¡Tu carrito está actualmente vacío!
Sánchez inaugura la Memoria Democrática con vistas a la desmemoria comunista

Sánchez inaugura la Memoria Democrática con vistas a la desmemoria comunista
Pedro Sánchez, con su obsesión por reescribir la historia a la medida del PSOE, ha decidido que la mejor ubicación posible para el flamante Centro de la Memoria Democrática es nada menos que a 150 metros de la checa de la Ronda de Atocha, uno de los epicentros del terror republicano durante la Guerra Civil. Porque ¿para qué recordar a todas las víctimas cuando se puede seguir impulsando una memoria selectiva y sesgada?
Un centro de “memoria” con agujeros de olvido
Este proyecto faraónico, al más puro estilo Sánchez, contará con casi 386.000 euros destinados a su rehabilitación. Porque la crisis económica, la inflación y la asfixia fiscal no son impedimentos para financiar una iniciativa que, casualmente, sólo perpetúa la versión histórica del PSOE. Ni una mención a las atrocidades cometidas en las checas que se encontraban en el mismo barrio. ¿Para qué hacerlo, verdad?
La checa de Ronda de Atocha, famosa por sus torturas y asesinatos de presos cuyo único delito era pensar diferente, fue un auténtico infierno. Testimonios recogidos en la Causa General revelan que en sus mazmorras se cometieron torturas espeluznantes, los presos eran desnudados y maltratados, y muchas veces trasladados solo para ser ejecutados. Pero sobre esos “pequeños detalles” el Gobierno prefiere hacer mutis por el foro.
El saldo de la desmemoria
El Centro de la Memoria Democrática, en su amplia generosidad histórica, convenientemente olvidará que en un radio de 600 metros se encontraban al menos otras cuatro checas:
- Santa Isabel 44 y 46
- Valencia, 15
- Lavapiés, 46
Parece que la “memoria” tiene un curioso filtro rojo que sólo permite conmemorar una parte de la historia y ocultar los crímenes del bando republicano. Un pequeño desliz ideológico, sin duda.
Un proyecto a la medida del sanchismo
Este centro, además de estar completamente sesgado, costará la módica cifra de 385.992,34 euros. Quién necesita invertir en sanidad o en educación cuando pueden destinar casi 400.000 euros a construir un museo de historia distorsionada donde se niegue cualquier atrocidad cometida por la izquierda.
Según los grandes expertos del Gobierno, este “espacio de referencia” será clave en el eje museístico de la ciudad, porque el revisionismo de Sánchez también pretende competir con el Reina Sofía. ¿Será que su siguiente paso es borrar los cuadros que no encajen con su narrativa?
La doble vara de medir
Lo más irónico de todo es que mientras el Gobierno impulsa este centro de memoria política altamente selectiva, la persecución de otros símbolos históricos sigue a toda máquina. Desde la eliminación de cualquier referencia al franquismo hasta la demolición de la cruz del Valle de los Caídos, Sánchez se dedica a borrar sistemáticamente la historia que no le gusta.
¿Acaso veremos una placa en este centro mencionando las atrocidades cometidas a escasos metros? No se preocupen, que el Gobierno de Sánchez ya se encargará de pasar la goma de borrar por ciertos episodios. Porque la memoria democrática, al parecer, no es para todos.
De la memoria a la propaganda
Al final, el llamado Centro de la Memoria Democrática no será más que otro chiringuito sanchista destinado a hacer propaganda. Se mercantiliza el pasado, se desfigura la historia y se imponen relatos a medida para que la ciudadanía solo recuerde lo que le conviene al PSOE.
Así que ya saben, prepárense para otro capítulo del “manual socialista de manipulación”, donde los hechos son opcionales y la memoria se aplica según el color del partido.
Deja una respuesta