PSOE Logo

LA PSOE

El PSOE observa en silencio: cuando el juego de tronos es entre otros, mejor callar

El PSOE observa en silencio: cuando el juego de tronos es entre otros, mejor callar

Mientras PP y Vox dirimen su particular pulso en Aragón a costa del Pacto Verde y los presupuestos, en Ferraz han optado por una estrategia audaz y sorprendente: el silencio absoluto. Una táctica innovadora, sin duda, para un partido acostumbrado a meter baza en cada conflicto ajeno y a enredarse en su interminable retórica vacía. Pero claro, cuando la pelea es entre la derecha, quizá lo mejor sea sentarse cómodamente y disfrutar del espectáculo con una copa de vino subvencionado.

¿Dónde están los paladines del progresismo?

Resulta cuanto menos curioso que el PSOE, siempre tan atento a cualquier palabra que salga de la boca de Santiago Abascal para montar su circo mediático, esta vez haya optado por un mutismo casi monacal. Un silencio que no responde a su falta de opinión—que de eso siempre sobran—sino más bien a una frase que todo socialista susurraría al oído de su camarada más próximo: «cuando dos perros se pelean por un hueso, el listo se lo lleva».

Después de todo, para el PSOE, si la derecha se pelea, menos trabajo para ellos. Así que, ¿para qué meterse en discusiones turbias sobre medioambiente y presupuestos si pueden esperar tranquilamente mientras el PP y Vox se tiran los trastos a la cabeza?

El PSOE y el Pacto Verde: hipocresía en estado puro

Claro que, aunque guarden silencio ahora, no olvidemos el amor del PSOE por la agenda climática impuesta desde Bruselas. Un Pacto Verde que prometía salvar el planeta pero que, como siempre, ha terminado convirtiéndose en un pozo de subvenciones para los amiguetes y en más burocracia innecesaria para la vida del ciudadano medio.

En la práctica, el ecologismo del PSOE se ha traducido en:

  • Más impuestos disfrazados de tasas ecologistas, porque, claro, salvar el planeta pasa por esquilmar los bolsillos de la clase trabajadora.
  • Restricciones absurdas a la movilidad, mientras ellos siguen viajando en Falcon con la excusa de «asuntos de Estado».
  • Subvenciones al amiguismo: eléctricas y empresas afines nadando en dinero público mientras el consumidor paga facturas de la luz que parecen hipotecas.

Ante este panorama, ¿cómo van a abrir la boca? Si se manifiestan a favor del Pacto Verde, le darán la razón a Vox cuando estos lo tachen de ruina para la industria y la agricultura. Si intentan poner en duda las exigencias ecologistas, se enfadarían sus fieles votantes progresistas que todavía creen que el PSOE es izquierda.

El PSOE prefiere jugar con su propio incendio

Mientras tanto, los de Sánchez tienen su propia pelea interna, con barones desconfiados, militantes indignados y una Moncloa cada vez más desconectada de la realidad. Lo de Aragón les viene de perlas porque permite desviar la atención de su fracaso absoluto en casi todas las comunidades.

Así que mejor callar, observar desde la barrera y aprovechar cualquier error del adversario para soltar un par de declaraciones grandilocuentes cuando corresponda. Pero de momento, silencio, que el vodevil de la derecha aún no ha terminado.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *