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Ábalos y su máster en inversión inmobiliaria: de ministro a magnate en tiempo récord

Un exministro con olfato para el ladrillo… en Colombia
Parece que José Luis Ábalos no solo tenía talento para los transportes, sino también para la inversión inmobiliaria «discreta». La UCO ha encontrado un terreno a su nombre en el idílico paraje de Tulúa, Colombia, que adquirió en 2003 y que, casualmente, nunca se molestó en declarar. Qué despiste, ¿verdad?
Eso sí, no se vayan a pensar que hablamos de una mansión de lujo: el precio original fue de unos 2,5 millones de pesos colombianos. A día de hoy, tras la pertinente corrección de cifras (sí, al parecer la moneda les confundió), eso viene siendo 751,23 euros. Vamos, una ganga digna del Black Friday inmobiliario del Caribe.
Un terreno misterioso descubierto en archivos de Koldo
El hallazgo de este pedazo de paraíso sudamericano no llegó gracias a la transparencia del exministro, sino que los agentes lo encontraron rebuscando en dispositivos electrónicos incautados a su antiguo asesor de confianza, Koldo García. Entre los documentos, sobresalían los nada sospechosos archivos llamados «TULUA.pdf» y «TULUA2.pdf». Parece que la discreción no era el fuerte de nuestros protagonistas.
En estos documentos aparecían detalles sobre la compra del terreno por parte de Ábalos a la empresa Hoyos Peláez Limitada. Y, cómo no, en alguna parte de la historia se quedaron olvidadas las correspondientes declaraciones patrimoniales. ¡Vaya despiste!
Un patrimonio que se extiende como una plaga
Por si las tierras colombianas fueran poco, la investigación también ha destapado otros jugosos detalles sobre el exministro y su afición por el sector inmobiliario internacional:
- Terrenos en Perú: Localizados en Chimbote, supuestamente destinados a un «centro de formación» de la Fundación Fiadelso.
- Varios inmuebles en España: Desde pisos en Valencia y Madrid hasta un chalet en Bétera, generosamente cedido a su exmujer. Qué detalle.
- Alquiler en Rivas Vaciamadrid: Porque incluso con esas propiedades, parece que Ábalos prefiere alquilar.
- Un inquilino de lujo: Su querido amigo Koldo García llegó a alquilar un piso suyo en Madrid por la nada despreciable cantidad de 950 euros al mes.
O sea, que entre lo que posee, lo que compra silenciosamente y lo que ha pasado a nombre de socios o familiares, la lista de propiedades de Ábalos es más extensa que su etapa en el ministerio. Pero claro, todo es mera coincidencia, y cualquier parecido con una estrategia para ocultar bienes es pura casualidad.
Transparencia «made in» PSOE
Todo esto, por supuesto, sin mencionar que ninguna de estas adquisiciones aparecía en sus declaraciones ante el Congreso. Porque para qué vamos a distrairnos con detallitos administrativos, ¿verdad? Total, en el Partido Socialista la transparencia suele ser un concepto más bien relativo.
Ahora la Guardia Civil se plantea si todo este patrimonio forma parte de una estructura diseñada para «ocultar o encubrir» la titularidad real de algunos bienes. ¡Qué cosas se les ocurren a estos investigadores!
¿Y ahora qué?
Con la investigación en marcha, y cada vez más detalles saliendo a la luz, Ábalos sigue defendiendo su inocencia con la misma convicción con la que defendía a Koldo antes de que le estallara el escándalo. Porque en política, si algo no funciona, es cuestión de insistir.
Mientras tanto, aquí seguimos expectantes, a la espera de ver si en los próximos meses aparecen casitas por el Caribe, apartamentos en Andorra o algún otro movimiento financiero digno de un experto en la opacidad socialista.
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