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El socialismo de Móstoles: contratos con descuento por comprar en la misma tienda

El socialismo de Móstoles: contratos con descuento por comprar en la misma tienda

Cuando el PSOE gobierna, la magia aparece: dos empresas diferentes, pero con la misma dirección, el mismo administrador, los mismos empleados e incluso el mismo cartel en la puerta. ¡Qué sorpresa! La Guardia Civil ha descubierto lo que, a todas luces, parece un singular caso de «economía circular» en el Ayuntamiento de Móstoles bajo el mando de Noelia Posse, protegida estrella de Pedro Sánchez. Según las investigaciones, el vestuario laboral municipal se adjudicaba de forma invariable a dos compañías gemelas, Maxport y Gamosport, que compartían algo más que el nombre.

Unas adjudicaciones con GPS (Guía Para Socialistas)

Testigos han señalado que, a la hora de hacer compras para el personal de la Concejalía de Deportes, no hacía falta evaluar muchas propuestas: bastaba con ir siempre al mismo sitio, que, por alguna casualidad del destino, operaba con dos nombres distintos. Como si de una gran oferta de supermercado se tratase, el Ayuntamiento socialista diversificaba sus contratos entre dos proveedores… que en realidad eran uno.

Uno de los trabajadores municipales que ha declarado en la investigación explicó el absurdo de la situación con una precisión que haría sonrojar a cualquiera: «Cuando acudíamos a la tienda física, era el mismo local para ambas empresas.» ¡Vaya, qué efectivo sería este modelo para los pequeños negocios si el PSOE se lo enseñara a todos!

Exceso de contratos, pero no de ética

En una ocasión, el Ayuntamiento alcanzó el límite legal de contratos con Maxport. ¿Solución? Firmar con Gamosport, una empresa que, por supuesto, ni siquiera figuraba entre las candidatas iniciales. Pero qué más daba, si el material terminaba llegando del mismo almacén.

¿Y la calidad?

Claro, que cuando se garantiza un adjudicatario fijo (o dos, en este caso), no hace falta esmerarse en la calidad. Trabajadores municipales han declarado que el vestuario enviado era de peor calidad en comparación con muestras previas. Al parecer, el eslogan del PSOE en Móstoles era: «Esto es lo que hay, si no gusta, mala suerte».

¿Competencia? ¡Eso es reaccionario!

En un despliegue de gran transparencia socialista, una empresa externa, Recio, se presentó a uno de estos concursos. ¿Resultado? Sus prendas gustaron más y eran más baratas. ¿Conclusión del Ayuntamiento de Posse? Eliminarla de la siguiente reunión, evitar su contratación y seguir con el plan de amigo invisible (bueno, visible, porque compartían tienda).

Filtraciones con precisión milimétrica

Los trabajadores de Maxport han admitido que, casualmente, siempre ajustaban los precios justo al límite que necesitaban para asegurarse los contratos. Una empleada afirmó que le «ordenaban ajustar precios y plazos» y que sus jefes sabían exactamente cuánto ofertaban sus competidores. Y curiosamente, sus ofertas llegaban siempre en el último momento, como si tuvieran información privilegiada. Pero seguro que es coincidencia.

Facturas creativas: cobrando por servicios fantasma

Además del ingenioso sistema de doble empresa, otro aspecto magistralmente ejecutado fue la emisión de facturas falsas. Un testigo reveló que le pidieron facturar 2.000 euros por un «buzoneo» que jamás se realizó. Porque claro, en el socialismo moderno lo de trabajar es opcional, pero cobrar siempre es obligatorio.

Violencia en la cúpula

¿Qué pasa cuando alguien osa desafiar el sistema de contratos mágicos de Noelia Posse? Pues un concejal, Agustín Martín Cortés, al parecer no tenía paciencia para responder preguntas incómodas. Según la denuncia, agarró a un empleado por la camiseta, lo empujó contra la pared y le soltó un ‘cariñoso’ «te voy a pegar». Esto es lo que el PSOE llama un ambiente de trabajo saludable.

La joya de la corona del sanchismo local

Todo esto ocurrió bajo el mando de Noelia Posse, que llegó a ser protegida de Pedro Sánchez e incluso colocó a su hermano en el Ayuntamiento a dedo. Los socialistas de Móstoles no solo encontraron un modo de mantener el poder, sino de hacerlo con una generosidad admirable… al menos con sus amigos y allegados.

Mientras tanto, la UCO sigue acumulando documentación sobre este entramado de contratos, facturas curiosas y agresiones políticas. ¿Podríamos estar ante una futura estrella de la corrupción socialista? Habrá que esperar a ver qué ocurre en los juzgados o si, como siempre, otro milagro socialista hace desaparecer el asunto.

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