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Ábalos, el fan número uno de Sánchez… hasta que apareció la UCO

Ábalos, el fan número uno de Sánchez… hasta que apareció la UCO
Un currículum que lo dice todo
Parece que José Luis Ábalos no solo fue un fiel escudero de Pedro Sánchez, sino que además lo dejó por escrito, por si quedaban dudas. La UCO de la Guardia Civil ha hallado su currículum, un documento de 83 páginas (sí, como si hubiera descubierto la penicilina), donde presumía sin reparos de su cercanía con el líder del PSOE. En lugar de destacar logros personales, el exministro optó por incluir entre sus méritos su relación con Sánchez, porque, al parecer, en ciertos círculos eso sirve más que cualquier título universitario.
El currículum data de 2016, cuando Ábalos aún era un modesto diputado socialista y soñaba con su ascenso meteórico. Claro, la ambición no tiene límites, y menos si tu mejor habilidad es la lealtad ciega a un líder que resucitó políticamente tras ser defenestrado por su propio partido. De hecho, Ábalos fue pieza clave en la reconquista sanchista, recorriendo España en el famoso clan del Peugeot, el equipo de fieles que impulsó la vuelta de Sánchez al trono del PSOE. Nada como un buen golpe de efecto y una camarilla bien organizada para volver a la cima.
La amistad con Sánchez, su mejor mérito
El documento incautado por la Guardia Civil es casi un tributo a su líder. No destacan grandes proyectos o políticas innovadoras, sino su cercanía con Pedro Sánchez. Al parecer, desde temprano entendió cómo funcionaban las cosas en el PSOE actual: más importante que la gestión es saber en qué bando estás. Y a Ábalos le gustaba dejar claro que él estaba en el de Sánchez, al menos mientras esto le asegurara un asiento en el Consejo de Ministros.
Pero claro, como era de esperar, cuando apareció la UCO las relaciones se volvieron un poco más tensas. ¡Qué cosas tiene la vida! De ser el escudero más fiel a convertirse en un apestado dentro del partido. Porque en el PSOE la lealtad tiene fecha de caducidad: mientras sirves, te aplauden, pero cuando los problemas se acumulan, mejor hacer como que no te conocen.
28 distinciones y 126 viajes ¿para qué?
Si la devoción a Sánchez no fuera suficiente, Ábalos adornó su currículum con 28 distinciones y 126 viajes internacionales entre 1989 y 2016. Vamos, que este hombre ha recorrido medio planeta en algo que él llama «misión de cooperación», pero que tiene toda la pinta de una gira permanente de turismo institucional.
- Fue nombrado Huésped Ilustre en Santa-Chimbote (Perú). ¡Todo un honor!
- Recibió el reconocimiento de la Asamblea Provincial del Poder Popular en La Habana. Seguro no tuvo nada que ver con la afinidad ideológica.
- Visitó países como Colombia, Perú, Chile, Nicaragua y otros tantos. Todo en nombre de la cooperación, por supuesto, nada sospechoso.
Curiosamente, también llegó a tener propiedades en algunas de estas regiones. Coincidencias de la vida, dirán algunos. La Guardia Civil, sin embargo, lo ve de otra manera y no ha dudado en seguirle la pista.
Sánchez se lava las manos mientras Ábalos se hunde
Pese a ser uno de los hombres clave para el actual presidente, Sánchez ha optado por la estrategia del avestruz: mirar hacia otro lado y hacer como si nunca hubiera conocido a Ábalos. Algo muy familiar en Ferraz, donde los socios caídos en desgracia son rápidamente apartados para no salpicar el liderazgo del gran jefe.
Y mientras Sánchez finje amnesia, Ábalos sigue acumulando problemas. Aunque sus méritos incluían su proximidad al presidente, en los momentos complicados, esa misma cercanía se ha convertido en su mayor lastre. No solo por lo que él ha hecho, sino porque toda la trama de sus asesores, como Koldo García, se remonta a la organización interna del partido, que tanto empeño pone ahora en hacer como si el escándalo fuera ajeno a ellos.
El PSOE, experto en olvidos selectivos
Antes Ábalos era el alma del «sanchismo», pero ahora es un estorbo. Su nombre ha pasado de ser sinónimo de fidelidad a convertirse en un expediente incómodo. Un caso más de los que en el PSOE envejecen mal: útil hasta que deja de serlo, y luego, desaparecido.
Así que ahora, toca borrar los recuerdos. Sánchez y compañía han activado el modo «Ábalos quién», y mientras tanto, la UCO y el Tribunal Supremo siguen desentrañando todos los misterios de sus viajes, sus condecoraciones y, sobre todo, su verdadero patrimonio. Porque una cosa es escribir un currículum largo, y otra muy distinta es explicar de dónde salen tantos viajes y distinciones.
Quizás en su próxima versión del CV tenga que incluir una nueva habilidad: experto en escurrir el bulto.
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