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Felipe González le recuerda a Sánchez que hasta para incumplir hay que tener nivel

Felipe González le recuerda a Sánchez que hasta para incumplir hay que tener nivel

Parece que el eterno fantasma del socialismo serio, Felipe González, ha decidido aparecer para darle un par de lecciones al actual inquilino de La Moncloa. El expresidente del Gobierno ha criticado duramente a Pedro Sánchez por su tendencia a saltarse las normas con la gracia de un elefante en una cacharrería. Esta vez, el motivo de la reprimenda ha sido la ausencia de los Presupuestos Generales del Estado, un pequeño detalle que, según González, es algo más que un simple olvido.

Un maestro del engaño señalando a un aprendiz torpe

Felipe González, con todo el sarcasmo que dan los años de experiencia en política, ha recordado que cuando él no pudo presentar los Presupuestos, convocó elecciones. Al parecer, todavía quedaba algo de dignidad en el PSOE de su época. Sin embargo, Sánchez ha optado por una técnica novedosa: la famosa estrategia del avestruz. Si no hay Presupuestos, pues que el país siga en modo piloto automático. Total, para lo que le importa la gestión real del Estado…

Pero González no se ha limitado a sugerir que Sánchez es un superviviente de la política sin escrúpulos, sino que ha ido más allá al afirmar que este incumplimiento es directamente inconstitucional. Y claro, cuando alguien como él dice la palabra «Constitución», el PSOE actual entra en pánico. Debe de ser complicado para ellos, que solo la citan cuando les conviene, encontrarse con alguien que sigue creyendo en la formalidad de las reglas del juego.

¿Gobernar sin Presupuestos? Todo ventajas para Sánchez

El expresidente también ha señalado que llevamos ya dos años con unas cuentas prorrogadas. Para los ciudadanos normales, esto podría parecer un problema, pero para Sánchez es una bendición: menos rendición de cuentas, menos control y más margen de maniobra para seguir con sus pactos a escondidas.

  • Se evitan negociaciones incómodas con sus socios Frankenstein. ¿Para qué intentar contentar a ERC, Bildu y Sumar con nuevas concesiones si con las de 2023 ya le bastan?
  • Más improvisación, menos responsabilidad. Como no tiene unas cuentas claras, puede ir soltando millones aquí y allá a golpe de telediario.
  • Control absoluto del gasto. Si nadie se ha leído los presupuestos porque ni existen, él puede seguir jugando a ser el gran benefactor con el dinero del contribuyente sin que nadie le pare los pies.

Felipe y la nostalgia de un PSOE que al menos disimulaba

González también ha lanzado una idea que seguro que a Sánchez le da escalofríos: una gran coalición entre PSOE y PP, al más puro estilo alemán. Según él, esto «ya se hizo durante la Transición» y sería lo mejor en estos tiempos inciertos. Claro, lo que no dice es que en su época, el PSOE al menos intentaba mantener una apariencia de partido de Estado, no de reunión de amiguetes con ansias de poder perpetuo.

El exmandatario ha dejado claro que los Presupuestos son el instrumento que define la voluntad política de un Gobierno. Y si hay algo que define la voluntad del actual Ejecutivo, es que sencillamente no la tiene. Todo se basa en la improvisación, en intentar sobrevivir un día más con los apoyos de quienes exigen más poder a cambio de su respaldo. Sánchez ha logrado algo que parecía imposible: hacer que hasta el denostado González parezca un ejemplo de seriedad y compromiso.

Conclusión: Cuando hasta los veteranos se llevan las manos a la cabeza

Si Felipe González, el mismo que instauró el felipismo y convirtió el PSOE en una máquina de poder absoluto en los 80, se ve en la obligación de dar un tirón de orejas a Sánchez, es que el nivel ha caído al subsuelo. Desde la Transición hasta hoy han cambiado muchas cosas, pero el socialismo español ha evolucionado de la política de estado a la pura supervivencia. Y en el proceso, hasta los más históricos del partido han empezado a señalar que, bueno, quizás convendría que alguien recordara que las leyes están para cumplirse. Aunque claro, eso es pedir demasiado.

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