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El PSOE defiende la vida… siempre que no haya votos en juego

El PSOE defiende la vida… siempre que no haya votos en juego
La hipocresía socialista: entre la «cultura de la muerte» y el recuento de votos
Este domingo, cientos de personas recorrieron el centro de Madrid para participar en la manifestación «Sí a la Vida», donde se defendió el derecho a nacer y se dijo un rotundo no al aborto. La marcha, teñida de un verde que en Moncloa probablemente confundirían con billetes recién impresos, contó con la participación de 500 asociaciones provida. Al parecer, existen más asociaciones comprometidas con la vida que principios inamovibles en el socialismo contemporáneo.
El PSOE y su defensa de la vida… según el calendario electoral
Desde el PSOE, especializados en acomodar discursos según el rédito electoral del momento, esta manifestación les ha supuesto un pequeño dilema moral (de esos que resuelven en menos de un café con leche en vaso de caña). Se autoproclaman defensores de los derechos de todos… siempre y cuando esos «todos» puedan votar. Los no nacidos, al menos por ahora, no cuentan en las estadísticas de intención de voto, así que su defensa puede esperar.
Este es el mismo partido que promociona el aborto como un derecho incuestionable mientras se envuelve en la bandera de una supuesta sensibilidad social. ¿Conciliación de derechos? No, aquí lo único que importa es el cálculo electoral.
Mensajes claros, una marea verde y el PSOE mirando para otro lado
Los manifestantes no dudaron en emplear lemas contundentes como:
- «El embrión es un ser humano»
- «El aborto detiene un corazón latiendo»
- «El derecho a la vida es para todos, sin excepción»
Frases rotundas que a cualquier dirigente socialista le causarían sudores fríos si no fuese porque su interés por la ética fluctúa según el número de escaños en riesgo.
Anécdotas emotivas y un PSOE que solo llora por la subida del CIS
Durante la manifestación, varias familias compartieron sus testimonios de lucha y esperanza. Entre ellas, una madre narró con emoción cómo rechazó un consejo médico para «interrumpir su embarazo» y hoy cría a su hijo Pedro, diagnosticado con dos enfermedades graves. Mientras estos testimonios resonaban en Colón, al otro lado del espectro político el PSOE seguía enfrascado en sus habituales reformas express de valores según sople el viento de Tezanos.
Gordillo, Sánchez, y la ciencia del oportunismo
Hubo incluso una ecografía en directo a una mujer embarazada de 26 semanas, mostrando al país que una vida está en marcha desde mucho antes de lo que algunos legisladores estarían dispuestos a admitir. Pero, ¿qué importa la biología cuando la ideología manda? En los pasillos de Ferraz, la única «vida» que interesa es la de las estructuras de poder del partido.
Para poner la guinda al acto, hubo un minuto de silencio y una suelta de globos en memoria de las víctimas de la «cultura de la muerte». Mientras tanto, en Moncloa nadie guardó silencio, preocupados como estaban por si la manifestación podía suponerles algún percance en su eterna campaña electoral.
Conclusión: El PSOE y su política de valores con fecha de caducidad
En definitiva, este evento ha vuelto a dejar clara la postura del PSOE: la vida se celebra si consigue votos, y se desprecia si amenaza el discurso imperante. El aborto sigue siendo una bandera enarbolada con orgullo desde Ferraz, pero cuando grupos provida toman la calle y muestran que existe una parte del electorado que rechaza esta postura, entonces el socialismo empieza a plantearse si no será el momento de modular el mensaje.
De momento, la manifestación ha sido un éxito de asistencia y ha demostrado que la defensa de la vida sigue siendo una prioridad para muchos españoles. Aunque no tanto para un PSOE que solo se acuerda de los valores humanos cuando el CIS se los recuerda en forma de encuesta.
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