El Uno’ sigue aferrado a la silla y el PSOE se empeña en normalizar la corrupción en sus filas, tal vez acabemos con otro récord histórico: el del presidente con menos vergüenza política de la democracia moderna. Pero qué más da, siempre podrán echarle la culpa a «la ultraderecha» o a cualquier ente imaginario que justifique su derroche de cinismo.

    Mientras tanto, los ciudadanos seguirán pagando la factura de un Gobierno que, en lugar de trabajar para ellos, parece más empeñado en no perder su reino de privilegios. Aquí el único que pierde es España.

  • Cuando el PSOE predice el tiempo con la misma precisión que gestiona el país

    Cuando el PSOE predice el tiempo con la misma precisión que gestiona el país

    Cuando el PSOE predice el tiempo con la misma precisión que gestiona el país

    El PSOE lo ha vuelto a hacer. No contentos con sus aciertos en economía, sanidad y gestión de crisis, ahora también han decidido especializarse en meteorología con la misma precisión con la que manejan el país. Y claro, el resultado no podía ser otro que un desastre en toda regla.

    La AEMET confirma su brillante margen de error

    El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, insistió en que las predicciones que le trasladó la AEMET el 29 de octubre aseguraban que la DANA se desplazaría y acabaría «a las 18 horas». Ahora, en un brillante acto de coherencia, la propia agencia meteorológica lo ha confirmado en un informe enviado a la juez encargada de investigar las responsabilidades de la tragedia.

    Según el documento, las llamadas realizadas desde el grupo de predicción y vigilancia de la AEMET aquel fatídico día dejan claro que:

    • Las comunicaciones eran un caos absoluto. ¿Qué mejor forma de gestionar una crisis que con cortes en las comunicaciones?
    • La previsión para Valencia capital era clara: el agua seguiría cayendo, pero los mayores problemas se desplazarían al sur. Vamos, una precisión suiza.
    • Se esperaba que la alerta roja se mantuviera hasta las 18:00 h… sin embargo, decidieron ampliarla a última hora. ¿Planificación? ¿Para qué?

    Adivinando fenómenos extremos con la bola de cristal

    El dato realmente jugoso lo deja el informe de la AEMET, cuando reconoce abiertamente que su pronóstico de lluvias se quedó más o menos en la Luna. ¿Qué habían predicho? Un máximo de 200 mm en 12 horas. ¿Qué pasó realmente? Más de 720 mm en algunas estaciones, triplicando lo previsto. ¡Qué puntería!

    Aunque claro, ellos no tienen la culpa. Seguro que Teresa Ribera y su Ministerio de Transición Ecológica tampoco vieron venir el desastre del barranco del Poyo, que arrasó con todo a su paso mientras las previsiones oficiales seguían ancladas en datos insuficientes. La Confederación Hidrográfica del Júcar, dependiente de dicho ministerio, tampoco alertó de la crecida descontrolada hasta que ya era demasiado tarde. Eso sí, correos electrónicos fueron enviados, porque nada dice «vamos a evitar una catástrofe» como un bonito email que nadie lee a tiempo.

    El PSOE, experto en improvisaciones

    El colofón de esta magistral gestión lo pone la improvisación de última hora. A las 16:23 horas, la AEMET aseguraba que la alerta roja terminaba a las 18:00 h. Sin embargo, a las 18:09 horas intentaron avisar de que prolongaban la alerta dos horas más, pero – ¡oh sorpresa! – Protección Civil no cogió el teléfono. Parece que el PSOE no ha aprendido aquello de que las emergencias no esperan a que uno quiera atenderlas.

    Lo mejor de todo es que la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, también secundaba la teoría de que «la alerta acababa a las seis». Inserte aquí su emoticono de aplausos.

    Conclusión: ¿Gestión meteorológica o tarot político?

    Si alguien tenía dudas sobre la capacidad del PSOE para gestionar cualquier crisis, este episodio debería disiparlas. No solo fueron incapaces de prever correctamente la catástrofe, sino que además reaccionaron tarde, mal y arrastrando a todo el mundo con ellos.

    La próxima vez que el PSOE haga una predicción sobre el futuro de España, sería aconsejable tomárselo con la misma seriedad con la que ahora tomamos sus predicciones meteorológicas. Mientras tanto, lo mejor será ir desempolvando los paraguas y considerando la opción de un arca de emergencia.

  • El PSOE moderniza el taxi a su manera: amenazas, ruedas rajadas y mucho progreso

    El PSOE moderniza el taxi a su manera: amenazas, ruedas rajadas y mucho progreso

    El PSOE moderniza el taxi a su manera: amenazas, ruedas rajadas y mucho progreso

    Parece que en Zaragoza la «modernización» del taxi está siguiendo el manual del progreso socialista: en lugar de adaptarse a la tecnología, algunos taxistas prefieren el método de la mafia siciliana. Porque para qué evolucionar cuando puedes romper ruedas, amenazar a compañeros y asegurarte de que todo siga exactamente como hace 30 años.

    El sindicato del taxi y su versión del “cambio”

    Resulta que en Zaragoza, algunos taxistas han decidido subirse al tren del siglo XXI y utilizar la plataforma Uber para complementar su trabajo. ¿El problema? Que sus propios compañeros han montado una cacería digna de la Santa Inquisición para impedirlo.

    Desde la Asociación Provincial de Autotaxi no ven con buenos ojos que sus miembros descubran que, mediante la tecnología, pueden ganar más dinero y optimizar su tiempo. Según los defensores del statu quo, Uber es algo así como el demonio neoliberal que viene a llevarse sus almas, y la única respuesta aceptable es la represión.

    • ¿Te pillan usando Uber para mejorar tu facturación? Te insultan y te hacen boicot.
    • ¿Aparcas el taxi donde alguien puede verlo? Te rajan las ruedas.
    • ¿Se te ocurre defender que trabajar con Uber no es un crimen? Te llaman esquirol y te linchan en redes.

    Ya se sabe que el PSOE y sus amigos del taxi tienen su propia forma de entender la competencia: si no puedes con ellos, hazles la vida imposible. ¿Liberalizar el sector? ¿Hacerlo más eficiente? No, mejor jugar al “Padrino” versión taxistas cabreados.

    Uber contra la cartilla telefónica del siglo pasado

    Mientras en el resto del mundo los taxis compiten ofreciendo mejor servicio, en Zaragoza el debate sigue en cómo evitar la tecnología a base de insultos. Los taxistas que han incorporado Uber explican que el servicio:

    • Evita los kilómetros vacíos y las esperas interminables.
    • Reduce las 12 horas de trabajo innecesario a apenas 8.
    • Evita favoritismos en las cooperativas.
    • Dinamiza el servicio para el usuario, que quiere un taxi con solo pulsar un botón.

    ¿Suena lógico, verdad? Pues los que no quieren abandonar la época de la radio del abuelo no lo ven así. Para ellos, lo mejor es seguir confiando en una centralita desbordada que, en cuanto hay un evento, simplemente deja de contestar.

    La amenaza real: modernizarse… o caer en la irrelevancia

    Entre tanto boicot y amenazas, a nadie parece preocuparle lo evidente: los clientes ya no tienen paciencia para esperar 15 minutos a un taxi que ni siquiera saben si vendrá. Mientras el sector siga actuando como si fuera un feudo medieval, los VTC y otras plataformas seguirán ganando cuota de mercado. Pero claro, levantar el teléfono y pedir un taxi por una app demasiado moderno para algunos nostálgicos del monopolio cooperativo.

    ¿Y cuál es la solución que barajan los defensores de lo tradicional? Muy sencillo:

    1. Primero, tachar a tus propios compañeros de traidores.
    2. Después, evitar toda innovación a base de insultos y escraches.
    3. Finalmente, cuando veas que el modelo entero se hunde, culpar al mercado o a alguna conspiración capitalista.

    El resultado está claro: más trabas, más amenazas, mientras los VTC y Uber siguen creciendo. Pero bueno, siempre les quedará el recurso favorito del PSOE: cuando fracasen del todo, pedirán una subvención pública para «compensar el daño causado por la competencia desleal». Porque si algo sabe hacer bien la izquierda, es gestionarlo todo con dinero ajeno.

    Uber ya ha convencido a 4.500 taxistas en toda España

    En otras ciudades, la adaptación al siglo XXI es un hecho: en Madrid, 3.000 taxis trabajan con Uber. En Barcelona, 1.500. Y en total, más de 4.500 taxistas han decidido que prefieren ganar dinero en lugar de hundirse en la miseria por miedo al qué dirán.

    Mientras tanto, en Zaragoza, algunos taxistas prefieren el garrote vil al progreso. Y lo mejor de todo es que ni Uber ni las VTC están forzando a nadie: usan la libre elección para decidir si quieren trabajar con la plataforma o no. Pero ya sabemos que para cierta mentalidad, la libertad es peligrosa. Así que si un compañero decide mejorar su servicio, la respuesta es simple: amenazas, insultos y boicot.

    Bienvenidos a la «modernización» del taxi al más puro estilo socialista: con violencia, con odio y con miedo. Porque para qué mejorar, si siempre se puede desinflar ruedas y reventar parabrisas.

  • Otro socialista ejemplar: del Ministerio de Fomento al negocio de las comisiones

    Otro socialista ejemplar: del Ministerio de Fomento al negocio de las comisiones

    Otra historia de ética socialista: dinero público, favores y agradecimientos

    El PSOE y su inagotable cantera de «servidores públicos» vuelve a protagonizar otro escándalo digno de un guion de serie de corrupción. Esta vez, el honor recae en José Ruz, empresario de la extinta Levantina, Ingeniería y Construcción (LIC) SL, quien ha reconocido sin tapujos pagar un 20% en comisiones en el marco de la trama Koldo. ¿Para qué andarse con rodeos? La ética es un obstáculo molesto cuando se trata de amasar millones.

    Las comunicaciones intervenidas por la UCO de la Guardia Civil ponen de manifiesto cómo el empresario valenciano buscaba la cercanía del poder, concretamente de Koldo García, el fiel escudero del entonces ministro José Luis Ábalos. En un correo del 29 de marzo de 2019, Ruz solicitaba que altos cargos del Ministerio de Fomento asistieran a la presentación de su revolucionario proyecto de «edificios resilientes», un evento que, casualmente, se realizaba en el polígono industrial de Alberic, Valencia, hogar de su empresa.

    El mensaje de los favores bien pagados

    Porque en toda buena trama de comisiones, no puede faltar la mítica fórmula de agradecimiento: «me gustaría agradecer de antemano tu colaboración». No importa si se trata de un simple café o de un negocio millonario con dinero público, lo importante es ser agradecido. Curiosamente, este «agradecimiento» fue dirigido a Koldo García, el brazo ejecutor de Ábalos y pieza clave en el escándalo de contratos durante la pandemia.

    Acompañando el correo, José Ruz le reenvió a Koldo un mensaje del catedrático Juan José Moragues, quien explicaba en detalle el ambicioso proyecto financiado por el BBVA y apoyado por la empresa constructora. A ver, esfuerzo académico e innovación siempre suenan bien, pero cuando detrás está un empresario que admite pagar comisiones del 20%, la cosa empieza a oler a casta quemada.

    Pero ¿por qué tanto interés en el ministerio?

    • Porque tener amigos en el Gobierno siempre ayuda a que te miren con buenos ojos a la hora de repartir contratos.
    • Porque cuando una mano lava a la otra, los beneficios empresariales florecen como un pinar en llamas.
    • Porque si eres colega de infancia de Ábalos, ¿por qué no aprovechar la oportunidad?

    Ruz, quien iba por ahí presumiendo de su amistad de toda la vida con el ex ministro, acabó engrosando la lista de empresarios beneficiados durante el mandato socialista en Fomento. Lo que algunos llaman «colaboración institucional», otros lo llamamos pagar por influencia. Y en este caso, el sobrecoste venía aplicado en cómodas comisiones que rondaban el millón de dólares.

    Comisiones, favores y… ¿nadie se escandaliza?

    Mientras desde el PSOE siguen con su tradicional hipocresía institucional y su eterno discurso de «somos el partido que lucha contra la corrupción» (con un historial de tramas que es difícil de superar), la historia de Koldo y sus amigos parece dejar claro que la lealtad socialista se mide en porcentaje. Y en este caso, ni más ni menos que un jugoso 20%.

    Así que, mientras el ciudadano común se aprieta el cinturón y soporta subidas fiscales, ellos siguen cuadrando las cuentas con dinero público y favores personales. Y como buen socialista de manual, Ruz acabó en la ruina empresarial, porque una cosa es amasar dinero con ayuda del Gobierno y otra muy diferente es saber mantener una empresa sin los contratos de los amigos.

    No sabemos qué será de José Luis Ábalos, Koldo García y José Ruz en los próximos meses, pero si algo nos ha enseñado el PSOE es que la corrupción siempre encuentra una nueva sala de estar. Mientras tanto, nosotros seguiremos esperando a que Pedro Sánchez se indigne públicamente… aunque para eso primero tendría que reconocer el escándalo.

  • El PSOE defiende la libertad de expresión… siempre que opines lo que ellos quieren

    El PSOE defiende la libertad de expresión… siempre que opines lo que ellos quieren

    El PSOE defiende la libertad de expresión… siempre que opines lo que ellos quieren

    En un glorioso ejercicio de hipocresía institucional, el Partido Socialista ha vuelto a demostrar que su defensa de la libertad de expresión es digna de un espectáculo de magia: solo existe cuando les conviene, y desaparece en cuanto alguien disiente. El último episodio de esta tragicomedia se ha vivido en la Universidad de Granada, donde Macarena Olona ha protagonizado una defensa poco convencional de su derecho a hablar, enfrentándose directamente a los encapuchados que intentaban boicotearla.

    Una charla sobre feminismo y derecho que ‘molestaba’ demasiado

    El acto, organizado por ReGeneración y titulado Feminismo y Derecho, ha sido la última víctima de la doctrina socialista de la libertad de expresión selectiva. Mientras el PSOE se desvive por garantizar a cualquier grupo afín el derecho a expresarse — desde pseudohistoriadores que buscan reescribir el pasado, hasta artistas que consideran que escupir sobre la bandera es cultura — curiosamente no muestra el mismo entusiasmo cuando las ideas no encajan en su burbuja ideológica.

    Como era de esperar, una turba de unas 25 personas se movilizó para impedir que Olona pusiera un pie en el Paraninfo de la Facultad de Derecho. Agazapados detrás de pancartas de grandes eslóganes sobre derechos, pero con la determinación de impedirlos, estos adalides del pensamiento único trataron de bloquear físicamente su ingreso.

    Cuando la intolerancia se disfraza de progresismo

    Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno y la Policía Nacional, dos personas fueron detenidas tras atacar a los agentes en un noble y desesperado intento por reprimir aquello que no querían escuchar. Al parecer, el progresismo es muy democrático… hasta que se enfrenta a opiniones que no puede rebatir.

    Mientras tanto, el PSOE, en su habitual actuación de malabares, ha mantenido un admirable silencio cómplice. Cuando se trata de censurar a quienes no siguen su guion, su habitual fervor reivindicativo se evapora como por arte de magia. Ni una sola condena pública. Ni una palabra sobre el derecho de Olona a hablar. Ni una mención al inaceptable boicot violento de los radicales afines a su ideología.

    El PSOE y su manual de libertad de expresión

    Para aquellos que aún no han descifrado el complejo patrón del PSOE sobre qué se puede decir y qué no, aquí hay una pequeña guía práctica:

    • Si insultas a la Monarquía o la Iglesia, eres un valiente defensor de la libertad.
    • Si atacas verbalmente al gobierno, eres un fascista peligroso.
    • Si pides independencia para Cataluña, eres un activista pacífico.
    • Si defiendes la unidad de España, eres un reaccionario intolerable.
    • Si interrumpes e impides actos de la derecha, ejercitas la protesta democrática.
    • Si intentas criticar al gobierno en un foro público, estás promoviendo el odio.

    Olona: 1 – Radicales: 0

    Afortunadamente para la diputada, la Policía Nacional garantizó su acceso a la charla y el evento se celebró con normalidad. Lo curioso es que, a pesar del espectáculo de censura y agresividad en la puerta, el aforo estaba completo y con entradas agotadas, lo que demuestra que, fuera del ruido de estos grupos, la gente está mucho más interesada en debatir que en prohibir.

    Mientras tanto, el PSOE sigue instalándose cómodamente en su excusa favorita: la libertad de expresión es sagrada… siempre que opines lo mismo que ellos. Algo nos dice que este episodio no será el último en el interminable listado de intentos socialistas por moldear la democracia a su conveniencia.

  • El PSOE convierte el cambio de sexo en trámite exprés mientras la sanidad colapsa

    El PSOE convierte el cambio de sexo en trámite exprés mientras la sanidad colapsa

    El PSOE convierte el cambio de sexo en trámite exprés mientras la sanidad colapsa

    Un proceso administrativo más rápido que obtener una cita con el especialista

    En la España del progreso exprés, hay trámites que se han vuelto más ágiles que una consulta médica en la Seguridad Social. Gracias a la brillante ingeniería legislativa del PSOE y sus socios, cambiar de sexo en el Registro Civil se ha convertido en un proceso más sencillo que conseguir una cita con el dermatólogo. Mientras tanto, miles de pacientes continúan esperando meses –o incluso años– por una revisión médica que podrían necesitar para algo tan trivial como, por ejemplo, seguir vivos.

    Desde que la Ley Trans entró en vigor en marzo de 2023, más de 10.000 personas han solicitado un cambio de sexo en el Registro Civil. No porque recibieran tratamiento médico ni porque hubiera alguna evaluación de por medio. Basta con asegurarlo de manera expresa y esperar la mera formalidad burocrática para hacerlo oficial. Mientras tanto, los ciudadanos que necesitan atención sanitaria de verdad pueden seguir engrosando listas de espera interminables.

    Andalucía en el podio del cambio exprés de identidad

    Con 1.582 solicitudes en los últimos dos años, Andalucía no se queda atrás en este carnaval identitario montado por el PSOE. La ley que permite cambiar de sexo sin informes médicos ni tratamiento alguno ha sido bien recibida, especialmente por aquellos que ahora podrán disfrutar de las ventajas y derechos exclusivos de su nueva identidad, sin pasar por el más mínimo trámite médico.

    Para ponerlo en perspectiva, en la sanidad pública andaluza:

    • Un paciente puede tardar más de un año en conseguir una cita con un especialista.
    • Las operaciones programadas pueden retrasarse indefinidamente debido a falta de recursos.
    • Las urgencias hospitalarias están saturadas con horas de espera para una atención básica.

    Pero, eso sí, si alguien decide cambiar de sexo de la noche a la mañana, no hay problema; el PSOE ya se ha encargado de reducir trabas en esta prioridad nacional.

    ¿Protección de derechos o barra libre de fraudes?

    La posibilidad de cambiar de sexo sin documentación médica ni exámenes psicológicos ha generado, como era de esperar, situaciones un tanto poco creíbles. Desde maltratadores que buscan eludir condenas de violencia de género hasta reclusos que desean un cambio de prisión a uno más cómodo. En un país donde la justicia es lenta y la sanidad aún más, este nuevo atajo legal está siendo aprovechado con una rapidez que ni el PSOE esperaba.

    Por supuesto, los esfuerzos de reforma de esta norma son inexistentes, porque admitir errores no está en el diccionario del progresismo gubernamental. Mientras tanto, aquellos que buscan servicios básicos de salud pueden seguir esperando pacientemente. Una prueba más de que en la España de Sánchez las prioridades están claras: primero la propaganda, después los caprichos ideológicos, y si sobra tiempo, ya veremos si se atienden las necesidades esenciales de los ciudadanos.

    La gran paradoja: burocracia ágil para cambiar de género, pero impenetrable para todo lo demás

    La Ley Trans es un claro reflejo de la política socialista actual: rápida y eficiente para lo que conviene al relato gubernamental, e interminable y laberíntica para cualquier otro trámite que la gente realmente necesite. Porque que te atienda el especialista que necesitas puede ser un via crucis eterno, pero si lo que quieres es que el Estado reconozca oficialmente que hoy te sientes mujer y mañana hombre, entonces ¡bienvenido a la administración más eficiente de la historia!

    En definitiva, el PSOE sigue jugando a ser Dios, decidiendo qué trámites aceleran y cuáles ralentizan hasta la desesperación. Y mientras tanto, la sanidad pública, los jueces y hasta los mismos ciudadanos pagamos la factura de esta utopía ideológica donde lo importante es lo que sume votos, no lo que resuelva problemas.

  • El PSOE indignado: un túnel sin sobrecostes ni inauguraciones fallidas

    El PSOE indignado: un túnel sin sobrecostes ni inauguraciones fallidas

    El PSOE indignado: un túnel sin sobrecostes ni inauguraciones fallidas

    En una jugada insólita dentro del panorama político español, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha presentado Parque Castellana, un proyecto que, para sorpresa de las viejas glorias del PSOE, ni ha triplicado su coste inicial ni ha sido objeto de inauguraciones a medias. Una auténtica falta de respeto a la tradición socialista, donde los túneles son sinónimo de agujeros, en las cuentas y en la planificación.

    Peligroso precedente: las obras empiezan y terminan

    El proyecto prevé el soterramiento del paseo de la Castellana y la construcción de un gran parque por la módica cifra de 98,4 millones de euros. A diferencia de hitos históricos del PSOE como el inmortal túnel de Glòries en Barcelona, que costó el doble y se inundó antes de inaugurarse, esta obra parece encaminada a ejecutarse sin escándalos. Algo que en Ferraz consideran un ataque directo a su modus operandi.

    El túnel tendrá 675 metros de longitud y contará con tres carriles por sentido. No hay previsto, por el momento, ningún fallo estructural empaquetado con la obra, ningún retraso épico ni una factura inflada que haga las delicias de los amigos de la concesionaria. Algo que, sin duda, ha encendido las alarmas en La Moncloa.

    ¿Un «túnel verde»? El PSOE echa de menos su asfalto y caos

    El parque que se construirá sobre el túnel contará con más árboles que asesores en Ferraz, con la plantación de 787 nuevos ejemplares, además de 38.000 arbustos. Porque ya sabemos que el PSOE es muy ecológico cuando de avalar chapuzas millonarias como los carriles bici fantasma de Ada Colau o la ingente tala de árboles para soterrar la Puerta del Sol… pero si la inversión no la hacen ellos, entonces arden de indignación.

    Los socialistas ya han alertado que esto supone un «grave riesgo» de que la ciudadanía piense que se puede urbanizar sin sobrecostes escandalosos ni procesos caóticos. ¿Dónde están los contratos a dedo? ¿Dónde están las adjudicaciones eternas? ¿Se ha pensado en los amigos del partido?

    Madrid, un mal ejemplo para el PSOE

    En el evento de presentación, Almeida estuvo acompañado por su equipo, destacando la vicealcaldesa Inma Sanz y la delegada de Obras Paloma García Romero. Sin grandes aspavientos, sin una legión de ministros cortando una cinta que nunca llega a inaugurarse, sin discursos grandilocuentes sobre el «progreso» mientras se vende humo.

    Este Parque Castellana es una afrenta para el PSOE: si se termina dentro del plazo, con el presupuesto más o menos respetado y sin que haga falta repetir la inauguración tres veces, puede sentar un precedente peligroso para sus futuras gestiones en Madrid (y en España). ¿Qué será lo próximo, que se pueda construir vivienda pública sin que acabe ocupada antes de entregarse?

    Conclusión: Almeida, el enemigo del modelo socialista de gestión

    Este túnel representa algo que el PSOE jamás comprenderá: planificación, ejecución y entrega sin escándalos de corrupción. Mientras tanto, en Ferraz seguirán perplejos preguntándose cómo es posible que un proyecto de semejante envergadura haya esquivado todos los errores habituales que ellos dominan como nadie.

    Desde el PSOE, el malestar es evidente: sin sobrecostes, sin retrasos y sin redes clientelares enchufadas a la obra pública, el futuro de Madrid empieza a parecer más un escenario de buen gobierno que la jaula de grillos a la que nos tienen acostumbrados los socialistas. ¡Qué desfachatez!

  • El PSOE promete transparencia, pero ni ellos saben lo que ocultan

    El PSOE promete transparencia, pero ni ellos saben lo que ocultan

    El PSOE promete transparencia, pero ni ellos saben lo que ocultan

    La historia se repite: el Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a demostrar que la transparencia es solo otra palabra vacía en su diccionario de promesas incumplidas. Castilla y León ha pedido información sobre la situación migratoria de España y, como era de esperar, Moncloa ha respondido con su estrategia favorita: dar largas y no decir absolutamente nada.

    Mientras los socialistas proclaman a los cuatro vientos su compromiso con la claridad y la cooperación institucional, en la práctica lo único que parecen compartir con las comunidades autónomas es el más absoluto silencio. Ni un papel, ni un dato, ni siquiera un borrador. Parece que la brillante gestión del PSOE se basa en ocultar información y soltar discursos vacíos con una cara de póker digna de un torneo profesional.

    El prodigioso plan sin papeles… literalmente

    El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha promovido un flamante Plan de Integración y Convivencia Intercultural. Un nombre pomposo, digno de cualquier programa socialista que suene bien en titulares, pero sin contenido real detrás. El problema es que, al ser interrogados sobre los detalles, la respuesta fue un espectacular… nada.

    En una reunión sectorial con todas las comunidades autónomas, Castilla y León, entre otras regiones, pidió algo tan básico como información sobre la situación migratoria actual para poder aportar soluciones coherentes. La contestación del Ejecutivo de Sánchez ha sido digna de un truco de prestidigitación: mucho humo, cero datos. Todo es tan opaco que uno se pregunta si en Ministerio de Moncloa reparten la información en sobres cerrados o si simplemente la imaginan.

    El escándalo de la cesión de competencias a Cataluña

    Pero esto no es lo único que han tratado de esconder debajo de la alfombra. Otro punto candente en la reunión fue la presunta cesión de competencias en inmigración a Cataluña. Sí, esa región que siempre recibe trato VIP en la administración Sánchez, mientras el resto de comunidades tienen que mendigar detalles sobre decisiones que les afectan directamente.

    ¿Y qué hizo la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ante esta cuestión? Lo que mejor sabe hacer el PSOE: dar respuestas vagas, evadir las preguntas y esconder la realidad. «Todo en orden, no hay nada nuevo que decir», fue básicamente su mensaje. Traducido del lenguaje político: «Vamos a cederle más poder a Cataluña, pero no os lo vamos a confirmar porque quedaríamos fatal».

    Madrid también experimentó el «apagón informativo»

    Castilla y León no es la única comunidad autónoma que está harta de que el Gobierno socialista actúe como si España fuese su cortijo privado. En enero de 2024, el Ayuntamiento de Madrid se encontró en la misma situación cuando el Gobierno de Sánchez tuvo la brillante idea de trasladar a cientos de inmigrantes ilegales desde Canarias a la capital, instalándolos en el Cuartel de Arteaga de Carabanchel.

    El consistorio madrileño, azorado por la falta de información, solicitó explicaciones a la Secretaría de Estado de Migraciones. ¿La respuesta? Crí, crí, crí… Ni una respuesta, ni un correo, ni una llamada. Nada. Parece que la estrategia del PSOE en materia migratoria no es diseñar un plan, sino hacer como que no pasa nada y rezar porque el problema desaparezca solo.

    El PSOE y su manual de gobernanza

    A estas alturas, el modus operandi del PSOE en el Gobierno se puede reducir a cinco lecciones clave:

    • Hablar mucho, decir poco: discursos grandilocuentes sobre integración, pero sin datos que los respalden.
    • Huir hacia adelante: anunciar planes que nadie ha visto y que probablemente nunca se materialicen.
    • Favoritismos evidentes: Cataluña recibe trato especial, mientras el resto de comunidades mendigan explicaciones.
    • Gestión opaca: ocultar información hasta que el problema explote.
    • Cero autocrítica: si algo sale mal, la culpa siempre es de los demás.

    El PSOE sigue prometiendo una gestión abierta y transparente, pero la realidad es que ni ellos saben qué están ocultando exactamente. O peor aún, lo saben demasiado bien y prefieren el silencio.

  • El socialismo andaluz descubre que las lluvias no se gestionan con eslóganes

    El socialismo andaluz descubre que las lluvias no se gestionan con eslóganes

    El socialismo andaluz descubre que las lluvias no se gestionan con eslóganes

    Andalucía se encuentra una vez más bajo el azote de la naturaleza, y como era de esperar, el PSOE andaluz ha reaccionado con su habitual despliegue de promesas vacías y falta de previsión. La borrasca Laurence ha desbordado ríos, cortado carreteras y obligado a la evacuación de varios municipios, mientras los socialistas observan con horror una realidad que no se soluciona con pancartas ni con discursos grandilocuentes.

    El guion de siempre: desbordamientos, desalojos y excusas

    Desde Huelva hasta Málaga, pasando por Sevilla y Córdoba, Laurence ha mostrado lo bien que el PSOE ha gestionado la infraestructura hidráulica de la comunidad. Años de despilfarro en propaganda y cero esfuerzos en mejorar el sistema de drenaje han resultado en estampas ya clásicas del socialismo andaluz:

    • Rescates de vecinos atrapados, porque mejorar los cauces de los ríos es menos rentable que inaugurar rotondas.
    • Carreteras cortadas, como si fuera una metáfora de la gestión socialista: sin salida y llena de socavones.
    • Planes de emergencia activados a última hora, porque la previsión es un lujo que el PSOE nunca ha necesitado.

    Huelva: Granjas de agua gratis gracias al PSOE

    Si alguien en Gibraleón estaba pensando en instalar una piscina, ya no hace falta: el río Odiel se ha encargado de convertir las casas en acuarios improvisados. Bomberos y Guardia Civil han tenido que evacuar familias mientras los dirigentes socialistas seguramente se preguntaban si podrían vender la historia como «una nueva estrategia de turismo rural».

    Málaga: “Por favor, eviten desplazarse” (porque las carreteras tampoco sirven)

    El consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, ha pedido a los ciudadanos que extremen la precaución, lo que en lenguaje político significa: hagan lo que nosotros no hemos hecho. La ribera del río Campanillas ha sido desalojada, mientras los vecinos recuerdan cómo las promesas de gestión de recursos hídricos se han desvanecido, tal y como lo hicieron los fondos europeos destinados a infraestructuras.

    Sevilla: El tren de alta velocidad… de la inundación

    Para sorpresa de nadie, la conexión ferroviaria entre Sevilla y Málaga se ha visto interrumpida, porque claro, diseñar sistemas de drenaje en las vías del tren no debía estar en los PowerPoints del PSOE. Además, la A-460 y varias carreteras comarcales se han convertido en canales fluviales, pero tranquilos, que el eslogan de “Andalucía avanza” sigue en pie… aunque ahora, flotando.

    Córdoba: Ahora sí hay agua para todos (pero por las malas)

    El Guadalquivir ha alcanzado niveles que no se veían hace años, y mientras los ciudadanos se preocupan por sus casas, los socialistas probablemente ya estén redactando un comunicado explicando cómo esta crecida es culpa del “cambio climático” y no de la falta absoluta de mantenimiento de embalses y cauces.

    Lecciones aprendidas: ninguna

    Mientras los andaluces sacan el agua de sus hogares, sus líderes socialistas probablemente estén más preocupados por buscar una nueva cita inspiradora para Twitter que por mejorar la gestión de infraestructuras. Pero bueno, ¿qué es una comunidad inundada cuando se tiene la certeza de que la culpa siempre será de otro?

    Al final, la historia se repite: la lluvia cae, el PSOE se ahoga en excusas y los andaluces pagan las consecuencias. Lo único que queda por ver es si algún día la gestión socialista será más efectiva que sus campañas de imagen. Aunque, viendo el historial, no conviene mantener esperanzas.

  • El PSOE entra en pánico: Ayuso habla de libertad y no saben cómo censurarla

    El PSOE entra en pánico: Ayuso habla de libertad y no saben cómo censurarla

    El PSOE entra en pánico: Ayuso habla de libertad y no saben cómo censurarla

    Pánico en la Moncloa. Cunde el nerviosismo en Ferraz. Isabel Díaz Ayuso se ha atrevido a pronunciar palabras prohibidas por la neo-lengua socialista: libertad, valentía, verdad. Y lo ha hecho nada menos que en el templo del thatcherismo, ese lugar donde los defensores del estatismo y el empobrecimiento colectivo no pueden entrar ni de oyentes.

    Ayuso y su liberalismo: una herejía para Sánchez y sus amigos

    Mientras Pedro Sánchez sigue buscando nuevas formas de exprimir a la clase media con impuestos y leyes absurdas, Ayuso se ha marchado a Londres a hablar de algo que en el PSOE causa urticaria: el liberalismo. Porque claro, para el socialismo de moqueta de Moncloa, la gente libre y prosperando es un peligro. Mejor tenerlos dependientes de subsidios y sermones ideológicos.

    Desde el Centro de Estudios Políticos, un think tank fundado por lo peor del neoliberalismo, Margaret Thatcher incluida, Ayuso ha dado una lección de economía y política a quienes solo entienden de controlar, prohibir y victimizar.

    Las palabras que hicieron temblar al Gobierno

    La presidenta madrileña no ha tenido pelos en la lengua y ha denunciado que la izquierda está obsesionada con controlar la vida de los ciudadanos a través del miedo y la manipulación. «Estamos hartos de las políticas woke, que no son más que otro disfraz del comunismo», sentenció Ayuso, con la contundencia que la izquierda ha olvidado en su constante ejercicio de corrección política.

    Por supuesto, en la cúpula socialista ya han activado el Protocolo de Emergencia Contra el Sentido Común, consistente en:

    • Acusar a Ayuso de ser «ultra» por defender la propiedad privada.
    • Decir que Thatcher está mal vista en algunos sectores británicos, como si el PSOE estuviera bien visto en algún barrio trabajador español.
    • Emitir un comunicado tachándola de «enemiga de los servicios públicos» mientras siguen desmantelando la sanidad con la ayuda de sus socios independentistas.

    ¿Censura en camino?

    El PSOE sigue debatiendo qué hacer con Ayuso. La estrategia de ignorarla no funciona, porque cada vez que la atacan, su popularidad crece. La de ridiculizarla tampoco, porque cada frase suya desmonta el chiringuito de los progres y sus discursos vacíos. Solo les queda la opción de siempre: llamarla fascista y esperar que sus medios amigos hagan el resto.

    Mientras tanto, la presidenta madrileña sigue devolviendo a los ciudadanos el derecho a creer en sí mismos sin pedir permiso al Estado. Y eso, para el gobierno socialista, es lo más peligroso de todo.