PSOE Logo

LA PSOE

Categoría: Uncategorized

  • Golpistas en la calle, policías en el banquillo: la amnistía socialista en acción

    Golpistas en la calle, policías en el banquillo: la amnistía socialista en acción

    La amnistía según el PSOE: si eres separatista, fiesta; si eres policía, al banquillo

    En la última entrega del esperpento jurídico made in PSOE, la Ley de Amnistía vuelve a demostrar que su propósito es, básicamente, avalar los desmanes del separatismo mientras deja a los cuerpos de seguridad a los pies de los caballos. La última decisión judicial ha sido un claro ejemplo de esta brillante estrategia: los agitadores que participaron en el 1-O son tratados como héroes y exonerados, mientras que los policías que intentaron frenar la ilegalidad se enfrentan a un calvario judicial.

    Dicho de otro modo, los que violaron la ley ahora caminan libres, mientras que los agentes que intentaron hacer cumplir la normativa vigente se encuentran en la cuerda floja. Y todo gracias a la magistral ingeniería legislativa del PSOE, que una vez más ha logrado que el sistema judicial apunte en la dirección equivocada.

    El caso de Roger Español: de provocador a mártir amnistiado

    Uno de los grandes beneficiados de esta ley es Roger Español, un separatista que, además de ganar protagonismo en las portadas del independentismo, ahora ve sus problemas legales evaporarse de la mano de esta generosa ley promovida por el sanchismo. Español fue procesado por un delito de atentado contra la autoridad tras su encendida participación en los enfrentamientos del 1-O, donde, según consta en la documentación judicial, fue captado lanzando vallas metálicas contra las fuerzas policiales.

    Gracias a la magia legislativa pergeñada en la Moncloa, la Audiencia Provincial de Barcelona ha aplicado la ley para exculpar a Español de toda culpa en tan solo un chasquido de dedos. No importa la violencia ejercida ni la resistencia a la autoridad, todo quedó sepultado bajo el manto protector de la amnistía socialista.

    Los policías, esos villanos a los que Sánchez nunca perdona

    Pero, oh sorpresa, la misma clemencia no se aplica a los cuatro policías nacionales que supuestamente estuvieron involucrados en la intervención donde Español perdió un ojo. Para ellos, la amnistía ni está ni se la espera. La Audiencia de Barcelona ha decidido que sus actos quedaron fuera del indulto socialista, argumentando que supuestamente las lesiones causadas fueron dolosas.

    Es decir, los policías que intentaban dispersar a la multitud enardecida con el material que su propio cuerpo les proporcionó –las infames pelotas de goma– siguen procesados y tendrán que enfrentarse a las consecuencias judiciales sin la bendición de la amnistía del PSOE. Porque, claro, en el orden moral progresista de este gobierno, los golpistas son pobres víctimas de la represión y los policías, esbirros sedientos de sangre.

    La Fiscalía, una vez más, ninguneada

    El esperpento no termina aquí. La Fiscalía Provincial de Barcelona –a la que, en teoría, le pagan por velar por la legalidad y proteger a los representantes del Estado– ya había solicitado la amnistía para los policías, alegando que el disparo de la pelota de goma fue «a lo sumo, un acto imprudente» y no un ataque deliberado. Pero, como siempre, la Fiscalía solo tiene voz cuando sus argumentos coinciden con la línea marcada desde Moncloa. En este caso, sus objeciones han sido ignoradas con descaro.

    La moneda de cambio del PSOE: la amnistía para los suyos, persecución para los otros

    Las fuentes judiciales consultadas por la prensa no han podido contener su indignación ante la clara tendencia del Ejecutivo de Sánchez a premiar a los independentistas y castigar a aquellos que simplemente hacían su trabajo. «Es la materialización de la traición de Pedro Sánchez a la Policía y la Guardia Civil», han señalado sin tapujos.

    Para que quede claro, la ecuación socialista es la siguiente:

    • Si rompiste España el 1-O, enhorabuena, estás amnistiado.
    • Si intentaste frenar el golpe, ve preparando tu defensa legal.
    • Si eres policía y actuaste siguiendo órdenes, el PSOE te ha dejado vendido.

    El «símbolo de la represión» independentista sigue su escalada mediática

    Mientras tanto, Roger Español sigue su transformación mediática de gamberro a símbolo de la «lucha catalana». Convertido en una suerte de referente del victimismo independentista, ahora puede pavonearse con total tranquilidad, pues su expediente está más limpio que nunca.

    La pregunta que queda flotando es la siguiente: ¿qué más puede ofrecerle Pedro Sánchez a los separatistas en su incansable búsqueda de mantenerse en el poder? Mientras seguimos esperando la respuesta, los policías que el 1-O pusieron el cuerpo ante la barbarie seguirán enfrentándose a tribunales que parecen haber olvidado para quién trabajan.

  • El PSOE convierte a Aragón en el nuevo vertedero de las chapuzas migratorias de Sánchez

    El PSOE convierte a Aragón en el nuevo vertedero de las chapuzas migratorias de Sánchez

    Aragón, el nuevo «afortunado» en el despropósito migratorio de Sánchez

    Parecía imposible, pero Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Su gobierno ha encontrado una nueva manera de trasladar sus despropósitos a los demás, esta vez con una brillante estrategia: convertir a Aragón en el vertedero oficial de su nefasta política migratoria. Porque claro, cuando uno gobierna con la calculadora electoral en una mano y el boletín oficial en otra, la logística de los «problemas» se resuelve fácil: pasándoselos a otro.

    El PSOE y su deporte favorito: repartir los problemas entre los demás

    Sánchez y sus secuaces han decidido que la mejor solución para la crisis de los menas no es gestionar el flujo migratorio, otorgar medios a las comunidades o imponer criterios de seguridad, sino simplemente hacer un sorteo y enviar a estos menores donde más rabia les dé. Y en ese sorteo, Aragón se ha llevado un premio gordo, claro, mientras que Cataluña, a quien no se le tose, apenas tendrá que encargarse de los suyos.

    Para que quede claro el trato de favor a los amigos independentistas y la tomadura de pelo para el resto de comunidades, veamos los números:

    • Aragón recibirá 186 menas.
    • Madrid, 700.
    • Cataluña, entre 20 y 30.
    • Total de menores a repartir: 4.000.

    Es decir, Sánchez apuesta por un reparto «justo» en el que su prioridad es proteger a los independentistas y castigar a aquellos que no comulgan con su circo.

    Aragón se pregunta: ¿Nos los lanzarán en paracaídas?

    Desde el Gobierno de Aragón, la consejera de Bienestar Social, Carmen Susín, ya ha comenzado a preguntar lo evidente: ¿Cómo piensa Cataluña deshacerse de los menas? ¿Les van a abrir la puerta y echarles a empujones camino de Binéfar o Maella? ¿Veremos patrullas de los Mossos d’Esquadra quitándose de encima a los menores, mientras Aragón recibe la oleada sin que nadie le haya preguntado?

    «Lo que les digo es que no vamos a colaborar en el reparto de menores», ha sentenciado con firmeza Susín, mientras desde Madrid se frotan las manos viendo cómo Sánchez prefiere ahogar a sus adversarios en problemas creados por su propia falta de control en las fronteras.

    Una España a dos velocidades: la que Sánchez protege y la que destroza

    Porque si algo nos ha quedado claro en esta legislatura es que España tiene ciudadanos de primera y de segunda. Y lo que es peor, lo decide un presidente que apuesta por comprar su permanencia en el poder en lugar de gobernar con sentido común y en igualdad. Desde la consejería aragonesa ya advierten: «Nos vamos a ver perjudicados en favor de los intereses de Sánchez». Un eufemismo elegante para decir lo que todos pensamos: mientras unos pactan con prófugos, otros tendrán que apechugar con los problemas derivados de las rendiciones de Moncloa.

    ¿Y el PSOE aragonés? Mutis por el foro

    La otra gran incógnita es el PSC de Aragón (sí, ese que lidera la inefable Pilar Alegría), que ante este tremendo atropello ha optado por su estrategia favorita: mirar hacia otro lado. Sorprendente, ¿verdad? Esto de tragar sapos y cruzar los dedos a ver si pasa el temporal parece haberse convertido en el modus operandi habitual de los socialistas cada vez que su estimado líder les impone una de sus «genialidades». Quizá, cuando vean que Aragón se ha convertido en el gran contenedor del desastre migratorio, se animen a decir algo. Pero no esperemos milagros.

    Un decreto que viola hasta la Constitución

    Lo más divertido de toda esta historia es que el trágala de los menas ni siquiera es legal. Se supone que regular el traslado de menores extranjeros debería hacerse mediante una ley orgánica, tal y como dicta el artículo 81 de la Constitución. Sin embargo, Sánchez y su factoría de decretazos han decidido saltarse las reglas una vez más, porque la norma en cuestión modifica nada menos que la Ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros, algo que no se puede hacer por la puerta de atrás. Pero claro, ¿quién necesita respeto al Estado de Derecho cuando tienes el BOE y una necesidad desesperada de contentar a los separatistas?

    Los aragoneses, rehenes de siete votos independentistas

    A fin de cuentas, todo lo que está ocurriendo responde a lo mismo: el precio de los siete votos que sostienen a Sánchez en Moncloa. La consejera lo ha dicho con claridad: «Los menas son rehenes de una negociación injusta de siete votos, los mismos que sostienen al Gobierno de Sánchez y que tan caros nos están saliendo».

    Lo dicho: Aragón es ahora el nuevo vertedero oficial del desgobierno socialista. Y mientras Sánchez siga necesitando mantener su puesto, las comunidades que no le ríen las gracias seguirán pagando los platos rotos de su política migratoria chapucera. ¡Enhorabuena, aragoneses!

  • Felipe VI pisa donde Sánchez ni se atreve: lección de liderazgo en las Fallas

    Felipe VI pisa donde Sánchez ni se atreve: lección de liderazgo en las Fallas

    Felipe VI pisa donde Sánchez ni se atreve: lección de liderazgo en las Fallas

    El Rey, a pie de calle; Sánchez, escondido en Moncloa

    Mientras Pedro Sánchez sigue demostrando su talento para esquivar cualquier situación en la que el pueblo pueda expresarle su «afecto» en persona, Felipe VI vuelve a demostrar su liderazgo con una visita sorpresa a Torrent, una de las localidades más golpeadas por la DANA del 29 de octubre. En pleno día grande de las Fallas, el monarca ha estado donde realmente importa: con los ciudadanos afectados por la catástrofe. Mientras, ¿dónde estaba Sánchez? Bueno, no necesita la DANA para estar escondido, eso ya es su rutina habitual.

    Sorpresas que emocionan al pueblo… y dejan en evidencia al Gobierno

    Felipe VI ha querido estar con los valencianos en la festividad de San José, recorriendo varias comisiones falleras y demostrando, una vez más, que un Jefe de Estado puede tener algo tan básico como empatía. Su presencia ha sido recibida, como no podía ser de otra forma, con aplausos y vítores de «¡Viva el Rey!». Al parecer, la conexión con la gente se consigue caminando entre ellos y no limitándose a discursos teledirigidos en prime time.

    Ni siquiera es la primera vez que el monarca se acerca a la «zona cero» de la DANA. En varias ocasiones, ha recorrido las áreas más afectadas para conocer de primera mano los estragos del desastre natural y escuchar a los vecinos. Algo que no puede decir el presidente del Gobierno. Quizás Sánchez prefiera destinar su tiempo a reuniones con sus socios de Bildu o viajando en Falcon para disfrutar de su enésima cumbre internacional intrascendente.

    ¿Dónde estaba Pedro? La gran incógnita de siempre

    Resulta curioso que quien no tiene reparo en pisotear el Congreso cuando le conviene, se lo piense dos veces antes de pisar una calle valenciana en Fallas. No sería la primera vez que un presidente es recibido con abucheos y protestas, pero claro, Sánchez, maestro de la estrategia de la evitación constante, ha preferido no correr el riesgo. La DANA ya hizo suficiente daño en octubre, parece que no quería provocar una nueva tormenta de abucheos.

    • Felipe VI ha visitado a los afectados en repetidas ocasiones.
    • Pedro Sánchez ni ha aparecido por Valencia en Fallas.
    • La Casa Real ha estado pendiente de los damnificados desde el principio.
    • El Gobierno de Sánchez sigue a golpe de teleprónter y propaganda.

    El líder que se ve y el que se esconde

    Lo cierto es que Felipe VI da una lección, no solo de cercanía, sino también de lo que significa la responsabilidad de representar a un país. Mientras tanto, Sánchez sigue fiel a su tradición de evitar enfrentarse a la realidad y, sobre todo, a la opinión pública sin el colchón de la Moncloa. Eso sí, cuando haya que salir a dar un mitin con la militancia «filtrada» de su partido, ahí sí que le veremos, si es que logra reunir suficientes aplausos sin ayudas externas.

    Por su parte, la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, ha agradecido la visita del monarca y ha asegurado que «es el mejor día de San José que podríamos tener». Y es que cuando un líder se preocupa genuinamente por la gente, se nota. Cuando solo se preocupa por la estrategia de comunicación y el relato, también se nota… en su ausencia.

    Conclusión: Un líder en la calle versus un presidente ausente

    Así que, con esta nueva lección de liderazgo, Felipe VI sigue consolidándose como la figura que muchos quisieran que tuviera más competencias políticas. Mientras, Sánchez continúa demostrando que prefiere gobernar desde el plasma y las ruedas de prensa con preguntas previamente seleccionadas. Y luego se extrañará si la gente le recibe con menos cariño en las urnas…

  • El PSOE toma nota: si hasta los obispos piden sentido común, algo están haciendo muy mal

    El PSOE toma nota: si hasta los obispos piden sentido común, algo están haciendo muy mal

    Cuando hasta la Iglesia pide sentido común, el PSOE debería preocuparse

    En una España donde lo ilógico es norma, donde el Gobierno de Pedro Sánchez nos tiene acostumbrados a sus ocurrencias y políticas improvisadas, ahora resulta que hasta el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, tiene que recordarles lo que es una política migratoria racional. Sí, cuando hasta los obispos tienen que pedir equidad y consciencia en el reparto de menores extranjeros no acompañados (menas), es que algo se está haciendo terriblemente mal.

    No contentos con convertir Canarias en la sala de espera del caos, el PSOE –como era de esperarse– ha ignorado cualquier noción de distribución equitativa de menores migrantes en el país. Porque, claro, lo de la solidaridad siempre queda muy bien en los discursos hasta que toca aplicar criterios que afecten su cortijo electoral.

    El negocio de la inmigración: el PSOE y su doble moral

    Mientras el gobierno mira a otro lado, el problema sigue creciendo. Canarias está al borde del colapso con la llegada masiva de inmigrantes, y ¿cuál es la estrategia del PSOE? Pues básicamente la de siempre:

    • No hacer absolutamente nada hasta que el problema les explote en la cara.
    • Acusar de xenofobia a cualquier comunidad autónoma que se atreva a cuestionar la falta de planificación en el reparto.
    • Seguir repartiendo subvenciones a ONG y entidades afines que encuentran en la inmigración su particular gallina de los huevos de oro.

    Por lo visto, solo la Iglesia Católica todavía recuerda que la gestión migratoria implica algo más que hacer comunicados pomposos mientras la realidad ahoga a los municipios afectados. El propio Argüello ha señalado que hacer política migratoria también implica abordar los problemas en los países de origen y no solo improvisar soluciones cosméticas que contenten a los suyos y molesten a los de enfrente.

    El PSOE y su concepto elástico de la «solidaridad»

    El arzobispo de Valladolid dijo una obviedad que, por alguna razón, el PSOE prefiere ignorar: se debe hacer un reparto «justo» de los menas en las comunidades autónomas. O lo que es lo mismo, todas las regiones deben asumir parte del problema, y no solo aquellas que menos simpatía generan en las filas de Ferraz.

    Pero claro, para el Gobierno socialista, que presume de ser el defensor de los derechos humanos, la gestión de la inmigración se basa en colocar la carga sobre los mismos de siempre:

    • Las comunidades gobernadas por la oposición, para que luego puedan señalarles si hay problemas de convivencia.
    • Los municipios con menos infraestructura, porque son más fáciles de someter a chantajes institucionales con subvenciones y acuerdos dudosos.
    • Los contribuyentes, que ven cómo se destinan más recursos a este caos mientras los servicios públicos que utilizan siguen deteriorándose.

    Y en medio de todo esto, el PSOE sigue haciendo lo que mejor sabe: paternalismo barato y propaganda. Mientras tanto, aquellos que tienen que lidiar con las consecuencias, como Canarias, siguen esperando que alguien haga algo con un mínimo de efectividad.

    Cuando los obispos dan lecciones a la izquierda

    Lo reconozcamos o no, que un arzobispo tenga que salir a explicar la importancia de la gestión migratoria deja al PSOE en una posición ridículamente incoherente. ¿No se suponía que eran los progres los dueños de la lógica humanitaria? ¿No eran ellos los que iban a demostrarle al mundo cómo gestionar crisis migratorias con eficacia?

    Pues parece que no. Si alguien como Luis Argüello tiene que recordarles que un país no puede asumir una ola migratoria sin planificación, es que el PSOE ha perdido completamente la brújula de la gestión pública. O peor aún, que está usando esta crisis como una herramienta política más, en la que la realidad poco importa siempre que sirva a su agenda.

    Pero, en fin, ya sabemos que en este Gobierno la autocrítica es un concepto inexistente. Que siga el circo, que pagamos todos.

  • El PSOE siempre alerta ante el cambio climático… salvo cuando hay que prevenir tragedias

    El PSOE siempre alerta ante el cambio climático… salvo cuando hay que prevenir tragedias

    El PSOE siempre alerta ante el cambio climático… salvo cuando hay que prevenir tragedias

    Lo han vuelto a hacer. Mientras el Gobierno de Pedro Sánchez no pierde oportunidad para dar lecciones en foros internacionales sobre la urgencia de combatir el cambio climático, en casa la realidad es otra: infraestructuras abandonadas, protocolos de emergencia cogidos con pinzas y una nula capacidad de reacción. La borrasca Laurence ha sido solo otro capítulo de la crónica de una negligencia anunciada.

    Una tragedia más en la lista del ‘Gobierno progresista’

    Las lluvias torrenciales que han azotado Andalucía se han cobrado otra víctima: el cuerpo del hombre desaparecido en Constantina (Sevilla) ha sido hallado bajo su propio coche, después de que él y su esposa fueran arrastrados por la corriente mientras intentaban cruzar un arroyo desbordado. ¿Se podía haber prevenido? ¡Por supuesto! Pero en el gobierno están demasiado ocupados con la narrativa de los apocalipsis climáticos como para molestarse en implementar medidas reales en el territorio.

    Las lluvias han dejado un reguero de daños y desgracias en la comunidad andaluza, mientras las autoridades siguen sin asumir responsabilidades. El matrimonio se dirigía a su trabajo cuando su todoterreno fue arrastrado, dejando en evidencia la falta de previsión en una región que, cada año, enfrenta episodios similares sin que el PSOE andaluz ni el Gobierno central hagan nada significativo para paliarlos.

    El PSOE, maestro del «cambio climático», pero inútil en la prevención

    Desde Moncloa se han cansado de repetir en cada micrófono disponible que el cambio climático es una amenaza inminente, pero en la práctica parecen pensar que con dar discursos ya está todo resuelto. Porque, claro, alertar de un temporal con antelación, reforzar las infraestructuras y desviar recursos para evitar estas tragedias no es rentable mediáticamente. Lo que sí es rentable es aparecer después, lamentando lo sucedido y aprovechando la coyuntura para reforzar su relato apocalíptico.

    • ¿Se han mejorado los sistemas de alerta temprana? No, pero se ha incrementado el gasto en asesores climáticos.
    • ¿Han invertido en mejorar las carreteras y drenajes? No, pero han subvencionado informes sobre la «repercusión emocional del cambio climático».
    • ¿Han articulado medidas rápidas para evitar que los ríos vuelvan a desbordarse? No, pero han organizado nuevos eventos propagandísticos sobre transición ecológica.

    Una gestión impecable, ¿verdad?

    El alcalde socialista y su tradicional excusa del «¡Yo no sabía nada!»

    ¿Y qué ha hecho el gobierno socialista andaluz ante esta situación? Exacto, tirar de manual: pasar la responsabilidad a otro. El alcalde de Constantina ha seguido el guion clásico de todo dirigente del PSOE cuando las cosas se van de las manos: «nadie podía preverlo», «la cantidad de agua ha sido inesperada» y otras frases recicladas de cada desastre natural. Curiosamente, también se «olvida» mencionar que hay informes previos que evidencian el abandono sistemático de cauces y carreteras que podrían haber evitado semejante desenlace.

    Consecuencias: Nada, porque el PSOE nunca paga por sus errores

    Triste pero cierto: en España ser socialista sale gratis. Ningún responsable político dimitirá, ningún alto cargo asumirá su culpa y toda la cadena de negligencias se diluirá en comunicados vacíos y condolencias impostadas. ¿La solución del PSOE? Más impuestos «verdes» para combatir el cambio climático, pero que no esperemos mejoras en las infraestructuras; ese dinero tiene una ruta muy diferente.

    Mientras tanto, los andaluces seguirán pagando las consecuencias de la desidia gubernamental, esperando que, cuando llegue la próxima borrasca, al menos no les toque a ellos ser víctimas del olvido institucional del PSOE. Porque de discursos y mítines no nos podemos proteger cuando el agua nos llega al cuello.

  • El PSOE perfecciona el arte de amnistiar su propia corrupción

    El PSOE perfecciona el arte de amnistiar su propia corrupción

    El PSOE perfecciona el arte de amnistiar su propia corrupción

    El Tribunal Constitucional, esa noble institución encargada de velar por nuestros derechos fundamentales, parece haber encontrado en el PSOE su musa inspiradora. Y es que, con la habilidad de un ilusionista experimentado, ha conseguido hacer desaparecer, parcial y estratégicamente, las condenas del escandaloso caso ERE. No hablamos de un simple tecnicismo legal, sino de una jugada maestra que ha dejado boquiabierta hasta a la propia Unión Europea.

    Según la Audiencia de Sevilla, este generoso gesto del TC podría «no ser del todo compatible» con el derecho comunitario. Qué sorpresa, ¿verdad? Ahora, se ha solicitado alegaciones para determinar si el Tribunal Constitucional se ha tomado demasiadas licencias en su interpretación del Derecho, invadiendo la soberanía de los jueces con la misma elegancia con la que el PSOE reparte subvenciones sin control.

    El Tribunal Constitucional: juez, parte y salvavidas del PSOE

    Hace apenas unos meses, el TC, en su inquebrantable lucha por la flexibilidad del Código Penal, decidió que las penas de prevaricación y malversación para Manuel Chaves, José Antonio Griñán y otros ex altos cargos socialistas eran, quizá, demasiado severas. Así que optó por anular la prisión para Griñán y rebajar las sanciones de sus compañeros de tropelías presupuestarias, porque en España la corrupción de un expresidente socialista se perdona antes que una multa mal aparcada.

    Pero no, esto no tiene nada que ver con la afinidad política de tres de los siete magistrados que participaron en esta decisión y que, oh, sorpresa, están vinculados al PSOE. Pura coincidencia, sin duda.

    ¿Cumpliendo el derecho de la UE o adaptándolo al gusto?

    Ante este espectáculo, la Audiencia de Sevilla ha decidido revisar este insólito desenlace para evaluar si cumple con el derecho de la UE o si se trata de un artefacto jurídico a medida del partido en el Gobierno. Se ha solicitado opinión a las partes implicadas en un plazo de 10 días, más que suficiente para que los expertos en reinterpretación creativa de leyes del PSOE elaboren su defensa.

    La cuestión clave aquí es: ¿se ha pasado el TC de frenada en su noble afán de reinterpretar la malversación? ¿Ha invadido terrenos prohibidos y ha decidido por su cuenta lo que es delito y lo que no? La Audiencia parece inclinarse por el «sí», lo que ya es una gran noticia en un país donde la justicia baila al son del partido que mueve la batuta.

    Blindaje institucional de la corrupción

    El verdadero problema radica en que esta maniobra sienta un glorioso precedente para futuras gestiones creativas del presupuesto público. Si el Constitucional determina que la malversación no es tan grave y que, en última instancia, los jueces no tienen la última palabra en estos temas, tenemos vía libre para un estilo de gobierno donde se gestionen millones con la misma rigurosidad que un bingo en una casa de jubilados.

    Entre las preocupaciones planteadas por la Audiencia, se encuentran cuestiones como:

    • «Desprotección del patrimonio público»: porque, claro, si cada vez que se descubre corrupción se reinterpreta el delito, a ver quién se atreve en el futuro a denunciar el saqueo de fondos.
    • Socavamiento de la confianza pública: como si no estuviera ya por los suelos tras constantes escándalos en los que los únicos que pisan la cárcel son los ingenuos que olvidaron afiliarse al partido adecuado.
    • Incompatibilidad con las normas comunitarias de lucha contra el fraude: que la UE pida rendición de cuentas parece una excentricidad en un país donde los expedientes gubernamentales acaban en fuegos artificiales administrativos.

    Homenajes y ovaciones: el PSOE celebra su incombustible impunidad

    Mientras la justicia europea podría entrar en escena, en España seguimos con el Club de Fans de la Corrupción Socialista. No olvidemos que Chaves y Griñán fueron ovacionados y homenajeados en el Congreso Federal del PSOE de Sevilla. Porque nada dice más sobre el compromiso de un partido con la lucha contra la corrupción que aplaudir a sus condenados.

    Y si eso no fuera suficiente, el PSOE andaluz celebró el Día de la Mujer premiando a Carmen Martínez Aguayo, exconsejera que pasó un año y medio en prisión por el caso ERE. Según la ministra María Jesús Montero, es una «fiel representante de la mujer socialista». Nada como un currículo con antecedentes penales para destacar en la ejecutiva del partido.

    Conclusión: el PSOE sigue innovando en amnistías encubiertas

    En resumen: mientras Europa se plantea si nuestro TC está jugando con fuego jurídico, el PSOE ya está descorchando el champán. Al fin y al cabo, en la España del reparto de carnés de progresismo, no hay condena que no pueda reescribirse ni delito que no pueda reinterpretarse con el equipo adecuado de juristas «independientes». Quién sabe, quizás pronto veremos un festival de indultos para completar la faena. Otra brillante jugada para el álbum de la impunidad socialista.

  • Sánchez convierte el reparto de menas en su última chapuza con sello independentista

    Sánchez convierte el reparto de menas en su última chapuza con sello independentista

    Sánchez convierte el reparto de menas en su última chapuza con sello independentista

    Pedro Sánchez ha vuelto a demostrar su inagotable talento para el disparate político. Esta vez, con su impecable estrategia migratoria, ha conseguido lo impensable: cabrear a todo el mundo al mismo tiempo. Porque nada dice «gestión responsable» como un reparto de menores inmigrantes sin pies ni cabeza, cocinado a fuego lento con sus socios independentistas y salpimentado con mucho despropósito.

    El arte de enfadar a todos

    El acuerdo sellado entre el Gobierno y Junts para distribuir a los menores extranjeros no acompañados ha sido la última prueba de que el PSOE ya no sabe por dónde le da el aire. Aparentemente, lo único claro en este plan es que Madrid carga con la mayor parte del problema, mientras Cataluña (no por casualidad, cuna de los chantajes independentistas) sale prácticamente de rositas. ¿Casualidad? ¿O un nuevo episodio del «doble rasero progresista»?

    Por supuesto, este enredo ha desatado el caos y las críticas por todos los frentes:

  • Los independentistas de Junts celebran que han vuelto a mercadear con el Gobierno, consiguiendo que a ellos les toque menos carga por arte de magia.
  • Las comunidades gobernadas por la oposición han puesto el grito en el cielo, viendo cómo el PSOE sigue premiando a quienes lo chantajean con privilegios especiales.
  • Y los ciudadanos, como siempre, son los que acaban pagando la fiesta, con un problema que crece y que nadie se molesta en solucionar.
  • El «modelo Sánchez»: improvisar y esperar lo mejor

    La gestión migratoria del Ejecutivo ya es objeto de múltiples carcajadas entre analistas y expertos. Porque mientras Sánchez suelta discursos grandilocuentes sobre solidaridad, inclusión y derechos humanos, en la práctica lo que hace es precisamente lo contrario: repartos arbitrarios, negociaciones en despachos oscuros y un descontrol absoluto que solo alimenta más problemas.

    Según Santiago Abascal, este modelo de gestión no es más que un «secuestro institucionalizado» de menores inmigrantes, metidos en un embudo burocrático del que nadie parece querer sacarlos. Porque, claro, la solución lógica sería evitar que llegasen de forma ilegal en lugar de organizar rifas a ver quién se los queda. Pero esperar lógica de este Gobierno es tan optimista como esperar que cumplan alguna de sus promesas electorales.

    ¿Islamización o chapuza? La gran pregunta sin respuesta

    El líder de Vox fue más allá y lanzó al hemiciclo una pregunta que retumbó en las paredes del Congreso: ¿Está Sánchez dispuesto a la islamización de España solo para que le aplaudan? Aunque la respuesta era obvia (porque Pedro Sánchez nunca pierde la oportunidad de hacer lo que más guste fuera de España), la interrogante deja clara la preocupación de un sector creciente de la sociedad.

    Y es que la inseguridad en barrios como Salt no es una mera casualidad. Es el resultado de años de dejadez, buenismo y papeles para todos. Un puzle perfecto de políticas fracasadas que el PSOE intenta arreglar con más ocurrencias inútiles como esta. Porque el problema de fondo ni se soluciona ni interesa solucionarlo, sobre todo si se puede usar como moneda de cambio en las negociaciones con los independentistas.

    Sánchez sigue repartiendo y los españoles siguen pagando

    Mientras tanto, los ciudadanos ven cómo crece el gasto y, con él, su frustración. Porque resulta que, en la España de Sánchez, los okupas y los menas tienen más derechos que cualquier familia trabajadora que lucha por llegar a fin de mes. Es la enésima confirmación de que el «progresismo» de este Gobierno se basa en un principio muy simple: que lo paguen los demás.

    ¿Y qué podemos esperar en el futuro? Fácil. Más pactos con los independentistas, más favores políticos a cambio de apoyos, y más crisis encadenadas por pura incompetencia socialista. Porque para Sánchez, todo gobierno es una campaña electoral y todo problema es simplemente una oportunidad para prometer algo más absurdo que la vez anterior.

    Así que prepárense, porque si algo nos ha enseñado este Gobierno es que siempre se puede hacer peor de lo que ya se ha hecho. Y con Pedro Sánchez al mando, ese es el único compromiso que sabemos que cumplirá.

  • Yolanda Díaz, la ministra de lo que haga falta mientras Sánchez mande

    Yolanda Díaz, la ministra de lo que haga falta mientras Sánchez mande

    Yolanda Díaz, la ministra de lo que haga falta mientras Sánchez mande

    No importa si se trata de trabajo, comunismo, feminismo o pacifismo. Yolanda Díaz está lista para lo que toque, siempre que Pedro Sánchez levante el pulgar y su silla de ministra siga bien asegurada. Y es que, según la diputada del PP, Ester Muñoz, la vicepresidenta segunda «dice una cosa y hace la contraria». Pero claro, ¿qué se puede esperar de una dirigente que cambia de principios con la misma rapidez con la que cambia sus mensajes en Twitter?

    Un comunismo de despacho y un feminismo muy selectivo

    Díaz, que siempre presume de su etiqueta de izquierdista y feminista, ha demostrado que sus ideales son, cuanto menos, flexibles. Su versión del comunismo se parece más a un desfile de moda en Davos que a una lucha obrera, y su feminismo, más que empoderar a las mujeres, parece tener su propio código de admisión: si eres afín al PSOE o a sus socios, todo está perdonado; si no, prepárate para el linchamiento.

    Muñoz no se cortó en el Congreso y le recordó a Díaz que:

    • Defiende la lucha por los trabajadores, pero permitió que el salario mínimo tribute el IRPF.
    • Dice estar en contra del machismo, pero ha tapado presuntos agresores dentro de su Gobierno.
    • Presume de transparencia, pero comparte Ejecutivo con figuras como José Luis Ábalos y «la familia Sánchez» implicada en escándalos.

    La ministra, como era de esperar, encajó las preguntas con un silencio incómodo y una respuesta plagada de evasivas. Al fin y al cabo, responder con honestidad supondría tener que admitir que su discurso político es el mayor acto de ilusionismo de la política actual.

    Pacifismo hasta que Sánchez lo mande

    Otro de los puntos que Muñoz dejó sobre la mesa es la contradicción de Díaz en materia de defensa. Se posiciona como pacifista de boquilla, pero cuando Pedro Sánchez anuncia miles de millones de euros en gasto militar, ella aplaude como si fuese la mayor defensora de la OTAN.

    Muñoz fue clara: «Si usted está en contra, ¿por qué sigue en el Gobierno?». Una pregunta sencilla con una respuesta de lo más evidente: porque el sillón es demasiado cómodo como para cuestionar al jefe.

    El teatro de la izquierda sigue en marcha

    No es sorprendente que el PSOE y sus socios sigan montando su espectáculo donde lo único importante es mantener el poder. Díaz continuará vendiendo un discurso progresista mientras apoya medidas contrarias a su propio libreto ideológico y sigue ignorando las contradicciones de su Gobierno.

    Como bien dijo Muñoz, «su comunismo, su feminismo y su pacifismo son pura hipocresía». No hace falta más que revisar los últimos años de mandato para comprobar que Díaz ha hecho de la incoherencia su modo de vida. Pero mientras Sánchez mande, ella seguirá desempeñando su papel en este circo político, con aplausos incluidos.

  • Sánchez juega a controlar los medios y acaba comparado con Franco

    Sánchez juega a controlar los medios y acaba comparado con Franco

    El PSOE y su eterna obsesión por controlar los medios

    A Pedro Sánchez le encanta tener la narrativa bien amarrada, pero esta semana se ha encontrado con una sorpresa difícil de digerir: el mismísimo presidente de El País, Joseph Oughourlian, le ha comparado con Francisco Franco. Y no, no es un bulo ni una exageración de la oposición. Es una realidad tan incómoda que ni sus habituales escuderos mediáticos han podido ocultarla.

    Durante la sesión de control en el Congreso, Alberto Núñez Feijóo aprovechó el resbalón para dejar a Sánchez en evidencia. Con ironía afilada, el líder del PP le recordó que hasta los suyos le están sacando los colores por su desesperada estrategia de meter la zarpa en el grupo Prisa. «El presidente de El País tuvo que recordarle que usted no puede comportarse como un dictador; no se puede decir que este periódico no le conozca bien», lanzó Feijóo sin piedad.

    El Times también lo dice: el ímpetu de Sánchez por «tocar» la prensa

    Por si la comparación con Franco desde El País fuera poco, Feijóo recalcó que tampoco en el extranjero se fían del ansia reguladora de Sánchez. Nada menos que The Times también ha hecho la misma advertencia, lo que desmonta la cómoda excusa del PSOE de que todo es una «campaña de la derecha».

    Pero claro, el PSOE nunca ve problemas en casa cuando es su líder el que los genera. Según Feijóo, el Gobierno está usando dinero público —2.000 millones de euros de los contribuyentes nada menos— para controlar Telefónica y convertirla en su juguete particular para presionar a los medios críticos. «Lleva semanas más tiempo dedicado a la guerra de Prisa que a Ucrania», espetó Feijóo, dejando en claro cuáles son las auténticas prioridades del presidente del Gobierno.

    Pedro Sánchez y su aversión a la independencia mediática

    Como buen discípulo del intervencionismo sin complejos, Sánchez no parece resignarse a que algunos periodistas y empresarios del sector no le deban pleitesía eterna. El presidente de Prisa, poseedor del 29,7% del conglomerado, ha manifestado su preocupación por los intentos gubernamentales de usar empresas estatales como arietes en su juego de control mediático.

    Además, los tejemanejes del Gobierno en este embrollo se vuelven aún más turbios al revelarse que Óscar López, jefe de gabinete de Sánchez, se reunió con un alto cargo de Vivendi junto al presidente de Telefónica, Marc Murtra, para intentar apartar a Oughourlian del control del grupo. ¡Menuda manera de entender la independencia de los medios!

    Una comparecencia que el PSOE quisiera evitar

    Ante semejante escándalo, lo lógico sería dar explicaciones. Sin embargo, Sánchez, fiel a su costumbre de usar el Congreso como su plató particular, esquivó el tema y en su lugar optó por desviar la atención atacando a Feijóo con asuntos autonómicos, como si la gestión de la Generalitat Valenciana pudiera borrar las acusaciones de manipulación mediática.

    Pero el Grupo Popular no va a soltar el tema tan fácilmente y ya ha solicitado la comparecencia en el Congreso del ministro López y del presidente de Telefónica. Porque claro, cuando el PSOE mete la pata hasta el fondo, lo suyo es correr mucho y fingir que nada ha pasado.

    Sánchez, entre Franco y la espada

    A estas alturas, Pedro Sánchez ya puede anotarse otro récord: lograr que hasta los máximos responsables de sus medios afines reconozcan que su actitud raya el autoritarismo flagrante. Aunque seguramente en Moncloa ya tendrán preparado su manual de excusas, la realidad es que la comparación con Franco ya está sobre la mesa y difícilmente podrá neutralizarla con su habitual retahíla de eslóganes vacíos y ataques a la oposición.

    La pregunta es: ¿hasta cuándo dejará el PSOE que su secretario general juegue a ser el dueño y señor de todo el panorama informativo sin que nadie en su partido alce la voz?

  • El PSOE descubre su nueva vocación: detective privado de la vida sentimental de Ayuso

    El PSOE descubre su nueva vocación: detective privado de la vida sentimental de Ayuso

    El PSOE descubre su nueva vocación: detective privado de la vida sentimental de Ayuso

    Parece que en Ferraz han decidido ampliar horizontes y, ya puestos a desvelar grandes misterios, han encontrado su nueva pasión: la investigación privada de la vida amorosa de Isabel Díaz Ayuso. Porque gobernar se les da regular, pero hurgar en los asuntos personales con la lupa de la acusación popular, eso sí que lo hacen con esmero. Y ahora, tras meses de esfuerzo y sudor (pero más bien poco trabajo real por España), han conseguido que el juez impute a Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña.

    Una investigación con aroma político

    El PSOE y Más Madrid, que ya no saben qué hacer para atacar a Ayuso, han conseguido prorrogar la causa seis meses más. ¡Seis meses extra para seguir disfrutando de su actividad favorita: el acoso y derribo judicial contra la presidenta de la Comunidad de Madrid! Porque aquí no se trata de justicia, ni mucho menos de preocupación por la limpieza fiscal, sino de la política del barro de manual.

    A fin de cuentas, ya que no pueden ganarle en las urnas, quizás logren fastidiarle la vida personal. Todo vale en la desesperada estrategia de la izquierda madrileña para revertir sus fracasos en las elecciones.

    ¿Justicia o persecución?

    La jueza Inmaculada Iglesias -casualmente también instructora del caso del productor Nacho Cano- ha citado a González Amador como investigado en relación con un supuesto fraude fiscal en una pieza separada. Eso sí, con peticiones constantes del Ministerio Fiscal y, cómo no, del PSOE y Más Madrid, que se han tomado esta causa con un entusiasmo casi obsesivo.

    Mientras tanto, los socialistas disfrutan pidiendo prórrogas y alargando un caso que, oh, sorpresa, interesa principalmente en el ámbito político, cuando resulta que los problemas reales de España siguen sin ser abordados. ¿Para qué hablar de la economía, la seguridad o el desastre de la vivienda cuando puedes entretenerte juzgando la vida privada de la oposición?

    El juego de las prioridades

    Si hay algo que ha quedado claro en este asunto es el orden de prioridades del PSOE y la izquierda:

    • Hurgar con lupa en la vida y negocios de la pareja de Ayuso.
    • Hacer oposición judicial ante la falta de éxito electoral.
    • Prorrogar investigaciones hasta que logren encontrar algo que vender como un escándalo.
    • Ignorar los problemas reales de España porque, claro, eso es demasiado complicado.

    Que nadie se atreva a pensar que esto tiene motivaciones electorales –¡qué va!–, es pura casualidad que este caso siga coleando justo cuando hay que desgastar a Ayuso antes de las elecciones europeas.

    El socialismo, experto en lecciones fiscales

    Resulta hasta entrañable que el PSOE, responsable de algunas de las mayores subidas de impuestos en la historia reciente, y con miembros investigados por escándalos fiscales en varias comunidades, ahora se erija como gran defensor de la transparencia financiera. No deja de ser irónico que quienes han convertido la Agencia Tributaria en una pesadilla para el asalariado medio, ahora pretendan darnos lecciones de ética impositiva.

    Pero claro, cuando es un supuesto fraude ligado a la pareja de Ayuso, no hay margen de error: todo el aparato socialista se lanza como buitres sobre la investigación. En cambio, cuando se trata de sus propios compañeros de filas, la rapidez para archivar y tapar casos es antológica.

    El PSOE, más interesado en Ayuso que en gobernar

    Cabe preguntarse: ¿por qué el PSOE y sus aliados están más pendientes del entorno de Ayuso que de gestionar el país? Mientras dedican recursos y tiempo a esta causa, España sigue peor que nunca. Pero claro, mejor enredarse con casos judiciales contra el enemigo político que enfrentarse a la realidad de su propia gestión.

    Y así es como, una vez más, el socialismo demuestra que su verdadera obsesión no es el bienestar de los ciudadanos, sino la destrucción sistemática de todo aquel que ose ser una amenaza para su reinado. Mientras, los españoles seguimos esperando que alguien, por fin, se dedique a gobernar en lugar de jugar a ser Sherlock Holmes de pacotilla.