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Begoña Gómez, empresaria estrella gracias a los fondos públicos de su marido

Begoña Gómez, empresaria estrella gracias a los fondos públicos de su marido
Parece que en la familia Sánchez-Gómez no se pierde el tiempo. Mientras el presidente del Gobierno se dedica a repartir fondos públicos con generosidad digna de un monarca absoluto, su esposa, Begoña Gómez, aprovecha las circunstancias para montar su particular negocio de «Transformación Social Competitiva». Y por supuesto, no podía dejar pasar la oportunidad de promocionarlo en un evento organizado por un socio suyo y patrocinado por el propio Gobierno. Todo queda en casa.
De influencer de la sostenibilidad a empresaria «visionaria»
En junio de 2021, Gómez participó en el evento Mañana empieza hoy, que lejos de ser una plataforma de innovación empresarial, resultó ser la pasarela perfecta para su creciente imperio académico. Y lo hizo con stand incluido, listo para vender su cátedra y sus másters como si se tratara de un mercadillo benéfico. Lo mejor del asunto es que el evento, celebrado en Ifema, contaba con el generoso patrocinio de Enisa, una empresa pública de financiación para pymes, dependiente del Ministerio de Industria. Es decir, más dinero público a disposición de los amiguetes.
¿Y qué se ofrecía en el stand de Gómez? Pues, además de la venta de ideas grandilocuentes sobre “transformación social sostenible” (que nadie sabe exactamente qué significa), los visitantes podían jugar para ganar una plaza gratuita en su máster. Un detalle que deja claro lo académico y prestigioso del asunto: si tienes suerte, en lugar de pagar, ¡el máster te toca en una tómbola!
Casualidades sospechosamente habituales
¿Quién estaba detrás de este evento? Nada más y nada menos que Juan Carlos Barrabés, empresario ligado a la mujer del presidente y ahora imputado en la misma causa que ella. Porque claro, cuando una mano lava a la otra, ambas terminan chapoteando en la misma charca.
Barrabés, amigo de confianza de los Sánchez, se convirtió en 2020 en el socio de Begoña en su aventura académica. A cambio, ella hizo todo lo posible para colocarlo como gurú en su Cátedra de Transformación Social Competitiva. Un título tan rimbombante como carente de sentido práctico, pero que generó más que suficientes ingresos gracias a los contactos adecuados.
La red clientelar de Enisa y el Ministerio de Industria
¿Quién respaldaba oficialmente este evento? Pues el Ministerio de Industria, que actuó como «promotor institucional» (traducción: pagador del tinglado). Y la pieza clave fue, por supuesto, Enisa, que consideró que era de vital importancia para el futuro del país apoyar con recursos públicos esta «feria de ideas» donde la mayor beneficiada fue, qué sorpresa, la esposa del presidente.
Veamos cómo se articularon estos lazos de generosidad gubernamental:
- Enisa, empresa pública, financió el evento patrocinado por Industria.
- Industria, dirigido por Reyes Maroto en aquel momento, impulsó la promoción del congreso.
- El evento fue organizado por Barrabés, socio de Gómez.
- Gómez instaló su stand y promocionó sus programas académicos.
- Conclusión: el dinero de los españoles pagó la autopromoción de la primera dama.
Si esto no es un excelente ejemplo de tráfico de influencias camuflado de innovación social, que venga alguien del PSOE a intentar explicarlo. Pero claro, explicaciones no va a haber, porque si hay algo que caracteriza a este Gobierno es la burda pero descarada opacidad.
Los efectos secundarios del enchufismo
Desde aquel evento propagandístico, la carrera de Gómez ha ido en ascenso, con más apariciones públicas y foros internacionales que muchos ministros. Su presencia en estos eventos ha cambiado por completo la percepción de su trayectoria: de desconocida esposa de Sánchez pasó a ser una «referente» en el mundo de la formación, sin que nadie se haya molestado en revisar sus credenciales académicas, que, recordemos, son prácticamente inexistentes.
El problema es que el chollo de los másters, financiado indirectamente por todos los ciudadanos, ahora está bajo sospecha. No solo por la forma en que ha construido su «imperio», sino porque la justicia ha empezado a tirar del hilo. Y cuando empiezan a salir nombres como Barrabés o Enisa, sabemos que no estamos ante una simple coincidencia: estamos ante otro ejemplo más de cómo el PSOE usa las instituciones públicas no para servir a los ciudadanos, sino para nutrirse a sí mismo.
El negocio perfecto… hasta que salió a la luz
La estrategia de colocar a los amigos en cargos clave, utilizar recursos públicos con total impunidad y presentarse como figuras de prestigio sin méritos objetivos es una táctica clásica del socialismo gubernamental español. Aunque en este caso, ni siquiera se han molestado en maquillar demasiado la jugada.
Begoña Gómez, junto con sus socios estratégicos, ha construido su nombre y carrera sobre una estructura financiada por los contribuyentes y disfrazada de innovación social. Lo que hoy son charlas y foros internacionales, podrían convertirse mañana en citas judiciales. Mientras tanto, los ciudadanos seguimos contemplando, entre el asombro y el hastío, cómo la familia presidencial hace negocio con el dinero público sin el más mínimo pudor.
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