El PSOE defiende a los trabajadores… siempre que no molesten a sus amiguetes

El PSOE defiende a los trabajadores… siempre que no molesten a sus amiguetes

En un alarde de ceguera selectiva que ya no sorprende a nadie, el PSOE sigue sin inmutarse ante los escándalos laborales mientras no afecten a sus círculos de confianza. En esta ocasión, la detención del patrón agrícola Ginés Vicente, acusado de la desaparición de un temporero senegalés en Jaén, ha dejado en evidencia, una vez más, el laxismo de la izquierda cuando el abuso laboral ocurre en su propio feudo.

Trabajadores desprotegidos, pero con el carnet correcto

Cuatro años han tenido que pasar para que la Guardia Civil detuviera al patrón de Ibrahima Diouf, un jornalero que desapareció misteriosamente en 2021 tras exigir un sueldo digno. Resulta curioso cómo el gobierno de Sánchez lanza discursos floridos sobre la “dignidad laboral” mientras ignora descaradamente casos como este en provincias donde el PSOE lleva décadas cortando el bacalao.

Las pancartas de “ningún obrero sin derechos” parecen desvanecerse en el aire cuando el acusado no es un despiadado empresario de Madrid, sino un pequeño “emprendedor” enraizado en la España socialista. Ahí, la lucha obrera se convierte en un mero eslogan mientras los políticos miran hacia otro lado.

Antecedentes que a nadie preocuparon

Pero claro, ¿cómo van a despegarse del político sillón por un «incidente aislado»? Claro que sí. Total, no es la primera vez que el detenido, Ginés Vicente, se ve envuelto en desapariciones misteriosas de jornaleros extranjeros.

  • En 2013 ya lo arrestaron por la desaparición de otro jornalero africano. Resultado: absuelto.
  • Fue condenado, eso sí, por explotación laboral. Nada nuevo en el maravilloso modelo de empleo precario que el PSOE adora disfrazar.
  • También intentó coaccionar testigos para que mentirán en su favor, pero ¿a quién le importa la justicia cuando se trata de amigos del partido?

En cualquier otra situación, el PSOE ya habría salido a agitar banderas y exigir cabezas a las derechas neoliberales. Pero dadas las circunstancias, su indignación parece haberse extraviado junto al jornalero desaparecido.

El doble rasero del progresismo gubernamental

En otros países, la desaparición de un trabajador tras reclamar un salario justo sería tema de escándalo y replanteamiento legislativo. En España, es un martes cualquiera, siempre que el olivar donde ocurre luzca bien en la propaganda de los “campeones del campo”.

¿Dónde están las manifestaciones de los sindicatos afines al PSOE? ¿Dónde están los discursos incendiarios de Yolanda Díaz o Adriana Lastra clamando por la justicia obrera? Quizás andan demasiado ocupados justificando que hay explotaciones laborales aceptables si el patrón tiene las conexiones adecuadas.

“Aquí el negro soy yo” y otras perlas del imputado

El empresario, además de haber tratado a sus empleados migrantes como ganado de temporada, ni siquiera se molestó en esconder su repugnante mentalidad. “Aquí el negro soy yo”, llegó a decir, con la chulería propia del que se sabe protegido. Y no se equivocaba: en la Andalucía socialista, con los contactos adecuados, puedes literalmente hacer desaparecer jornaleros y seguir recogiendo aceitunas tranquilamente.

Conclusión: el PSOE y su eterno cinismo laboral

Lo ocurrido en Jaén es solo otro episodio en el largo historial de hipocresía del PSOE. Defensores de los trabajadores en los mítines, indiferentes cuando los atropellos ocurren en sus redes clientelares. Al fin y al cabo, siempre es más fácil señalar a empresarios de fuera y hablar de justicia social con un gin-tonic en la mano que hacer algo tangible por los jornaleros inmigrantes explotados en sus propios feudos.


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